8. Aquí empieza todo.

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Dalia

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Dalia

-Dos horas Dalia. Llevamos dos malditas horas buscando por todo este lugar y no hay nada.

Marga me dice eso mientras se levanta del suelo retirando la tierra de sus pantalones. En su cara refleja la frustración de haber madrugado para nada, pero... es que realmente pienso que debe de haber algo, estoy cien por cien segura de eso.

"Sigue buscando. Por favor tata Dalia, busca, busca por las dos."

Me paralizo un poco al escuchar la voz de Rosita, es imposible. Dejo de hacerle caso al instante a Marga y miro a todas partes en busca de Rosita, pero cuando recapacito en esa absurda idea me doy de bruces con la cruda realidad. Rosita está muerta, por eso estamos aquí, pero si mi subconsciente me ha hecho creer que ella está aquí debe de ser un lugar importante.

"O donde murió la pequeña", hablando de la reina de roma, mi subconsciente hace una entra estelar en mi conversación mental, pero es que sí, es el lugar donde murió, pero... ¿me habré equivocado de lugar?

Como si mi hermana gemela, Amber, me hubiera leído la mente, me hace esa misma pregunta, no formulada antes.

-Dalia y si...

-Amber no estoy loca, no nos hemos equivocado. -le digo por qué no soporto la mirada que me está hachando.

-No, sé que estás en lo cierto. Rosita fue asesinada, pero ¿y si nos hemos equivocado de lugar? Me refiero a la búsqueda. ¿Por qué habría algo en el sitio donde murió?

-No lo sé, solo sé que aquí es donde empezó todo, tendrá que haber un porqué, ¿verdad? -digo un poco esperanzadora de no sonar como una lunática.

-A ver. Hagamos una cosa- comienza a decir Marga, ganándose unas miradas extrañas de nuestra parte. -¿Qué? Yo también puedo tener buenas ideas.

Amber tras escuchar las últimas palabras de Marga me mira, pero no es una mirada de "pero que guapa es mi hermana", no nada de eso. Es una mirada de "calladita estás más guapa". Y... hago justo todo lo contrario.

-A ver si yo no te digo que no pero... ¿Qué idea es? Porque hay dos tipos de ideas, las buenas y las malas. -al terminar de decir eso, Amber me mira con cara de "¿ya? ¿Mejor?" - ¿Qué? Solo la he advertido, no le he dicho nada fuera de lo común.

-Bueno, al margen de si Dalia se comporta como Dalia o no.

-¡Oye! Que estoy aquí. Delante tuya. -le digo a Marga tras decirme ese comentario mientras me señalo con las manos que efectivamente estoy delante de ella.

-Ya por eso te lo he dicho.

-Serás... -iba a decir algo bastante memorable, pero la buena de Amber me corta de raíz. Eso es lo malo de conocerse muy pero que muy bien, que sabe perfectamente lo que iba a decir.

El asesinato de la cuarta florDonde viven las historias. Descúbrelo ahora