Que inaceptable, yo odiaba que hiciera cuando era niña, pues me quedaba sola, con una nota de mi padre, en casa de mi mamá. Mi mama, una asesina, que desilusion. Mire el reloj, eran las 9:30, y a las 10:00 la cita con la organizadora de bodas.
-hola lea- me saludo marie a mis espaldas, dandome un susto de aquellos.
-marie, hola- dije al tiempo que me recuperaba del susto.
-lo siento, lea. Hoy cumpliras mi primer deseo- me confeso con una amplia sonrisa
- ah si?- pregunte con mucho temor en las venas.
-si, pero sera en la noche, asi que mejor preparate mentalmente- dijo con otra de sus escalofriantes sonrisas y desaparecio. Me dirigí a la cocina con la mente a punto de estallarme por todas las cosas que estaba pensando, todas ellas escalofriantes y sádicas, tal vez parecidas al primer deseo de Marie.
Me miré al espejo que hay junto a la alacena ( esta ahi porque mi mama era muy vanidosa) y ví que estaba sumamente pálida y sudando, mi cabeza comenzó a palpitar y mis manos a sacudirse frenéticamente, mi mente comenzo a transformar los pensamientos en hechos, y yo enloquecí, todo era culpa de mi madre, ¡TODO! Ella habia matado a Marie, y ahora la muerta de Marie queria que yo hiciera cosas seguramente suicidas, pero antes de cumplir el primer deseo, mi madre ya estaría muerta, y yo sería quien la matase. Tome el espejo y lo avente con todas mis fuerzas al piso, cuando aterrizo, se partió en cinco grandes pedazos que volaron en varias direcciones, pero el más pequeño fue a la direccion de mi palido y sudoroso brazo. La sangre comenzo a salir rapidamente y el dolor era como el infierno. Derrotada me tumbe en el piso y cerre los ojos tratando de recordar los momentos mas felices de mi vida, oí un sonido y abrí los ojos, no ví nada más que un gran charco de sangre bajo mi tronco y a Marie con cara de terror al mirarme
- ¡Lea no me hagas esto, tu eres la unica que puede ayudarme!- grito desesperadamente con ¿lágrimas?, no, los fantasmas no lloraban- ¡Lea! ¡por favor!
No pude oír sus palabras, pues una negrura me estaba llevando en sus brazos.