°Cap.5°

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Pasaron dos semas desde que el Wen se fue y no volvió, este tampoco le había llamado, ni mandado algún mensaje de texto, pero sinceramente no le importaba. Por otra parte sentía algo de miedo, miedo a que el Wen se le de por volver algún día y que el Lan este en el departamento.

¿Como era la relación que tenía con XiChen? no lo sabía, aún no sabia que eran, tenía claro que estaba engañando al Wen, pero dado a qué el le hacía lo mismo, eh incluso mucho antes de que el Lan volviera a aparecer en su vida. Wen Chao tenía miles de amantes, este siempre venía tomado por las noches, con perfume de otra, con mancha de pintalabios en la camisa, con chupetones en su cuello, y muchas cosas más. Pero vamos, a Jinag Cheng eso no le importaba, nunca sintió una pizca de celos por el Wen, ni cuando esté coqueteaba con otra en su propia cara, eso mas que celo, le causaba risa, ver cómo este no tenía ni la mas mínima decencia de respetar que estaban en un lugar público.

Volviendo a su relación con XiChen, ellos sin duda tenían algo especial, el lo sentía, y sabía que el Lan sentía lo mismo, este se aseguraba de hacérselo saber todos los días cuando lo visitaba o quedaban en ir a verse a la cafetería. Ellos se sonreían como bobos enamorados, se decían cosas lindas, Lan XiChen más que el, el solo podía avergonzarse y amenazarlo con que le rompería las piernas. Los abrazos que Lan XiChen le daba siempre les hace sentir bien, sentía paz, podía sentir todo el cariño que el Lan le trasmitía en los abrazos que le daba. Cuando Lan XiChen le decía cosas tiernas, cumplidos, o palabras de amor, Jiang Cheng sentía su mundo dar un vuelco, no entendía como en tan poco tiempo Lan XiChen podía llagar a causar tales emociones o reacciones en el.

Lan XiChen le hacía olvidarse de todo lo malo, le hacía olvidarse de que su vida unas semas atrás era un infierno. Jiang Cheng olvidaba que estaba cansando con un demente, con un sujeto que se encarga de hacerlo infeliz todos los días, el que le hizo elegir entre su felicidad o la de su hermano y familia, con XiChen olvidaba los abusos que sufría por parte del Wen, los golpes que recibió a lo largo de los años que llevaba casado con el, las humillaciones que esté le hacía todos los días.

Lan XiChen es su lugar seguro, el lugar donde el podía ser el mismo, dónde podia dejar fluir sus sentimientos, donde el decía lo que sentía sin recibir un golpe o humillación, o también poder dejar salir sus miedos, decir libremente lo que le asustaba o a lo que el teme. El Lan simpre lo escuchaba hablar de todo, cuando el terminaba lo abrazaba fuerte y le daba muchos besos.

Aún no le decía al Lan mucha cosas, como por ejemplo todo lo que Wen Chao le hizo, o darle una explicación del por que se casó con el Wen, aún así XiChen no le presionaba, y el estaba agradecido por eso. Podía darse cuenta de la preocupación que XiChen tenía, la curiosidad por saber la verdad tras toda la farsa, pero aún no estaba listo, tenía miedo de que todo terminará mal y que el Lan se alejar de su lado.

El miedo de volver a estar solo siempre lo invadía por las noches, cuando el Lan no se quedan a dormir se sentía solo, sentía mucha soledad, y su habitación se sentía frío. Sabia perfectamente que no tenía que depender de nadie más que de el mismo, pero como podría, después de tantos años de maltrato, tanto físicamente como emocionalmente, alguien llega y le da color a todo, llega a darle un giro a su vida, a su día a día, todo se siente diferente, pero eso le gusta, le gusta todo lo que el Lan causa en el, todo lo que el siente cuando están juntos.

Lan XiChen remplazaba los golpes por toques de amor, por esas caricias que el tanto ansiaba tener de alguien, específicamente de aquel hombre que conoció en esa fiesta, y que ahora que sabía que era el Lan no podía sentirse más a feliz. XiChen remplazaba las palabras de humillación con palabras de amor, con palabras lindas y alentadoras. Cuando el miraba esos ojos claros sentía calidez, su corazón palpitaba fuerte, su cuerpo se sentía débil, sentía un destello de felicidad y cosquillas en todo su ser. Siempre que besaba esos labios rosados se sentía bien, no sentía culpa, no sentía remordimiento, no sentía asco o quería apartar al Lan, era todo lo contrario, el se sentía bien, contrario a separarlo, lo quería más cerca, quería hundirse en sus labios, en sus brazos y que este no le soltara nunca.

𝑵𝒐 𝒗𝒐𝒍𝒗𝒆𝒓é 𝒂 𝒔𝒐𝒍𝒕𝒂𝒓𝒕𝒆 °𝑿𝒊𝑪𝒉𝒆𝒏𝒈° {Corrigiendo}Donde viven las historias. Descúbrelo ahora