El chico del broche de pingüino. | JaeDo. ♥

Quattro.

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—Così stanco (que cansado) —me senté en el escritorio del salón de clases. Tuve muchísimas tareas últimamente provocando que mi nivel de lectura se atrasara.

"Entre otras noticias, Yoon SanHa fue visto con Moonbin! Ambos se encontraban muy cariñosos y melosos en un pequeño restaurante, —Jamás me había sentido tan roto— ¡EXCLAMA EUNWOO!"

Sonreí por mis adentros, Mark había publicado la noticia en el periódico escolar y había obtenido el permiso para decirlo en la radio de la universidad.

"Conseguimos fotos exclusivas del suceso, ¡Solo una pequeña paga y las obtendrás!"

—Eunwoo, tienes que creerme, ¡No era yo el de ese restaurante! —los gritos de SanHa se escuchaban por todo el pasillo, Eunwoo entró enojado al aula y tirándole su sudadera lo encaró.

—Eres un descarado —le dijo—, Moonbin era mi mejor amigo y tú solo... —frenó sus palabras—. No te quiero volver a ver, esto se acabó.

Tomó su mochila y salió rápidamente, el salón quedó en silencio y varios murmullos comenzaron a salir.

—¡ENCONTRARÉ AL ESTÚPIDO QUE ME DELATÓ! —SanHa hizo la Britney señal a todos y también se fue.

Pensé que Mark estaría en riesgo, pero la verdad es que la mayoría piensa que el encargado del periódico es un alumno sin vida social, calvo y con una severa obsesión a las vidas ajenas.

Mark era atractivo, tenía una reputación en la escuela por ser bastante social y lo más importante...

Mark tenía cabello.

—Oh, ¿También lees eso? —escuché atrás mío. Sicheng miraba con curiosidad el libro sobre mi mesa.

—Sí, Come mai? (¿Por qué?)

—Yo lo leí —comentaba sentándose en la banca de atrás—. La verdad es que no te recomiendo que te encariñes.

Volteé a verlo— No me gustan los spoilers.

—No es un spoiler, es la realidad. ¿Crees poder terminarlo? Es un libro bastante popular, habrán spoilers por todos lados.

—Sicheng, agradezco el consejo. Puedo terminarlo por mí mismo —le comenté.

Él encogió sus hombros— Entonces espero lo disfrutes, es un gran libro.

Agradecí, una profesora de la otra área indicó que teníamos hora libre debido a que los profesores del área de Salud están en una junta urgente.

A esto, varios de mis compañeros optaron por irse a la cafetería o al patio.

—Te pedí ayuda por nada —. Mark se golpeaba la cabeza con la mesa—. ¡Perdí todo por nada!

—Deja de hacer dramas —comenté sacando mis lentes de lectura—. Veelo del lado positivo, ya hiciste la tarea. Smetti di lamentarti (deja de quejarte).