Capítulo 14: ¡Devuélvemela!

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¿Bastante tarde? ¿A que se referia? Palidecí completamente en cuanto lo escuché decir eso. Lo primero que pensé fue «Es demasiado tarde, demasiado tarde para ella y todo es mi culpa»
Ni siquiera tuve tiempo de responder, no me dio la oportunidad, sentía la garganta seca y los ojos me ardieron y cuando me di cuenta Zeth había cortado ya la llamada, y las señales que el hombre que tenía frente a mi me sacaron de mis pensamientos. Con manos temblorosas cerré la tapa del móvil y con un gran esfuerzo para que no se me cayera de la mano lo metí en el bolsillo de mi pantalón.

-¿Obtuvieron algo?- Pregunté.

La verdad es que me sorprendía poder hablar aún, Perrie que se encontraba justo a las espaldas del hombre que estaba frente a la computadora, estaba recargada en la pared irregular a unos centímetros de la puerta con los brazos cruzados sobre el pecho, me devolvió la mirada totalmente inquieta.

-Me complace decirte que si, asi es, exactamente- me respondió el hombre.

De un saltó me baje del escritorio, y técnicamente fui a aterrizar a un lado del hombre.

-¿Y? -pregunté al sentir como dudaba en darme alguna información.- ¿Dónde está ella?

-En Escocia.

¿Como podía ser posible? Si, desde la primera vez que Zeth me llamó había ido a la policía, sabía que podían encontrar a Sal, cosa que yo no podría hacer por mi solo. Nunca me había llamado por mucho tiempo, había tenido que esperar casi 5 meses para esto, se podría decir que había vivido en la estación de policía desde entonces, esta vez fue diferente, volví a abrir mi teléfono y revise el tiempo que me había tardado hablando con él, un minuto y 36 segundos. Asi que, ahora me encontraba en la oficina del único oficial de policia que aún estaba dispuesto a tomar el caso de la desaparicion de Sally que muchos otros ya daban por perdido, creían que ella estaba muerta y su madre se culpaba a cada segundo por ello.

-¿Como puede estar en Escocia? -Preguntó Perrie mucho antes de que yo tuviera la oportunidad de hacerlo- Debería haberla sacado de aquí y alguien los habría visto.

-No necesariamente.

Todos centramos nuestra atención en la puerta. Yo principalmente por que conocía esa voz, Perrie y el oficial por que no la reconocían, incluso yo tuve dificultades para ubicarla, en cuanto la miré comprendí por que, no solo tenía la voz muy rota y totalmente hecha polvo, tenía marcas de color morado bajo los ojos inducidas por la falta de sueño, el anillo que seguía en su mano derecha yo lo había visto antes, en Sally que usaba uno igual en la mano izquierda la última vez que la vi, y un anillo de compromiso en la mano izquierda que dejaba claro que todavía no se casaba, Delia había pospuesto absolutamente todo por un tiempo indefinido, quería tener a su hermana a su lado en el momento mas importante para ella, y se había negado rotundamente a hablar conmigo otra vez hasta que encontrara a su hermana sana y salva, yo comenzaba a dudar que eso fuera posible desde que la voz glacial de Zeth se quedase grabada en mi cabeza. Luego de verla el oficial de policía convino con ella y le respondió a mi amiga.

-No necesariamente, señorita Edwards, pudo sacarla de aquí en el momento en que se la llevó del centro comercial- Perrie le lanzó una mirada sarcástica que el hombre ignoró-, en un auto. Pasar por ciento cincuenta mil lugares con vigilancia y aún asi todos habrían pasado desapercibidos a dos chicos comunes- Perrie le lanzó otra mirada esta vez de fastidio, como si quisiera quemarlo con los ojos por permanecer aqui perdiendo el tiempo- dos chicos como muchos otros, entre muchas personas y nadie los recordaría, especialmente en lugares con mucha gente.

Yo por mi parte seguía prestando atención a medias y la otra mitad de mi atención estaba con Delia.

-¿Podemos hablar?- Me susurró ella

La hermana de mi novia [Historia Corta]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora