28 de agosto 2016
Sacudí mi cabeza despejándome de mis pensamientos.
Bueno la manera en el que nos conocimos no resultó tan romántica que digamos—literalmente porque me robo mi crayón favorito y que por cierto, hasta ahora no me lo devuelve—.
Por lo tanto, esta soy yo, Laura Martínez, Laura para todos, Niña estúpida para él, Lauris para mi mejor amiga y Laurita desgraciadamente para toda mi familia.
¿Cómo termine enamorada? ¿Puedes creer que no lo sé? mis hormonas siempre estuvieron alborotadas cuando estaba a su lado. Nuestra relación—si es que se le podía llamar así— siempre fue más de hermanos que amigos.
Mi madre, por otro lado, siempre dije que era una de las mujeres mas hermosas que había visto, su corta cabellera negro azabache que le llegaba a los hombros y su flequillo característico, sin mencionar sus brillantes ojos castaños. Ella era, es y siempre será muy bonita.
Al pasar de los años se hizo muy amiga de la madre de Dante, la diferencia de edad entre ellas no era mucha, tía Bea es entre 2 o 5 años mayor. Tanto así que, cada domingo ellas se iban al salón de belleza o al Happy Pie, que era la cafetería más cercana de nuestras casas—y en la que trabajaba mi mejor amiga—.
Dante Russo, supongo que en ese entonces no había adjetivo alguno para poder describirlo, era de todo un poco. Siempre pensé que su apellido en Sealmes no era común, y era porque su padre es Italiano y su madre, británica, Don Enzo y tía Beatrice, también dueños de una gran empresa de construcción.
¿Ya dije que Dante tenía un hermano?
Pues si...
Christian Russo.
Hermano mayor de Dante, quien también es muy atractivo, de cabellera sorprendentemente rubia—según tía Bea, herencia de su abuelo—, ojos azules iguales—y cuando digo iguales, me refiero a exactamente idénticos— a los de su hermano, y una ligera barba adornando su rostro que siempre lo hizo ver aún más guapo de lo que ya era. A mi me lleva entre cuatro o cinco años, por lo que trabaja con su padre en la empresa.
A diferencia de Dante, era un poco sobrio y reservado debo admitir, o quizá no, la verdad es que las palabras que solíamos cruzar no iba más allá de un <<Hola>> <<Adiós>> <<¿Me pasas la salsa?>> <<Gracias>>, la verdad es que casi ni le he podido prestar atención todos estos años porque he tenido los ojos bien puestos en su querido hermanito.
¿Sabes algo? Tengo dos metas en la vida, uno es ser una gran escritora y el segundo es viajar por todo el mundo, ¿Por qué quiero realizar ese viaje? No lo sé, quien lo hace puede describirlo, una idea un tanto descabellada, pero ¿Qué tiene de malo soñar? Ayuda completamente a escapar de la cruda realidad, vaya cruda realidad...
Y si, estamos domingo
Por ello mi madre y tía Beatrice se fueron hace ya una hora a hacerse la manicura como de costumbre, así que le pidió a Dante que me cuidase en lo que volvían, él está viendo una película en la sala, mientras me mandó a preparar palomitas
¿Me vio cara de sirvienta o qué?
Bien que te gusta cuando te manda a hacer las cosas
¡Por dios, me estás dejando mal, vocecita interna!
¡Soy tu consciencia! te lo repito por 8376430397 vez
Meh, vocecita interna
¿Ya comenté que hablo conmigo misma? Exacto, más rara hasta el tope, suelo decirle vocecita interna desde los cinco años, pues si, desde muy pequeña. Mi madre me comentó que eso mismo le pasaba desde que tenía memoria. "De tal palo tal astilla" dicen, y lo confirmo.
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Solo Amigos ©
RomanceLaura y Dante son mejores amigos... Quizá sea ese el problema. ¿El amor podrá sobrepasar la barrera de la amistad?