Hacia las estrellas✔️

✰ VEINTIOCHO ESTRELLAS✰

Una nueva confesión

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Mis labios tiemblan pensando que decir.

Ryan y yo caminamos en silencio hasta un pequeño lago que simplemente se ve como una obra de arte ante el atardecer.

Ryan está frente a él lanzando unas rocas que rebotan mágicamente sobre el agua.

¿Que debo decir? No puedo llegar allí y decirle lo siento, no es excusa...

Se que le hice daño, se que arruiné toda la confianza que me había costado tanto tener, Ryan no era fácil de leer, él era complicado, como la ecuación de matemáticas más difícil que yo misma me había dedicado a resolver.

Por qué lo amo.

Sin más suspiré, me puse de pie sobre el césped y caminé hasta el, estoy segura que el sintió pudo escuchar mis pisadas por qué se detuvo al tratar de la otra roca, sus hombros se tensaron, pude verlo.

—Ryan—mi voz entrecortada me rompió, las lágrimas empezaron a salir de mis oscuros ojos.

El se dio la vuelta lentamente hasta estar frente a mí, había una distancia no tan larga entre nosotros, no pude más, sus ojos me miraban de una manera que no podía descifrar y lo último que quería pensar era que brillaban con decepción.

Corrí hasta a él sollozando, me detuve cuando sentí su pecho contra el mío y rodeé mis brazos en su abdomen, lloré en su pecho una vez más, pero me sentía a salvo, me sentía segura otra vez al sentir su calidez.

— Perdóname—alcancé a decir, el relajó su cuerpo y acarició mi cabello— yo no quería...

—Basta— susurró— lo sé todo, solo no me sueltes ¿Okay?

Lo obedecí, sus palabras me devolvían el aliento, sentí sus manos en mis mejillas tomándolas con fuerza y levantado mi rostro lentamente, sus ojos volvieron a conectarse con los míos, su mirada me reflejaba un te amo, no me iré de nuevo, tu no me dejes ir...

No te dejaré ir, Robles, jamás...

Sus labios se estamparon en los míos, encajaban a la perfección, el beso era tierno, era lindo, era necesitado. Puse mis manos en sus mejillas y las sentí húmedas, me partió el corazón saber que el también estaba tan destrozado como yo, saber que estaba llorando por tenerme de vuelta así como yo con él.