LIAM
-Liam- gime mi nombre.
-Mírame a los ojos, por favor. Quiero verte- le pido como un loco. Solo por ella.
-No puedo...-me pide, casi ruega, presa del placer.
-No cierres los ojos- le susurro al oído- Mantenlos abiertos para mí, mi amor. Por favor.
-Liam...- vuelve a gemir mi nombre, echando la cabeza hacia atrás. Está cerca. Lo sé.
-Te amo- le confieso, sin apartar mis ojos de los suyos. Tiene que sentir esto que tengo en mi pecho, que grita su nombre, clamándola a ella; solo a ella- Te adoro- le susurro, juntando nuestras narices.
Y a los pocos segundos, se deshace en mis brazos. Solo conmigo. Solo yo soy el afortunado de verla tener un orgasmo, verla tocar el cielo con la punta de los dedos. Solo yo tengo esa dicha. Me sumerjo una y otra y otra vez en el placer y ternura que solo ella puede ofrecerme. A los pocos segundos, la sigo, sin permitir que mis ojos se cierren ni por un segundo. Necesito ver los últimos espasmos que quedan de su clímax, porque con el suyo, consigo el mío propio. Verla a ella en este estado es lo que me hace disfrutar a mí como nadie.
SOLO ELLA.
Nos quedamos unos segundos así, esperando que nuestras respiraciones se tranquilicen un poco. Necesito repetir. Tenemos que repetir. Lo que ella provoca en mí es la Octava Maravilla del Mundo.
-Te amo- me dice. Escucharla decir eso, me encanta.
-No creo que como yo- le digo.
-Por supuesto que no- me dice sonriendo, y mi sonrisa desaparece a la velocidad de la luz- Te amo muchísimo más que tú a mí- me dice, y con eso vuelvo a sentir que respiro.
-¿Quién lo dice?- le pregunto, exasperándola. No sabe lo loco que me vuelvo con el tierno sonrojo en sus mejillas cuando se enfada.
-Yo y toda la población del universo- me responde con esa sonrisa por la que soy capaz de cruzar mares a nado.
-¿Me quieres mucho, entonces?- le pregunto con mi voz de enamorado, la que solo guardo para ella.
-Como una loca- me responde con un suspiro profundo. Nos besamos por unos minutos. Hay veces en las que abro los ojos para observarla. Me encanta ver que adora, tanto como yo, compartir nuestros labios. Me encanta observar cada reacción de su rostro cuando está conmigo. Es tan hermosa- Quiero hacerlo otra vez- me dice, una vez que nos separamos para poder tomar aire. Yo sonrío ante su deseo. Me va a matar.
-¿Cómo lo quieres?- le pregunto en un tono provocativo que sé que le encanta.
-Como solo me lo puedes hacer tú- me dice, y eso es todo lo que necesito para hacerle el amor otra vez. A ella.
ELLA.
¡Joder!
¡Y mil veces joder!
Me despierto sobresaltado. Acabo de tener un sueño húmedo con ella. Tengo una erección de mil demonios. El dolor de huevos que tendré hoy va a ser insoportable. No puedo dejar de pensarla. Anoche no pude dormir por su culpa, y ahora aparece en mis sueños.
¿Será posible?
Desde la primera vez que la vi, me volvió completa y absolutamente loco: ese carácter que tiene, con esos ojos, esa boca...
Paso mis manos por mi rostro, tratando de despertar de mi letargo. Esto que tengo en el pecho va a acabar conmigo. Lo digo en serio.
Me levanto de la cama para prepararme. Dentro de poco será la fiesta en casa de Ashley y tengo que estar listo. Me quito el bóxer, dejándolo tirado en el suelo, recordando al instante el suceso de esta mañana, y sonrío. Entro al baño y me doy una ducha.
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Coldplay
RomanceAisha es una buena chica, apasionada, extrovertida. Llega el día en que tiene que marcharse a la Universidad; tiene que dejar atrás su vida de adolescente para convertirse en una mujer, capaz de tomar sus propias decisiones. Una noche, de fiesta, ca...