Suspiro alrededor de mi piruleta mientras veo a mi hermano hacer el ridículo en la pantalla que conecté a mi Visual Den Den Mushi.
"... Rock-aniki vino puramente por el bien de la apariencia. El asno perezoso no tiene devoción por su trabajo y simplemente hizo lo mínimo necesario para esquivar las acusaciones de ignorar las órdenes de Mariejois. Hoy pelearemos como es debido."
Bueno, pensé para mí mismo, no podía negar eso exactamente. Mi interés en el Gobierno Mundial y los Marines como forma de vida no era nada comparado con la obsesión de mi hermano. Probablemente soy el único vicealmirante que no puede usar Haki, ya que no tengo la ambición necesaria para desbloquearlo. Sin embargo, Johnny simplemente tenía una personalidad bastante desagradable que no era propicia para atraer las promociones que probablemente merecía.
La pelea fue corta. Estaba un poco decepcionado, para ser sincero, habiendo esperado que Johnny se desempeñara mejor que eso, pero perdió los estribos, subestimó a su oponente y finalmente fue derribado con una patada que se burló descaradamente de su estilo de ataque.
Me río un poco, chupando pensativamente mi golosina de cereza que se encoge rápidamente y me acerco al Visual Den Den Mushi para rebobinar un poco antes de girar el caracol para mirar hacia otro lado. Es perturbador, en mi opinión, ver a las criaturas reflejar las expresiones faciales de quienes hablan.
"Seguramente, ¿no esperas que un par de chicos frágiles como nosotros, que no tienen antecedentes penales, se sometan voluntariamente a tales situaciones?"
Qué pregunta tan cargada. Por un lado, simplemente trabajar para los piratas, independientemente del razonamiento detrás de esto, era suficiente para ser expulsado del programa de entrenamiento de la Marina en la mayoría de las ciudades, pero los Piratas Pelirrojos tenían una reputación de poder tan aterradora que el joven tenía una gran reputación. punto en poder suplicar la culpa por su situación.
El hombre me intrigó. Ambos 'civiles' me intrigaron. Cuando los piratas atracaron en esa isla desierta ayer, yo estaba allí y vi a los dos muchachos separarse del resto de la tripulación y detenerse en un claro. Lo que vi fue más allá de las palabras.
El chico más joven era interesante, por supuesto, por su conocimiento de los Seis Estilos. Aprendí como parte de un programa piloto tentativo de presentar el estilo al resto de los marines y se lo enseñé a mi hermano menor como un favor. Quienquiera que fuera este joven, probablemente era un ciudadano de una isla en Grand Line utilizada para el reclutamiento del CP9.
Oh, sí, conozco CP9. Una docena de marines fueron informados de la existencia de la agencia de inteligencia al mismo tiempo que nos informaron del poderoso estilo de artes marciales que fuimos elegidos para aprender. Al final, no fue muy interesante. Entonces nuestro gobierno tenía un sector en la sombra, bueno. Tengo un poco de curiosidad por saber cómo escapó el chico sin que nadie lo supiera. Hasta donde yo sé, los marines habían enviado una alerta silenciosa para estar atentos a una chica morena de pelo largo que tenía entrenamiento en los conceptos básicos de los Seis Estilos, pero nada en un chico rubio. Teniendo en cuenta su cabello amarillo ridículamente vibrante, seguramente se mencionaría en cualquier informe sobre él. Sin embargo, la mejor de las suertes para él. Si nadie lo buscaba, probablemente no era importante y su dominio de los estilos tampoco era particularmente impresionante.
Pero el mayor. Ese día vi magia. Magia. Un escalofrío recorre mi espalda cuando pienso en la palabra de nuevo, mi mente repite la increíble demostración de destrucción provocada por unas pocas palabras habladas. El poder de crear explosiones de la nada. El poder de cortar limpiamente la piedra. El poder de soplar suficiente aire para contener las rocas y el polvo que vuelan. El poder de desarmar e inmovilizar. El poder de volar en escobas.
