Re:Ver || Kiheon

.DOS - Rebound (1/2).

—Primera parte—

Ocho meses después.

Jooheon estiraba tranquilamente sus extremidades superiores, sintiendo aquel ya característico click en su hombro derecho, para luego llevar una de sus manos hasta su cabello y peinarlo distraídamente hacia atrás.

Un nuevo día comenzaba, al menos según su reloj sobre la estantería de su habitación, por lo que su turno comenzaba pronto y debía terminar de alistarse.

Se giró y tomó la chaqueta blindada que formaba parte de su uniforme que estaba encima de la cama. La pequeña litera que ocupaba el autómata durante sus sesiones de recarga vital se colocaba a un costado de la habitación, a juego con el resto del escaso y monótono mobiliario.

Los compartimientos mecanizados para la estadía de las unidades autómatas se distribuían por toda el ala este del recinto subterráneo de la sede. Sus cuarteles eran construcciones estándares y convencionales, siendo habitadas por parejas de robots según su rango y especializado, por lo que Jooheon llevaba compartiendo su lugar con Changkyun desde que lo habían reactivado para el deber, hacía ya varios años.

Terminó por colocar todo en su lugar, asegurando los abrojos y refuerzos del traje y tomó su pistola para enfundarla contra la cadera, dispuesto a salir al pasillo y dirigirse a su puesto en la avanzada de vigilancia.

A medida que avanzaba por el estrecho y eterno pasillo, el peliazul fue encontrándose con diversos colegas y compañeros con los que compartía un ligero saludo militar sin detenerse; si bien era temprano por la mañana, la actividad de los soldados era movida por el cambio de turnos y guardias en sus puestos. Jooheon esperaba quizás encontrarse con Changkyun durante el intercambio, ya que el autómata castaño seguramente había terminado con su supervisión de la última filtración, pero no fue así. Seguramente, su amigo estaría ultimando detalles.

Llegó a la sala de vigilancia e inteligencia, por lo que tomó asiento en una de las casetas disponibles y dio inicio a su jornada laboral de esa semana, supervisión, recopilación de datos y coordinadas y actualización de las posiciones de las armadas.

Desde el intento de invasión y emboscada que habían sufrido en la sede, las direcciones y órdenes dadas a los autómatas habían cambiado radicalmente bajo las manos del comandante Son, quien creía fervientemente que era el momento oportuno para cambiar de estrategia y abandonar su posición neutra en la renuente guerra para comenzar a devolver el fuego de manera astuta. Si le preguntaran a Jooheon que pensaba al respecto, diría que era una crónica de muerte anunciada por parte del superior, nada bueno podía salir de ello, pero él era un simple autómata.

Sin embargo, no era el único que pensaba igual. Varios de sus compañeros de contienda comenzaban a expresar disconformidad con las órdenes que les cargaban a sus sistemas semanalmente -a pesar de que, algunas otras unidades, disfrutaban de justamente lo mismo, las órdenes salvajes y estimulantes- pero, además, era Kihyun quien también compartía aquel pensamiento.

Las comisuras de sus labios temblaron en un intento de sonrisa al recordar al enigmático médico superior, sus pupilas titilaron brevemente por un segundo antes de que sus manos se movieran discretamente sobre el teclado y una imagen en vivo del laboratorio que ocupaba el pelinegro se expandiera en la pantalla de su computador.

"Es bien temprano y tú ya te encuentras enfrascado entre cables y conexiones" pensó, divertido, al ver como Kihyun iba de un lado al otro de la extensa mesa de trabajo donde descansaba una nueva unidad a punto de ser activada. Últimamente sus servicios estaban limitados y enfocados a la optimización del ejército y su capacidad de unidades, por lo que eran difíciles los momentos en los que podían encontrarse y pasar tiempo de calidad juntos.