Séptimo acto

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Vuélveme a querer cuando hayas olvidado... ¡QUE SI UN DÍA LLORASTE, YO FUI LA RAZÓN! 🎶🎶🎶

 ¡QUE SI UN DÍA LLORASTE, YO FUI LA RAZÓN! 🎶🎶🎶

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—Tenemos que tratar de alejar la atención lo máximo posible, dar un comunicado ahora mismo sin llegar a un acuerdo previo con el equipo de Corton significaría iniciar una batalla de atención en la que todo lo que tenemos es nuestra palabra frente ...

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—Tenemos que tratar de alejar la atención lo máximo posible, dar un comunicado ahora mismo sin llegar a un acuerdo previo con el equipo de Corton significaría iniciar una batalla de atención en la que todo lo que tenemos es nuestra palabra frente a la suya. —Gerard frunció el ceño y negó con la cabeza, mirando a los publicistas — ¿Qué tienen ustedes?

—Quizás sea prudente retrasar ciertas campañas que tienen como imagen al señor Styles. — habló uno, de gesto serio — Las marcas con las que tenemos contrato vigente no querrán verse involucradas con un hombre que expuso las fotos de su novia sin la menor duda y...

—¡Yo no hice nada! —rugió furioso Harry, que hasta entonces se había mantenido cabizbajo y con la mirada fija en sus zapatos, sin atreverse a decir nada en la reunión de emergencia que se había pactado esa tarde.

El rizado sentía que temblaba de la ira, rabia, impotencia y desesperanza. Desde hacía dos días, cuando la noticia de él filtrando fotos íntimas de su supuesta novia había explotado, todo se había convertido en un borrón de llamadas, gritos histéricos, reclamos, ceños fruncidos y miradas que iban desde la cautela hasta la lástima; la bola de miedo que había caído pesada en su estómago ante la posibilidad de ver hundida la carrera que se había labrado con tanto esfuerzo y sacrificio, amenazó con dejarlo sin respiración, pero una llamada en medio de su ataque, le dio la fuerza para centrarse y tratar de calmarse.

La voz de Louis había sido tierna, comprensiva y segura, sin dudar ni un solo instante de su inocencia – en claro contraste a Gerard, cuyas primeras palabras al comunicarse con él, fueron "¿Fuiste tú?" —, siendo su apoyo y sostén cuando su mundo se tambaleó, y cuando con la voz rota y un ruido nasal nada discreto le pidió [casi rogó] que no lo dejara, el castaño simplemente empezó a hablarle con dulzura y un sutil coqueteo fastidioso, manteniendo su tono ligero mientras con otro teléfono llamaba a Xander para que fuese a recogerlo y lo llevase a la mansión del actor, en donde, ni bien llegó, se dedicó a cuidar y calmar a la histérica y asustada estrella.

Hate you, love me [l.s]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora