Pequeña Ladrona

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Argo: Maldición, me siguen doliendo mis costillas... ¿por qué no le pedí a Syr que me cuidara?, con su amabilidad... jejeje, ¡auch!

Argo se sentó a un lado de la calle, cerca de un callejón, descansó unos minutos y se puso de pie nuevamente

Argo: Necesito investigar que sucedió, que un monstruo haya atacado a Kami-sama de la nada... esa no me la creo

Argo caminando por varios minutos finalmente llegaría a la escena del crimen, estaba rodeada de miembros de la familia Ganesha y estaba totalmente cerrado al público

Argo: Bien, si no puedo entrar por aquí, tendrá que ser por arriba... Ah, con mi cuerpo herido no puedo hacer mucho esfuerzo, arriba o abajo, ¿qué manera será la mejor?

Mientras el peliblanco pensaba en que hacer una guardia de soldados de Ganesha y una peliazul arribaron el lugar

Argo: Vaya, esto si es algo...

La peliazul creyó ver algo y miró hacia el callejón pero no logró ver nada y finalmente lo dejó pasar

Argo: Dios.... gracias Kami-sama, ahora con ella no creo que sea posible entrar, ni modo

El Argonauta no se iría de ahí sin una prueba conciza, sacó su catalejo para observar de lejos y ajustando el lente pudo ver mejor las caras de los soldados que se encontraban desmayados, tenían una cara de excitación y sonrojos muy extraños

Argo: Vaya... sonrojos y excitación, esto solo puede ser obra de un afrodisiaco, nunca usé uno, por lo cual no conozco los efectos pero solo hay una sustancia que cause eso, a menos que... sea un Dios o Diosa, ¿qué Dioses en Orario hay con tal poder?, veamos... está Freya e Ishtar y... no se quien mas, debería investigar mas al respecto

Argo dejaría la zona por el momento, había descubierto bastante y era hora de abandonar la misión de investigación

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Una hora pasó desde que Argo se había desaparecido, ya era hora de que volviera, esto pensaba una Diosa pequeña de 2 coletas negras en su cabello

Hestia: ¿Ya volverá...?, quizás está enojado...

La Diosa se deprimiría sola y un destello blanco chocaría con la ventana

"¡AUCH!"

Hestia: ¡¿Qué?!

Esto la tomaría desprevenida y se asustaría pero pronto vería que no había nada que temer

Argo: Diosa, ¡regresé!

Hestia: ¡Argo!, ¡sabía que volverías!

Argo: ¿A donde mas puedo ir?

Hestia: Solo a mis brazos

Hestia abrazó con fuerza a Argo y este solo la recibió de vuelta

Argo: Creo que ya fue mucho, deberías descansar jeje, ahora vuelvo, debo hablar algo con Mia

Hestia: Regresa pronto Argo-kun

Argo saldría del cuarto con sumo cuidado, ya era bastante de noche y no quería molestar a nadie pero entonces desde las sombras, una criatura muy peligrosa aparecería

Syr: ¿A donde fuiste?

Argo: ¡¡¡AAAAAAH!!!

Syr: ¿Estás bien?

Argo: Oye, ¿qué te pasa?, ¿quiéres que me de un infarto o algo así?

Syr: Lo lamento, pero dime, ¿a donde fuiste?

(Una Historia De Danmachi) La Leyenda Del ArgonautaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora