Los días pasaban y yo seguía en mi quinta nube gracias a ella
Recuerdo que había pasado tan sólo 2 semanas y ella vino a dónde yo vivía, no vino sola, vino con su primo y me dio la sorpresa más bonita que, hasta esa fecha, me habían dado, estuvimos en un banco, comiendo pipas, hablando...
Hasta que mi amigo dijo
-¿Vamos al centro comercial?
Al principio se negó, es más, no fuimos al centro comercial, fuimos a su casa, los 4.
Recuerdo que por el camino, me acerqué a darle un beso, y me dijo que para ella los picos no significaban nada, os juro chicos, que al escuchar esas palabras algo dentro de mi se rompió, pero me hice la dura y no dejé que ella viese que me había molestado, así era yo chicos, con una coraza.
Llegamos a su casa, aunque me llevó por el camino más largo, y estuvimos sentados en su puerta, ella le hacía un masaje a mi amigo y le tiraba muchas puitas, en ese momento, se me cayó el mundo al suelo, no sabía qué hacer, era la chica que me gusta con mi amigo, no me lo podía creer pero estaban delante de mis ojos...
Así que subimos a su casa, al salón para ser exactos, y nos pusimos a jugar a la botella con el mando de la tele, tenía la tortuga suelta, es normal en ella chicos no se preocupen.
Por esa época sus padres estaban de vacaciones así que seguimos jugando sin importar la hora, y llegó el turno en que nos tocó a nosotras, le tenia que dar un beso, y te juro que en ese momento recordé sus palabras de antes: -Los picos no significan nada para mi. Y se lo di chicos, era un juego al fin y al cabo.
Al cabo de un rato, tocaron el timbre, que vergüenza, era su abuela y su abuelo que venían a buscar a su primo, se quedaron allí un rato hablando con nosotros, pero yo súper cortada, he de decir que ahora me llevo genial con ellos eh, que conste en acta.
El primo se fue y le dije a Yessenia que dónde podía fumar, y me dijo que en la terraza, así que fuimos hacia allí, ella se sentó en el sillón justo enfrente de la terraza y yo estaba fumando, así que me senté entre sus piernas y fumé.
Cuando entramos al salón vi la oportunidad clara y la besé, pero me dijo: -Puede entrar alguien.
No llegué a entender esa frase en ese momento, ni días después... Pero pasó el tiempo y supe que ese "alguien" no iba a entrar al salón, sino que ya había entrado pero a su cabeza y corazón, pero chicos esto no va en este capítulo, así que esperen.
Mi amigo y yo decidimos que ya era hora de irnos, así que nos despedimos y cogimos camino hacia nuestras casas, el camino de vuelta se hizo corto porque sólo en mi cabeza estaba ella, estaba Yessenia, la tarde que había pasado con ella y las que me gustaría que pasaran a partir de ese día pero, no siempre llueve a gusto de todos y para mi... Ese día llovió mas que cualquier otro.