El Piso 18

178 15 12
                                    

El grupo del Argonauta avanzaba con paso firme hacia el piso 18 del calabozo, el ambiente ya comenzaba a volverse más sofocante a medida que descendían. El suelo temblaba ligeramente bajo sus pies, un recordatorio constante de las profundidades en las que se encontraban.

Argo: ¡¿Qué tal van amigos?!

Yuri (con una sonrisa aburrida pero con competitividad): Con ganas de robarte ya el jefe de piso.

Fina (mientras observa los alrededores con atención): ¿Deberíamos estar preparados para sorpresas? A veces los pisos bajos tienen más trampas de las que parecen.

Welf (mientras ajusta su arma): No te preocupes, Fina. Con nuestra experiencia, podemos manejar cualquier cosa que nos echen. Aunque no estaría mal tener una estrategia para el jefe de piso.

Lili (mirando a Welf con una sonrisa traviesa): ¿Qué tal si dejamos que Yuri se encargue del jefe y nosotros nos encargamos de los detalles? A mí me parece una idea bastante justa, además, ya se lo ganó en el piedra papel o tijera.

Yuri (con un brillo en sus ojos): Je... 

Mientras el grupo sigue adelante, un eco distante de rugidos y el sonido de pisadas pesadas comienzan a resonar en el túnel. La tensión se siente en el aire. La luz de sus antorchas se refleja en las paredes, proyectando sombras inquietantes que parecen moverse por sí solas.

Argo: Parece que el piso 18 no nos va a dejar pasar sin un pequeño desafío.

Fina (susurrando): Mantengamos la guardia alta. Nunca se sabe qué tipo de monstruos pueden aparecer.

Justo en ese momento, un grupo de monstruos, más grandes y agresivos que los anteriores, aparece en el camino, bloqueando su avance. Las criaturas tienen un aspecto robusto y salvaje, con colmillos afilados y garras que resplandecen con un brillo letal.

Welf (preparándose para el combate): ¡Aquí vienen! ¡Vamos a demostrarles de qué estamos hechos!

Yuri (desenfundando sus garras con una sonrisa confiada): ¡Preparémonos para un poco de diversión!

El grupo se dispone a enfrentar a los monstruos, con Argo y sus compañeros listos para desplegar sus habilidades en una batalla que, aunque no sea especialmente difícil, será un buen calentamiento antes del enfrentamiento con el jefe de piso.

------------------------------

Después de una breve pero intensa batalla contra los Lygerfang, el grupo se toma un momento para recuperar el aliento. El suelo está salpicado con los restos de las criaturas derrotadas, y los miembros del Argonauta se agrupan para descansar.

Argo: Vaya, hace años no veía así de emocionado al hombre lobo emperador.

Yuri (limpiándose el sudor de la frente, con una sonrisa): Hmp... no es nada, solo me siento feliz.

Argo (con una risa amistosa): Vaya, ¿te sientes bien?, ¿no estás enfermo? jajaja.

Yuri (arqueando una ceja y sonriendo de forma juguetona): ¿Crees que me ha afectado un golpe en la cabeza? Solo estoy disfrutando del momento.

Argo: ¿Del momento?

Yuri: Sí, recordar la época de hace mil años, es inspirador. Pero deja de mirarme así, idiota.

Argo (con una sonrisa amplia): Lo sabía, si tienes sentimientos. No pensé que el temido hombre lobo emperador pudiera ser tan sentimental.

(Una Historia De Danmachi) La Leyenda Del ArgonautaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora