Forzado a Casarse con él Príncipe Enemigo

Capítulo 35

No importa lo que haga Xian Sheng, a los ojos de Zhan Zhen es encantador.

Era el año nuevo chino. Aunque todo se abrió un poco más tarde, todavía había mucha gente en la calle. Zhan Zhen se puso a su lado y llevó a Xian Sheng a la tienda.

La dueña de la tienda era una mujer. Estaba sentada detrás de la puerta bordando. Al escuchar que alguien entraba, tiró las cosas a un lado y se puso de pie, "Bienve..."

Hay muy pocas personas que hacen negocios en la parte alta de la capital que no conocen a la familia Imperial. Al final, estaban en ese lugar, incluso si no los has visto, puedes saberlo por su forma de vestir.

La dueña al primero que vio fue a Zhan Zhen y estaba un poco sorprendida. Pensó que era encantador y extraordinario. Estaba pensando en qué noble familia vendría, cuando de repente escuchó una voz suave: "¿Podría enseñarme el maquillaje y las fragancias, por favor? Quiero agregar algunas cosas nuevas".

La dueña movió la mirada y se encontró con la de Xian Sheng. Después de un breve asombro, dio dos pasos hacia atrás, se inclinó y dijo: "Saludo a la Princesa y al Príncipe Heredero, pasen por favor".

Xian Sheng la siguió y Zhan Zhen preguntó: "¿Hay algunas cosas buenas?"

"Hay algunas, pero no somos tan buenos como en Liang del Sur en la artesanía. Me pregunto si a la Princesa le gustarán".

Su corazón latía con fuerza. Después de la Ceremonia de Adoración Ancestral y la reunión de los oficiales civiles y militares con Xian Sheng. Poco después, la belleza de la Princesa Heredera pasó de boca en boca. Qiu WuLun, el hijo del Primer Ministro, tenía la costumbre de quedarse entre hablando en las fiestas. Se jactó ante los invitados en Qin Lou: "En ese momento, pensamos que habíamos visto a una Hada... ¡No, no, ella es una diosa! ¡La chica más hermosa de los siete cielos. No, es más que eso! ¿Qué dicen de la hija de Qin? La primera belleza de la Capital... No es que no sea hermosa, todas las chicas son hermosas, pero... la Princesa Heredera es un poco más hermosa".

Los más jóvenes se reunieron para hablar sobre la Princesa Heredera más hermosa de los nueve cielos. Al escucharlo Qi Ziyou, el hijo del Tutor Imperial, era tan arrogante que parecía en trance cuando lo mencionó y asintió con la cabeza: "Y solo la hemos visto una vez en la vida".

Con los dos tomando la iniciativa, se extendieron las palabras por toda la capital casi al instante. Las personas que tenían mucha curiosidad al principio sintieron que no era de extrañar, pero al mismo tiempo se volvieron más curiosas. Los eruditos escribieron poesías principalmente de fantasías de Xian Sheng. Algunas mujeres casadas se sintieron incómodas. Siempre que venían a comprar fragancias, se quejaban de algunas cosas con ella. Por cierto, menospreciaran a la Princesa abierta y secretamente. La dueña estaba realmente encantada con Xian Sheng, aunque todavía no la había visto. Pero esos versos que escribió la gente, ya la habían hecho imaginar.

Pensó que era una exageración, pero ahora descubrió que de hecho la Princesa Heredera encajaba con las poesías de fantasía. Incluso si nunca la habías visto antes, entenderás que el título de la Primera belleza de la Capital no es de otra persona más que de ella.

Se sentía agitada y emocionada, pero no se atrevió a descuidar su trabajo. Después de que los dos se sentaron y se les sirvió té, ella inmediatamente fue a buscar sus posesiones secretas. Cuando regresó, vio al Príncipe poniendo su brazo sobre la mesa, inclinándose hacia adelante para hablar con la Princesa. Los ojos del Príncipe siempre están por arriba de los demás, pero se dobló para hablar con la princesa Liang, también su mirada era gentil y sonriente.

Sin perder su sonrisa la dueña, le mostró la caja a Xian Sheng: "Mire, esto recién salió este año, ¿Le gustaría mirar?"

Liang del Sur es muy lujoso y la gente de ahí estaba más dispuesta a dedicar tiempo a estudiar sobre estas cosas exquisitas. Xian Sheng, como la Princesa Heredera favorecida, tiene mucho conocimiento y definitivamente ha usado muchas cosas buenas. Es difícil decir si son de su gusto.