Ángel

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Ángel, Todoroki, llevamos cuatro años saliendo. Hoy es la boda de Ochaco, la persona con la que alguna vez creí que compartías un hilo rojo. Se casa, ella se casa. Es la primera de la clase en casarse. 

Llegamos, ella estaba vestida con un hermoso vestido blanco, con algunos toques rosados y flores blancas. Un largo velo cubría su cabellera castaña y larga, mientras sostenía un ramo de rosas blancas y rosas. 

Entro a la iglesia, donde el ya la esperaba. 

—Los declaró, Marido y Mujer. Puede besar a la novia. 

Entonces, ambos se besaron, sus ojos de muñeca se cerraron, a la misma vez que los de el. 

En la fiesta, todos estaban con sus parejas. Incluido el, la persona con la que se suponía compartía un hilo rojo. 

El se dirigió a ella delante de nosotros, con una caja de regalo. Se la entregó,  felicitándola por su boda. Su semblante se veía triste, fue un amor no correspondido. 

—Felicidades por tu boda, Ochaco. Me hubiera gustado ser el idiota de Deku. 

—Gracias. —se acercó a él, para abrazarse como lo hacen todos al entregar los regalos— ¿Sabes? Tu me gustaste primero, Bakugō. 

—También me gustabas. 

Un amor que si era correspondido, ¿Por que nunca fue real? Tal vez, si Ochaco hubiera sido la protagonista de una historia de amor, habría tenido su final feliz. La vida es muy injusta, en especial cuando del amor se trata. 

El hilo rojo entre Bakugō y Ochaco, un hilo que dio mil vueltas, pero que terminó enredado. Ochaco, casándose con Midoriya, y no con Bakugō. El, estaba con Asui. ¿Como sucedió eso?

Tal vez, si Bakugō hubiera confesado sus sentimientos por Ochaco, ella no estaría en el altar con Midoriya. 

Se separaron, y seguimos nosotros. 

A lo lejos, Bakugō hablaba con Midoriya, 'Cuídala bien, o te mato'

Te voltee a ver, Shōto. ¿Donde dejaste el regalo? Oh, será un abrazo entonces.