Tiempo límite [Editando]

•vingt-deux•

NOVIEMBRE.

Todos se turnaban para el cuidado del menor, se podían notar como cada uno de ellos tenían unas enormes ojeras y miradas apagadas. Luffy ya no se despierta, le cambiaron la habitación y ahora está en cuidados intensivos, está dormido con una máscara de oxígeno y conectado a varias máquinas. El ambiente en aquel hospital era tensó y más afuera de dónde se encontraba el menor.

Lo miraban por el vidrio de la puerta, un pequeño y rectangular pedazo de vidrio. Lo vigilaban a cada rato con la esperanzas de ver ya despierto al pelinegro y que eso sea solo un susto.

Era el turno de Sanji, el se mantenía  apoyado en la pared, retenía sus ansias de agarrar su paquete de cigarrillos y fumar, de fumarse todo ese paquete nuevo. En esos últimos meses que la ansiedad lo invadía, empezó a a fumar, y ahora la cantidad que fumaba era sorprendente. No podía esperar, pero lo hizo. De todos modos ya era la hora de irse y dejar su puesto al idiota del Marimo.

Miró una vez más por el vidrio. seguido por la atenta y curiosa mirada de algún desconocido. Le dolía mucho ver en ese estado a su amigo revoltoso y le dolía más no poder hacer nada más que sólo mirar. Agachó la mirada y colocó sus manos en los bolsillos de su pantalón y encaminó su andar hasta la salida.

Aquel desconocido, que lo miraba desde el lado contrario de donde se fue el rubio, caminó hasta la puerta que abandonó aquel muchacho. Se asomó por el vidrio y se sorprendió al ver eso. No lo podía creer y no podía procesar lo ya visto. Frunció si ceño y se marchó. Se marchó a pasos rápidos.

Zoro llegó y lo primero que hizo fue asomarse por la puerta. Luffy se notaba más pálido, más huesudo y el color negro debajo de sus ojos. Se sentó en el suelo y apoyo su cabeza en sus brazos. En su mente pasaba algunos recuerdos de su infancia con el menor y como algunas veces Luffy se comportaba algo raro. Frunció su ceño.

—Maldición...¿Como no puede darme cuenta?.—apreto su labios, reteniendo sus ganas de llorar—Sufriste mucho y aún así siempre sonreías...—admiró a su amigo.

La culpa era algo que no se podía sacar de sus hombros, para el era inevitable dejar de pensar que ya era el final para su mejor amigo y eso lo hacía enojar. Estaba agotado y fatigado. En su mente, una série de pregunta pasaban; ¿Cuando despertará? Espero que lo haga pronto, ¿Que diré cuando él abra los ojos? Muchas cosas y lo que tengo guardado, ¿Debería comprarle comida con mucha carne cuando eso pase? No creo que le dejen los doctores.

—Esperare hasta que despiertes Luffy....tan solo no te vayas...—con sus manos cubrió su cara.

Esa era la 3ra botella de whisky que se tomaba, desde que ya no había nadie en casa se la pasaba tomando a altas hora de la noche hasta la madrugada. Shanks estaba desparramado en el sofá con una botella en la mano y con toda su ropa desaliñada. No tenía noción del tiempo y ni del día, las cortinas estaban cerrada y se encontraba en plena oscuridad. No pensaba en nada, tenía la mente en blanco y ya estaba borracho.

En el techo tenía puesta su mirada, le dió un trago a su bebida, la cara sonriente de Luffy apareció como una ilusión, apretó el agarre a la botella y le dió unos cuantos tragos más. Ya no lo aguantaba, primero su mejor amiga, que era como su hermana, falleció por una maldita enfermedad y ahora su sobrino, que había cuidado de él como su propio hijo. Le estaba quitando lo que más quería, lo que le hacía feliz y siempre lo llenaba de orgullo; su hijo. Su vista se nublaba, sus ojos se aguaban y de sus ojos ya cansados y pesado salían lágrimas.

—Debía... protegerte...—murmuro aparentando los labios—Debía cuidarte...de todo mal...—su vista se posó en un cuadro de él junto con el menor pelinegro— Pero...¿Cómo acabo con aquel monstruo que no puedo ver y te está devorando?...—solotó la botella, miró de nuevo el techo y se cubrió sus ojos—...Lo siento.

Rompió en llanto.
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Booeno....me tarde banda, lo siento.

Si tienen alguna pregunta o dudas,  hágamelo saber en los comentarios <3

Espero q le guste y adeos.😖✋