|IX|

1.4K 166 31
                                    

🥀En la multimedia se encuentra la referencia del atuendo de Penélope.

Capítulo largo.

Aquel cepillo lujoso con hebras suaves que sostenía con su delicada mano, apreciando sus uñas pintadas de color negro gracias a las sirvientas, a través del espejo de su tocador miro sus lisas y ligeramente onduladas hebras marrón claro.

-mi niña, no puedo creer que ya tenga su primer cita -sonrió ligeramente viendo por el espejo a la antigua sirvienta que estaba buscando el atuendo que usaría ese día.

Era una mujer noble e importante para el condado Yedith, gracias a que fue la primer dama de compañía de la condesa y nana de sus tres hijas.
El conde le había dado su permiso para que pueda retirarse de su trabajo pero la mujer se negó ya que deseaba seguir cuidando de las flores de su difunta y preciada amiga.

-las damas dijeron que el príncipe Claude se mostró muy atento con usted, parecían la pareja más perfecta de todo el festejo -comentó otra sirvienta haciendo sonreír emocionada a la más joven de las cuatro sirvientas presentes.

Los rumores del acercamiento entre ella y el rubio no había tardado en esparcirse, junto a su trato allegado con su cuñado, gracias a las habladurías de las nobles.

-"debería dejarme crecer el cabello" -cerró sus ojos sintiendo los movimientos suaves de la sirvienta que estaba trenzando su cabello a un costado para adornarlo con pequeñas rosas rojas.

Luego de pocos días del festejo por el cumpleaños del príncipe heredero, había llegado el momento de tener su cita con el segundo príncipe.
Cita que se había retrasado por un viaje que tuvo que hacer Claude a otro país por órdenes del emperador.

Aquel príncipe despreciado era usado para varios labores políticos fuera de la ciudad, y muy pronto lo usarían para ir a la guerra.

Las novelas ni el manhwa tenían datos sobre las guerras a las que fue Claude, o eso recordaba, pero sí sabía que desde antes de tener 15 años ya había pisado el campo de batalla y varias veces.

Pero no debía preocuparse, era un joven feroz e indestructible, además se supone que era el protagonista principal de las novelas y el manhwa, era imposible que muera.

-su alteza, es un honor volver a verlo -la oji verde hizo una reverencia alzando levemente su falda oscura.

El príncipe se acercó a ella alarmado por su acción.

-no debes hacer eso, eres mi prometida -su ligero reproche y seriedad la hizo sonreír una vez ya enderezada.

-cuando sea su esposa dejaré de hacerlo -el brillo travieso en sus ojos hizo avergonzar al rubio, quien no lo dejó notar pero al apretar sus labios le hizo saber su vergüenza.

-...estás hermosa -susurro alzando ligeramente el borde de sus labios.

Ese día había decidido por un atuendo sencillo ya que no quería llamar la atención de los ciudadanos, ambos estaban con atuendos sencillos y combinados además de ir camuflados con la magia del rubio.

La de hebras marrones se atrevió a enlazar su brazo con el rubio y reposar su cabeza a su brazo.

-por los dioses~ creo que no puedo ver gracias al brillo celestial de un joven dios del sol -susurro manteniendo su sonrisa y mirándolo de reojo sintiendo que quería seguir avergonzandolo al ver la punta de sus orejas sonrojadas.

"𝐒𝐨𝐲 𝐏𝐞𝐧𝐞𝐥𝐨𝐩𝐞 𝐘𝐞𝐝𝐢𝐭𝐡?!". ⁽ᴾᵃᵘˢᵃᵈᵃ⁾.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora