Esa Sonrisa la Conozco

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CAPITULO 2

Vuelvo a despertar en la misma habitación, mi habitación, no he podido dormir, trato de culpar al cambio de horario pero se perfectamente que eso es lo que menos me afecta, ha sido la hora de sacar el baúl de los recuerdos, bienvenida caja de pandora.

Destinada a estar sola, imaginando las fotos que torturaron mi vida, esas imágenes se tatuaron en mi mente, tan solo estar en esa habitación donde hace años era feliz, la sensación de tristeza e injusticia se apoderaron de mí ser, lo sentía tan cerca y a la vez tan lejos y la mejor decisión fue huir.

Por un demonio recuerdos salgan de mi mente.

Los recuerdos bañan mi alma en este momento, ahí me encontraba acostada de espaldas en mi acogedora cama, viendo la película de mí vida, en mi habitación había tanto para torturar mi pobre alma en pena, torturar mi mente ¡que masoquista!

–Maldita sea Dominick ya sal de mi mente –masculle con furia.

En la soledad de mi habitación, de mi casa, lo único que hacía era seguir pensando en él. Mis padres se habían ido de guardia al hospital entonces estaba sola, con los empleados de servicio que seguramente están por despertarse para iniciar con sus labores, como yo.

Lo había olvidado, tenía que ir a trabajar, que tonta, vieja diez horas en avión solo para incorporarme en este proyecto y me había olvidado por completo que tenía que ir a conocer y actualizarme de absolutamente todo.

Cinco de la mañana día lunes, es bastante temprano todavía, pero con el tráfico de la ciudad y el no poder dormir, hacía que moviera todos mis músculos y huesos para salir de la cama y tomar una ducha calientita.

Entrar a ducharme era muy difícil, se sentía frio y luego de rato dentro de la ducha me era difícil salir, ¿por qué demonios soy un horror?

Una persona tan complicada mejor definición para mí carácter no pude encontrar, el viaje me cambio, detesto cada cosa que me rodea, sabía que las buenas vibras de Madrid no me iban a durar ni un día.

Salgo de la ducha en bata y me dirijo a mi closet, ayer en la noche mientras se suponía que disfrutaba mi fiesta de bienvenida, las empleadas domésticas acomodaron mis pertenencias en el armario.

Hecho un vistazo en todo y analizo que la mayoría de mi ropa suele ser negra, que reflexiba amanecí, me decido por un enterizo de tela negra con mangas largas y un escote bastante pronunciado en forma de v.

Se acomodaba perfectamente a mi figura, tenía que admitirlo.

Tomo unos zapatos de tacón color beige que dejan expuesta la manicura francesa de las uñas de mis pies. No uso chaqueta, pero si una cadena que hacía juego con mis zapatos y bolso.

Realice mi rutina de limpieza facial, para luego maquillarme en el cuarto de baño, base, corrector, contorno, rubor, hasta llegar con los ojos, me realice un delineado negro y lo difumine con sombra cafés, como un foxy eyes.

Termino con el maquillaje y paso con mi cabello, seco mi cabello castaño y realizo algunas hondas.

Ya totalmente arreglada, bajo a desayunar una ensalada de frutas, bebo un poco de jugo, me lavo los dientes y por ultimo me aplico un labial mate color vino.

Luego de cinco minutos Yael y Lorisa pasan por mí, me subo en el lado del copiloto, Lorisa en los sillones de atrás y Yael conduce.

Durante el camino hablan de muchas cosas las cuales no les pongo el más mínimo interés.

Hasta que nos encontramos en las instalaciones.

El proyecto consiste, en implementar un hospital con tecnología de punta pero que toda clase social tenga acceso a él, los dueños quieren que dentro del proyecto esté trabajando personas jóvenes recién graduadas, su objetivo es aprovechar a las jóvenes mentes brillantes.

MI ADORADO VERDUGODonde viven las historias. Descúbrelo ahora