𝑵𝒐 𝒗𝒐𝒍𝒗𝒆𝒓é 𝒂 𝒔𝒐𝒍𝒕𝒂𝒓𝒕𝒆 °𝑿𝒊𝑪𝒉𝒆𝒏𝒈° {Corrigiendo}

°Cap.1°

"¡No queiro que me toques!" Grito. Jiang Cheng no podía creer que a sus 28 años estaba viviendo este infierno, ya no aguantaba a este idiota, al cual frente a todos tenía que llamar "Esposo". Ahora lo tenía arriba suyo, manoseando su cuerpo, y lo único que está persona causaba en el era repugnancia. "¡Que me dejes!" Volvió a gritar tratando de quitar a ese hombre de arriba suyo.

"¡Cállate!" Wen Chao tomo de las manos al Jiang y las puso por arriba de su cabeza. "Tu tienes que complacerme cuando yo te lo pida" En aquella habitación oscura, solitaria y fría, se escucho un fuerte sonido. Wen Chao le volvió a dar una cachetada.

Jiang Cheng jamás se mostraría débil frente a está escoria, desde que se casó con esta basura jamás le soltó una de sus lágrimas, y jamás lo haría. Aún con las mejillas rojas, estás picando por el ardor, le dio una sonrisa para nada buena. "¿Hoy no te dio tiempo de acostarte con tu secretaria?" Le dijo con burla. Otra cachetada. "¿Creíste que no me iba a enterar de la aventura que tienes con ella?" Arqueo una ceja, mirando con frialdad al hombre que no se quería quitar de arriba suyo. "Pero tranquilo, no me importa lo que hagas con tu vida" Volvió a tratar de quietar a Wen Chao de arriba suyo, por suerte esta ves lo logro. "Tu no me importas en lo más mínimo, te puedes ir a la mierda a hacer tus porquerías, pero a mí déjame en paz" Con rapidez se levantó de la cama, se dirigió hasta la puerta y antes de siquiera tomar el picaporte de la puerta sintió como este lo empujó hasta chocar de lleno con la puerta.

Wen Chao quien no había dicho más que dos palabras se encontraba muy furioso. "Tu de aquí no te mueves maldita zorra" Le grito antes de empujarlo a la cama y volver a treparse arriba de el. Wen Chao le pegó otra cachetada mucho más fuerte que las otras, ahora causando que su labio se partiera y se sintiera un poco mareado. "Tu eres mucho mejor que esas putas" Le dijo besando su cuello.

Jiang Cheng se retorcía en desesperación, no quería que este hombre le tocará, que le besara, que le mirara. Sentía asco, sentía mucho asco. "¡No me sueltas ahora y juro por dios que te mataré!" Grito. Su respiración le estaba fallando, la desesperación se estaba apoderando de el, y eso le desesperaba más.

Pasaron los minutos y Jiang Cheng no solo tenía el labio partido, ahora se encontraba con un ojo morado y sus dos mejillas rojas por los golpes que Wen Chao le estaba dando. "Por---" No, el nunca le rogaría a ese hombre. "¡WEN CHAO SUELTAME!" No sabía por qué no tenía fuerzas ahora, siempre que pasaba estás cosas el podía empujarlo y encerrarse en el baño y no salir de ahí hasta el día siguiente o hasta más tarde que esté dormía por lo borracho que se encontraba. Ahora no podía moverse, su cara le dolía por los golpes, sus muñecas le dolían por la fuerza que estaba usando este, su cuerpo se sentía débil y el estaba por colapsar. Jiang Cheng pensó que podría ser por qué cada noche pasaba lo mismo, el Wen venía borracho queriendo aprovecharse de el y el siempre impidiendo que logrará su cometido, pero aún así siempre le tocaba sin su consentimiento, y ni hablar de los golpes que se ganaba cada noche por eso.

No supo de dónde sacó fuerza, pero cuando sintió la mano del Wen por dentro de sus pantalones levanto con fuerza la rodilla y le dio en sus genitales. "¡AAAH!" Soltó un grito de dolor el otro, pero no le podía importar menos eso, como pudo se levantó de la cama y fue a abrir la puerta para ir corriendo al baño de una de esas habitaciones. Cerro con seguro la puerta y se dejó caer en el piso. "¡JIANG CHENG ABRE LA MALDITA PUERTA!" Escucho el grito y los golpes que Wen Chao daba a la puerta del baño. No. Por nada en el mundo abriría la puerta de ese baño para que ese monstruo entrará y le hiciera algo que el no quería.

Después de unos treinta minutos dejaron de escucharse los gritos, los golpes pararon y por suerte se escucharon pasos alejándose de esa puerta que lo separaba del peligro. "Quiero que esto termine" Sollozo Jiang Cheng al estar completamente solo. "Ya no aguanto" Soltó con lágrimas en los ojos.