Sakura no Komichi

26: Todo mejorará

C A P I T U L O 26: "T O D O M E J O R A R Á"

-Bien, creo que ya está listo

-¡Bien! Nosotros también estamos listos

-Aunque haya hecho esto para ustedes deben tener mucho cuidado, guardenlo bien.

-Estaremos aquí luego -Depositó un beso en su frente-.

-Bien, nos vamos entonces Sakura -Dijo su padre-.

-¡Tengan cuidado! ¡No hablen con extraños!

Desde ese día en el que discutió con sus padres, Sakura, por pedido de ellos, buscó la manera de protegerlos cada vez que ellos quisieran salir. Se había sentado a pensar en que podria hacer, asi que tomo el pergamino, y aunque fuera difícil buscó y buscó, no podía comprender nada, entonces recordó los días en los que entrenaba con Orochimaru, el sannin le había dicho que sin importar la situación en la que este, si a lo que se enfrentaba era muy complejo y difícil de descifrar debía concentrarse en al menos entender solo una pequeña parte, y convertirlo en su fortaleza. De los sellos en el pergamino, solo podía interpretar apenas algunas cosas, y una línea de ese pergamino, por más insignificante que sea sirvió. Aquella línea la pensó como una fórmula, y analizandola le atribuyó variables, estas variables la reemplazó por algunos de los sellos que le enseñó Orochimaru, aquellos sellos eran para ninjas que se enfocan en ocultar su presencia, esto ocultaba el chakra, el olor y hacia los pasos más sigilosos, sellos como estos usó el sannin en las anteriores guerras ninjas.

Armó dos papeles con el resultado de esta fórmula y sellos, y se los dio a sus padres, ella también hizo uno para sí misma, y lo guardó en su bolsillo, una vez que sus padres partieron, ella se transformó en Ryota y salió a entrenar al bosque, ese día no tenía que trabajar porque era día de descanso.

Una vez en el bosque, se sentó a meditar, esto fue algo que Tsunade le enseñó, pero que Orochimaru ayudó a profundizar, los sannin siempre hablaban sobre la fortaleza de adquirir paz antes del entrenamiento, por que esto ayudaba a concentrarse y daba precisión, con la meditación se despojó de preocupaciones, deseos y cualquier cosa que ocupara su mente, hasta que esta quede completamente en blanco, y tal como un lienzo, a través de su entrenamiento, plasmaron los conocimientos incorporados, además, la meditación la ayudaba a "unirse" con su entorno y sentir hasta la más pequeña roca a su alrededor.

La parte del bosque en donde estaba era especial, porque Sakura lo había hecho "su lugar", los árboles de esa zona tenían grabados los sellos espacio temporales que usaba, y todos los días a esa misma hora, una fuerte brisa que venía de la cascada allí cerca, levantaba las hojas caídas y las hacía volar alrededor del bosque. Sakura sentía la brisa acercarse, ella aún se mantenía con los ojos cerrados, y cuando la brisa acompañada de las hojas del suelo se acercó, Sakura se esfumó.

Se movía entre las marcas de los árboles, una por una iba tomando cada hoja que pasaba y las apilaba formando una montaña en el centro del lugar, ninguna de ellas escapaba de la kunoichi, al final todas eran atrapadas, y hasta que no tomó la última de ellas, no cesó de moverse a través del sello.

Entrenó toda la tarde hasta que se hizo de noche, y luego volvió a su guarida para buscar un hacha, y entrando notó que sus padres ya se encontraban ahí, ambos durmiendo en la sala abrazados. Con su hacha al hombro, dejando ver el reluciente brillo de su filo, caminaba por el bosque en busca de troncos secos y árboles que ya antes habían caído por motivos climáticos.

Mientras se encontraba en la oscura noche con la tenue luz de la luna y las estrellas sobre ella, solo se oía el sonido de los machetazos que cortaban los troncos de los árboles, pero algo más había ahí, y ella lo noto inmediatamente.