Las vacaciones en un país nevado de las maravillas no duraron tanto como a la mayoría de los piratas les hubiera gustado. Después de todo, el segundo día, algunos hombres encontraron ciervos que se podían cazar como carne de venado. Aunque estaban delgados por la dieta de un mes de corteza de árbol, era carne fresca y nueva bienvenida por aquellos cansados de asar pescado y cerdo. Al tercer día, Harry estaba repartiendo muestras de sirope de arce recién hervido y cocinando grandes ollas de venado glaseado con sirope. Sin embargo, al cuarto día, las temperaturas no se mantuvieron bajo cero el tiempo suficiente para muchos iglús, y cuando sus refugios se derritieron a su alrededor y los ciervos se pusieron más alerta, Shanks dio la orden de marcharse.
El regreso a la sede fue relativamente tranquilo. Harry y Spaz pasaban la mayor parte del tiempo ordeñando vacas y haciendo cantidades ridículas de helado de diferentes sabores. Llegaron al muelle de Windmill Village por la noche y optaron por ir a tierra con el sol en lugar de molestar a los civiles.
Su primera bienvenida apareció por la mañana en la forma de un niño pequeño con una daga, mostrando los dientes a la tripulación mientras estaba de pie en el mascarón de proa del barco.
"¡Oye!" Shanks gritó. Todos los piratas se reunieron en cubierta, disfrutando del clima cálido. El capitán pirata en particular incluso decidió renunciar a su abrigo. "¿Qué estás haciendo?"
Luffy resopló. De manera impresionante, había remado él mismo en un bote pequeño hasta el barco más grande y se había "escabullido a bordo" mientras los piratas desayunaban. "¡No estoy bromeando esta vez!" gritó, sosteniendo la daga en el aire. "¡Ya tuve suficiente! ¡Lo demostraré para que todos lo vean!"
Shanks simplemente se rió de la amenaza, sabiendo que los miembros de su tripulación eran perfectamente capaces de desarmar a Luffy sin dañar al chico. "¡Adelante! ¡Veamos qué vas a hacer!"
"Hombre, ese Luffy", bromearon los piratas entre sí.
"Va a hacer algo divertido de nuevo".
"Nunca se rinde, ¿eh?"
"¡Argh!" Un grito de dolor y determinación los tomó a todos por sorpresa cuando Luffy agarró la daga con ambas manos y le cortó la mejilla.
"¿QUÉ?"
La cubierta pronto fue el hogar de una cacofonía de voces, gritando de dolor, gritando de preocupación, gritando maldiciones y regaños y órdenes mientras le quitaban el arma al niño y lo llevaban a tierra para recibir tratamiento.
Cuando Luffy estaba fuera del barco acompañado por Shanks y Beckman en busca del médico de la aldea, los piratas restantes se hundieron en la cubierta, la adrenalina desapareció lentamente.
"Ghaha", se rió Spaz. "¿No es un chico extraño, Harry?"
Harry miró el bote de remos veloz con diversión. Sin duda, Luffy fue muy singular. ¿Qué tipo de niño trató de demostrar su valía a un grupo de piratas cortándose la cara? Estaba garantizado que dejaría cicatrices, aunque supuso que a los niños tan pequeños no les importaba mucho eso.
Finalmente, todos los piratas se rieron del evento y rápidamente se prepararon para desembarcar también. Un pirata tomará cualquier excusa para una celebración, y el acto loco de Luffy en ese momento estaría bien.
"¿No vienes?" Spaz preguntó mientras se sentaba a horcajadas sobre la barandilla preparándose para saltar al bote de remos que lo esperaba.
Harry negó con la cabeza. Era un poco temprano para emborracharse para él, y no se sentía bien celebrar el exitoso intento de un niño de automutilarse, sin importar cuán inocentes fueran las intenciones. "Creo que me quedaré un poco más. Me gustaría tomarme un tiempo para hacer un inventario de los ingredientes que necesitaré para pedirle a Shanks que haga una redada antes de dejar la ciudad. Hablando de eso," Harry buscó en su bolsillo y recuperó la fruta de goma-goma en su pequeño cofre de madera y la arrojó. "Dáselo a Shanks o Beckman por mí, ¿quieres? Estoy un poco cansado de cargarlo, y cada vez que trato de dárselo, algo me interrumpe y me quedo atascado de nuevo".
