Después de lo ocurrido en Velvet y la aparición de esa chica que había sido secuestrada la policía de un pueblo tan tranquilo como este no daba abasto, los rumores de que criminales peligrosos miembros de una organización de mercenarios llamada Swordsnake se ocultaban como civiles normales entre los habitantes no tardé en distribuirse y mucha gente hablaba de ello, a todo esto se unió la desaparición de personas conocidas por todos, como eran los dos cachas que tenían un gimnasio en el centro, el conserje de nuestro instituto o una de las secretarias que siempre atendía cara al público en el ayuntamiento, no tardaron en asociar sus desapariciones a que eran miembros de esos delincuentes.
- ¿El Conserje de nuestro instituto?, ¿Quién se lo hubiera imaginado?, pero, ¿y si fuese todo esto verdad y aún quedasen más ocultos entre nosotros?, ¿mis propios padres podrían serlo?, vaya, sería un buen plot twist eso, pero no, no creo-me levanté de la cama, me estiré y me dirigí a la ducha, puse una canción del grupo ese que vino el otro día a tocar al pueblo que me había gustado mucho y la tarareé mientras me lavaba la cabeza, cuando terminé, me puse delante del espejo, envuelta en mi toalla y cogí el secador para el pelo-pero...yo supuestamente estuve en el infierno junto a esos dos-tragó saliva recordando aquel momento cuando fueron teletransportados a aquel tenebroso bosque-o eso decían que era, de todas formas, desde ese día me he estado encontrando mal, no sé si será estrés por el momento tan desagradable que viví o el qué, pero ya me estoy empezando a preocupar, aunque desde ayer la molestia es menor y ya parece que ni la noto-se tocó la parte de arriba del pecho, debajo del cuello-ahh..espera...espera...-le vino un estornudo y-atchuuus....-lo hizo delante del espejo, lo que encontró en él la sorprendió bastante-espera, ¿qué?, ¿acabo de soltar eso al estornudar?, no puede ser-flipó aquella chica al ver que en la parte donde había caído su estornudo se encontraba hilo pegado en el espejo-pero espera...¿no serán mocos, no?-le dio asco pero se atrevió a tocarlo-ah no, al tacto parece hilo normal, ¿Qué está pasando?, ¿esto ha salido de mí?, pero no hice magia para invocar algo así-se miró las manos, cerró los ojos y pensó en fabricar el hilo, los volvió a abrir y vio a varios hilos levitando-no...no puede ser...puedo fabricarlos porque sí, no entiendo nada-
-Hanaaaa, a desayunar-la llamó su madre-que tienes que ir al instituto-
-Vooooy-respondí-me llamo Hana Spinnen, soy una chica de pelo castaño, alta y, está mal que lo diga yo misma, pero soy bastante mona, mi tío es uno de los inspectores que ha estado investigando esas extrañas desapariciones antes de que surgiera todo este tema de los mercenarios esos, y, hoy, me he dado cuenta de que puedo crear hilo, no entiendo nada-terminó de vestirse y salió del baño para desayunar e irse al instituto.
Al mismo tiempo, en otra casa del mismo vecindario, un chico con gafas llamado Fall Falkner estaba recogiendo su mochila para salir de su casa, era una persona algo más alta que Hana, de cabello moreno y muy obsesionado con el orden, tenía encima de una mesa un puzle de muchas piezas que había terminado hace poco y del que estaba muy orgulloso, en ese momento le vino un estornudo, lo hizo y, de repente, una pequeña ráfaga de viento asoló toda la habitación dejándolo todos por los suelos, puzle incluido.
-No...no puede ser... ¿Qué acaba de pasar? -alucinó-ah...no...no...con lo que me había costado...-se dio cuenta del destrozo.
- ¡Fall!, venga o llegarás tarde...-abrió su madre la puerta-pero bueno, ¿qué ha pasado aquí? -
-No lo sé...yo...-
- ¡Recoge todo esto ya! -
- ¡Voy! -corrió a hacerlo viendo la mirada de enfado que tenía su madre.
En otra casa cercana a la de los dos anteriores, otro chico, rubio y de ojos marrones llamado Harry Flamme desayunaba una tostada mientras escuchaba la radio que sus padres tenían puesta en la cocina.
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Crónicas Mágicas II
Phiêu lưuTras los desagradables sucesos ocurridos en Hudilia durante Crónicas Mágicas I, el país se intenta recuperar poco a poco de todo lo sufrido mientras un nuevo curso escolar comienza en el Instituto de Educación Secundaria y Bachillerato Kuroda, uno d...