✰QUINCE ESTRELLAS✰

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¿Que estás haciendo, Mar?

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—¿Puedes parar de llorar?—Suplicó Ryan—pareces la llorona pero más actualizada.

Yo ignoré sus comentarios y terminé de leer el último párrafo, este libro me hizo llorar y es más viejo que el Gato que pasa por mi ventana cada mañana, de hecho, ese gato ha pasado por mi ventana desde que tengo Cinco años y puede decir que hasta antes de eso.

—¡No lo entiendes! ¡No quedaron juntos!—sople mi nariz entre sollozos.

—Eres muy exagerada, Solo es un libro.—Lo miré con seriedad para que entendiera bien mi mensaje, agarré la almohada que estaba en el suelo y estuve a punto de lanzarsela. Hasta que habló de nuevo— mira Mar, no todas las historias acaban bien, la realidad no es de color de rosas, no. LA REALIDAD es dura, es cruel y llena de maldad como las personas que habitan en ella, si esperas una Historia feliz con un príncipe de capa larga que venga y alegre tu vida—Soltó una risita y movió el dedo— nunca pasará.

A veces me sorprendía conocimiento que Ryan tenía por la vida, esa perspectiva rara y sabia que le hacía parecer un viejito. es como si fuera el dolor en vida en el cuerpo de un chico asustado.

Dejé el libro en la mesa y sequé mis lágrimas, caminé un poco hacia él —quién estaba parado frente a la piscina, por qué sí. Él tenía una piscina en su casa—.

Crucé el marco de la puerta que dejaba ver aquel hermoso lugar, tenía muchas plantas a su alrededor y la piscina estaba iluminada con un color azul un tanto llamativo, ya era de noche por lo que se veía espectacular este lugar,me paré a su lado cuidando mis pasos ya que estaba en el borde de la piscina.

—¿Estás bien?

Mi pregunta lo tomó desprevenido, abrió los ojos y los labios con cierta sorpresa, sorpresa que luego fue sustituida por cierta alegría.

—¿Sabes cuándo fue la última vez que alguien me lo preguntó?— Mis ojos estaban clavados en los suyos, esperando una respuesta.— Estoy bien.

Yo negué con la cabeza y suspiré.

—Esa es la mentira más grande que la humanidad dice —Sonreí forzosamente— Estoy bien.

El río bajo.

—Es que si estoy bien— susurró—. Cuando estoy contigo logro estar bien, de alguna forma extraña— mi corazón dejó de latir en segundos, ¿De verdad había dicho eso?

—Yo...

—Tus ojos —señaló a estos—, se ven más azules cuando estás triste, cuando estás feliz se vuelven más claros, Me recuerdan a un cielo de día y a un cielo oscuro y triste.— Sus manos frías tocaron mis mejillas— Ahora simplemente son azules.

Hacia las estrellas✔️Donde viven las historias. Descúbrelo ahora