Capítulo 2

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¡SIN EDITAR! he estado muy ocupada con exámenes y mil tareas, recién estoy actualizando, casi  no me ha dado tiempo de revisar muy bien. Si encuentran algo me escriben, y perdónenme los errores, ¿bien? en fin, mwak, ¡disfruten de la lectura! <3

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Laura.

Dolía...

Mi cabeza dolía, era como si una persona me tomara ambos extremos de esta y apretara tan fuerte que casi era sorprendente como seguía en pie. El frio del ambiente calaba mis huesos y me hacía tiritar.

Aquella sombra... cada vez se hacía más grande, más cerca

Unas manos que no eran las mías me sujetaban lo suficiente para no ir corriendo.

La sombra...

Lejos... Casa... No llores

No por favor, no lo hagas...

Laura...

No No No

¡Laura!

Noooooo

Entonces desperté, estaba aquí, en casa, era alivio.

Me observé a mi misma, mi respiración era inestable y descontrolada, mi corazón latía tan fuerte que estaba a punto de salirse de mi pecho. Incluso podía decir que sudaba frio. No era la primera vez que tenia ese tipo de sueños, a veces sentía como si me transportara a través de ellos y lo viviese una y otra y otra vez...

—¡Laura, despierta para ir a la escuela! ¡Te harás tarde! —escuché la voz de mi madre desde abajo en la cocina, ¿Habrá alguna vez en la que me dejé dormir más tiempo? Imposible.

¿Mi alarma de las mañanas? Pues sí, mi madre era la alarma, desde siempre

Dile que un rato más

—¡cinco minutos más! —jadeé cansada frotando mis ojos con pereza

—¡Dante vendrá en 15 minutos a recogerte! ¡Apúrate! — al escuchar su nombre me levanté tan fuerte que me caí de la cama y comencé a reír como tonta

¡Buenos días!

—Pff mamá, ¿por qué no empezaste por ahí? —susurre para mí misma

Casi ni me acordaba de ese detalle, ¡Qué vergüenza!

Me apresure a tomar una ducha súper rápida, me puse mi perfume de frutillas, un maquillaje natural—ya saben, un poco de mascara de pestañas, delineador negro y un brillo labial—.

Elegí un conjunto y me miré al espejo, pero nada me quedaba bien y era frustrante, siempre fui muy insegura sobre mi cuerpo, si había alguna prenda que enseñaba mucho, las inseguridades empapaban mis pensamientos, o cuando quería ponerme ropa más holgada me veía más ancha. Eso es lo que más odio.

Quisiera algún día despertar y que ya no me importe lo que piensen los demás.

Pero sinceramente sabía que sería dentro de mucho tiempo

Me di un último vistazo en el espejo y mordí ansiosamente mis uñas.— Otra de mis manías, soy un total desastre—. Al final corrí desesperada bajando las escaleras , tropezando con mi madre.

—¡Hija, espera! Tu desayuno— me acerqué a ella y le di un beso rápido en la mejilla

—Lo siento mami, ¡me hago tarde! —avisé antes de abrir la puerta rápidamente para luego cerrarla detrás de mí, en ese momento vi a Dante saliendo de su auto negro, con unas gafas de sol, unos jeans azules y una camiseta negra

Solo Amigos ©Donde viven las historias. Descúbrelo ahora