Rascal Abrió los ojos
(" Dónde estoy? No lo sabría decir...de momento...Espera...Esa mesa...Esa butaca...Estoy en casa de Jill.")
-"Tío, no me creo que te hayas quedado dormido..."
("Todo...todo había sido una pesadilla o... Que? No entiendo nada.")
Rascal se reincorporó en el sofá y miró a su alrededor.
-"Rasky... estás muy raro..."
Jill se río y se sentó en la butaca.
("Es él...no lo puedo creer! ¿Pero porque...no puedo decirle nada? Es como si mi mente quisiera hacer algo, pero mí cuerpo responde de otra forma")
Jill fumaba un canuto y lo pasaba a su amigo. Rascal lo cogió pero por impulso.
("No me apetece fumar, porque lo estoy haciendo?")
-"Ua... tío he tenido... un pensamiento de esos que en el futuro será relevante..."Jill se apoya en sus rodillas, sentado aún en la butaca y gira su rostro hacía Rascal.
-"Quiero hacer un pacto contigo..."
Alarga su brazo para coger el canuto de manos de Rascal, se lo lleva a la boca.
-"Sí en un futuro...Tú...o yo...desaparecemos de este mundo...Porfavor...no dejemos atrás nuestros sueños. Seguirás con la música...y yo con mi sueño de ser dibujante...
"Jill..."
Rascal quería hablar pero no podía, solo asintió. Jill se levantó y se puso de rodillas en sus piernas, apoyando sus brazos en estas y mirándole a los ojos.
-"Recuerda que es una promesa..."
Jill alarga su puño esperando a que Rascal se lo choque.
El pelirrojo, le devuelve el puño con una sonrisa.
-"Sabía que podía confiar en ti... siempre lo he sabido Rasky..."
La sonrisa Radiante de Jill provocó que en el rostro de Rascal apareciese una lágrima.("Estoy soñando...verdad?")
Apartamento de Rascal, Nueva York, 5 de Junio de 2015 - 06:20 AM.
Rascal despertó. El aire se colaba por las aberturas de la persiana, hacían un estridente sonido, aunque este no fue capaz de quebrantar el profundo sueño del chico. Solo la alarma lo hizo.
Pasó algo más de un mes des del día que enterró a Rascal en una profunda tristeza. La tienda permaneció cerrada una semana de luto, pero se permitió a Rascal que estuviera un mes de baja por salud mental. Aunque llegó el día que tuvo que regresar a su puesto de trabajo.
Rascal se quedó un rato sentado en su cama, las lágrimas brotaban de sus ojos, pero ya no le salía llorar más, estaba muy triste y el disgusto seguía vivo en su interior. Era incapaz de olvidar lo que ocurrió aquel día. El sueño que acababa de tener, hizo que se levantara de la cama. Llevaba sin sonreír des de aquel día. La mayoría de días los pasaba encerrados en su apartamento. Solamente salía para ir al hospital y ver a Arsew, al cual le avanzaba su enfermedad cada día que pasaba...La medicación no funcionaba y cada vez las dosis eran más bajas.
"Nadando en un mar de desgracias"... Ese era el título del arco argumental que estaba viviendo Rascal en este momento. No había salvavidas que le sacara de ese océano que se le hacía eterno. Intentaba avanzar, pero cada vez era más difícil... Olas gigantescas le arrollaban y estaba al borde de ahogarse por completo.
Se secó las lágrimas al ver que de golpe una mano le sacó de ese océano, El propio Jill. Ese recuerdo que fue retomado en el sueño que el chico había tenido esa noche le hizo centrarse en la promesa que hizo a su amigo.
-"Es una promesa"Las primeras palabras que Rascal soltó después de varios días de silencio y lágrimas. Una pequeña sonrisa se esbozó en su rostro.
El apartamento estaba sucio y el fuerte olor a sudor y suciedad se notaba en el aire. Rascal abrió la ventana y una fuerte corriente de aire entró al interior. Con la luz se pudo apreciar la gran cantidad de barba que había aparecido en la cara del chico y los ojos rojos que tenía de tanto llorar. Su pelo estaba más largo que antes y con varias greñas que se le habían formado por la poca higiene y por no peinarse.
Tocaba avanzar. En el tablero de ajedrez había dos contrincantes: Rascal contra el trauma. El pelirrojo quería intentar derribar al rey lo antes posible. Aunque el Jaque mate estaba lejos de su vista, tenía ese objetivo...Y ya es un gran paso.
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Cupcake de chicle
De TodoNueva York, 2015. La gran ciudad es un lugar cada vez más familiar para Rascal. Después de pasar gran parte de su vida en un pueblecito de Corea, se mudó a Nueva York para perseguir su sueño de ser cantante. Trabajando casi todo el día en una tienda...