El chico del broche de pingüino. | JaeDo. ♥

Quattordici.

Nota: Ignoren la hora y fecha de los "tweets". No tienen nada que ver ajsjas.

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Salí del elevador tranquilamente, pasé a comprar solo un paquete de galletas porque estaba tan nervioso que se me olvidó lo que tenía que comprar. Saqué mis llaves y procedí a entrar al departamento.

Inmediatamente, solté las cosas y— ¡DIOS!, ¿QUÉ ACABA DE PASAR? —grité fuerte, mi pecho palpitaba por la respiración agitada que tenía; en todo el camino venía pensando si era un sueño o de verdad la vida me está poniendo todo más fácil.

Me acerqué al buró de la sala, y abriendo la laptop fue que empezaba a buscar fotos de lo que alguna vez fue mi escuela. En la página de la escuela generalmente suben fotos de las generaciones pasadas, troné mis dedos mientras desplazaba la página.

—Es ridículo, ¿Cómo no van a tener foto de mi generación? —dije. Me recargué bien en el respaldo de la silla, mi vista se dirigió al libro en físico que yacía sobre el mueble. Estiré mi mano— Y pensar que nunca lo leería... creo que puedo considerarme un autor feliz —sonreí. Dejé de lado la computadora y agarré el celular, entré en Twitter buscando el usuario que me dio DongYoung.

Lo seguí y enseguida le mandé mensaje, esperando que contestara cuando lo viera.

—No puedo creer que sea él... —observaba el techo  y abría las galletas de vainilla que compré— Le diré a la abuela Yeon —marqué el número desde mi móvil y esperé a que contestara, ella como directora de un gran colegio era obvio que estaría ocupada.

Tres tonos y un lindo "Hola cariño" fue lo que escuché.

—Abuela, ¿No te molesto? —cuestioné.

—No corazón, siempre tendré tiempo para ti, ¿Qué sucede? —su tono se escuchaba alegre.

—Lo encontré —un silencio se promulgó en la llamada—, encontré al chico del broche.

—AAAAAAAAAAAAAAAAAA—gritó—, espera deja pongo mi café —escuché como se levantaba, un minuto después volvía a oír su respiración—. Ahora sí, ¿Cómo?, ¿Cuándo?, ¿Dónde? YoonOh, dime todos los detalles.

—Bueno... un crítico literario anónimo dio una reseña sobre el libro, las chicas me dijeron que le agradeciera personalmente y así fue. Hoy fue la reunión y... se presentó primero que yo. Fue así que me dijo que su nombre era-

—Kim DongYoung —completó—, ¿Cómo reaccionaste?

—Yo... entré en pánico, no supe que hacer así que seguí mi instinto. Estuve muy nervioso pero al final terminé obteniendo su contacto, le dije que quería conocerlo más y él accedió.

—Awww mi querido Jae, pero ahora respóndeme algo, ¿Aún sientes algo por él?

—Yo... debo admitir que mis ilusiones y mi falta de fe en encontrarlo hizo que rechazara mis sentimientos. Pero yo lo sigo admirando y sé que lo sigo queriendo, lo vi hoy y mi mundo se volteó de cabeza, quiero conocerlo más porque así tendré oportunidad de que entre ambos podamos formalizar una amistad o algo más allá.

—¿Y si no se formaliza algo o si no es lo que esperabas?

—Lo aceptaré, las personas cambian y sé que quizá él pudo haber cambiado tanto su pensamiento como su actitud, si no llegamos a congeniar yo estaré satisfecho con haberlo conocido y el haberme inspirado a seguir adelante, también le agradecería porque por él descubrí realmente lo que me gustaba; escribir.