Eran las 12 menos diez, y me despertaron unos ruidos. Que resultaron ser mis compañeras de cuarto (las muy pijas) cambiándose... A ver: ¡ni que fueran a ir a un desfile de moda!
¿En serio? ¿Tenían que maquillarse hasta para ir a clase de astronomía? (¡Que obviamente iba a estar todo oscuro y no se les iba a poder ni ver!)
¡Podría haber dormido cinco míseros minutitos más!Me levanté de mal humor, agarré mi varita, cojí mi mochila y mi telescopio plegable y salí del cuarto dando un portazo.
Bajé las escaleras a toda prisa y me dirigí a la torre de astronomía.
Me percaté de que tenía la túnica hecha una uva pasa, y me la alisé un poco con la varita.
El 99% de los alumnos de Hogwarts compran su varita en Ollivander. Pues bien, yo soy ese 1%.
No es que no fuera a la tienda, sino que Ollivander no tenía ninguna varita que me sirviera. Probé la mitad de las de la tienda, pero ninguna me escogió.Mis padres, exasperados, se dedicaron a buscar otro fabricante de varitas. Y acabé con una tal Violetta Beauvais. Que acabó haciéndome una a mano; madera de ébáno, pluma de thunderbird, razonablemente flexible, 54 centímetros.
Arakne, sin embargo, no tuvo problema ninguno, a la tercera, una varita de acacia, con núcleo de corazón de dragón, flexible y de 52 centímetros y medio, la eligió.
He de decir que mientras Arakne destaca notablemente en encantamientos y en todas las ramas chungas de la magia, yo lo hago en transformaciones, DCAO y pociones...
Nos complementamos.
La profesora Sinistra abrió la puerta y me dejó entrar. En vista de que no había nadie más fuera y era la hora, comencé a sacar mi telescopio y mi mapa.
De pronto, tocaron a la puerta.
Sinistra se apresuró a dejar pasar a los culpables.Mientras limpiaba la segunda lente de mi telescopio, oí que los alumnos excusaban su tardanza diciendo que se encontraron a Peeves.
Cuando me vieron, algunos me preguntaron cómo había llegado sin contratiempos...
<<Mierda ¿y ahora cómo respondo yo a eso?>>
Suelo olvidar que conozco muchos más atajos que la mitad de todo Hogwarts junto...
Y técnicamente ni siquiera debería saberlos, dado que la mitad de las veces Arakne y yo los hemos utilizado para escapar de Filch y de la Señora Ñordis (a ver, se llama Norris, pero es una ñorda, así que el nombre le viene de perlas).Decidí no contestar, y en vista de que nadie volvió a molestarme, me incliné sobre mi mapa, y empezé a dibujar las constelaciones que veía por mi telescopio.
La clase duró una hora y pico, y cuando acabé, me largué corriendo a mi cama otra vez.
Madre mía que sueño.
Me volví a levantar a eso de las siete y media, bajé a desayunar, y una vez lo hube hecho, me encontré con Arakne, que me recordó que íbamos a quedar en la hora del recreo.
Por el rabillo del ojo ví a Filch con la señora Ñorris viniendo hacia nosotras.
-Corre- susurré- que viene Filch.
Nos largamos pitando. Para nuestra "suerte" teníamos clase doble de pociones con Snape. Así que nos apresuramos a ir a las mazmorras.Bajamos volando las escaleras y Arakne me gritó- Kata, ¡Que faltan dos minutos! ¡No llegamos!-
Por Merlín que vamos a llegar. Te lo digo yo.
Aumentamos más nuestra velocidad si cabe y en un minuto y medio, abríamos la puerta del aula y nos metíamos dentro.
Snape ya estaba ahí.
Mecachis en la porra.
Habían quinientas mil cosas apuntadas en la pizarra. Arakne y yo nos dirigimos a nuestros sitios y sacamos nuestros calderos, nuestro libro y nuestro material de pociones.Tocaba hacer antídotos, así que cuando terminamos estábamos un poco hechas polvo.
Después tuvimos historia de la magia y aproveché para dormirme.
Cuando acabó la clase, subí a la biblioteca y, con un bocadillo de queso en la mano, comenzé a hacer la pinche redacción de cincuenta centímetros sobre los antídotos que nos había mandado Snape.
Al rato llegó Arakne. Yo tenía el diario en mi mochila, así que vigilando que la vieja de Pince no estuviera por ahi, lo saqué con mucho cuidado.
La encuadernación era muy... ¿McGonagall?
A ver, no hay otra manera de describirlo, era rojo granate y muy cuidado.Lo abrí por la primera página, y aparte de un dibujo (muy bonito) de una casa, había en la esquina inferior derecha un corazoncito con las letras MM y APWBD.
A saber que era eso. Arakne estaba a punto de pasar la segunda página, cuando nos sorprendieron unos gritos.
-¡Qué hacéis comiendo en la biblioteca!¡Ensuciando los libros!- Miércoles. Era la señora Pince... Y para colmo, nos arrebató el diario de McGonagall de las manos.
Intentamos convencerla, pero no sirvió de nada.
Nos hizo salir de la biblioteca, pero lo peor de todo fue...
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Siento no actualizar a menudo, pero no tengo ánimos😅
Muchísimas gracias por leer.
Les quiero mucho😭💞💞😻
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MinBus (Minerva McGonagall X Albus Dumbledore)
FanfictionLa foto no es nuestra, es de internet😅 (Minerva McGonagall y Albus Percival Wulfric Brian Dumbledore son del mismo año :)) Arakne y yo estábamos sospechando que Minerva y Albus tenían vida romántica después de ejercer su profesión... pero no empeza...