Extra #1

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Las mañanas comienzan con una sonrisa y un beso entre Shōto y Momo. 

—Te amo.

—Deja de pensar en voz alta, pero también te amo. 

Un desayuno preparado por ella después. 

—Cómetelo. 

—No sabes cocinar —río Shōto, mientras comía el platillo algo salado que preparó Momo. 

Otro beso. 

—Deja de besarme, lo haces cada segundo, 

Un baño para ambos. 

Otro beso.

Shōto se despide para ir a trabajar, con un beso.

—Hasta luego, Angel. 

—Hasta luego, Momo.

Momo se queda en casa. 

Momo lee libros. 

Momo visita a sus amigas. 

—Jirou, enséñame a cocinar. Por favor, dime cómo haces para que Kaminari coma tanto. 

—Ah, no se cocinar. No es nada —dijo, jugando con los audífonos que siempre tenía puestos. 

Kaminari, era brutalmente amenazado por ella. 'Cómetelo, te mato'

Ella come con ellas. 

Momo vuelve a casa. 

Shōto, a veces se olvida de que está trabajando, y va por un beso.  


—¡Shōto, estás trabajando! —grita Momo a ver a su esposo entrar corriendo a casa, solo para besarla. 


Momo lo regaña y Shōto vuelve a trabajar. 

Shōto vuelve del trabajo con un beso. 

Momo hace la comida. 

Shōto quiere un beso. 

Momo está ocupada.

Shōto le roba un beso. 







Momo está en el baño, vomitando. Nauseas matutinas, normal. 

—¿Todo bien?

—Si, algo me cayó mal. 



—¡Shōto, quiero comer helado de melón! 

—Pero Momo, no te gusta el helado de melón.

—Quiero. Comer. Helado. De. Melón. 

Antojos en la madrugada, súper normal. 



Ella fue a comprar algo mientras Shōto trabajaba. Hace días no le bajaba, ¿Sería eso lo qué pasa? Sostenía la prueba de embarazo entre las manos, mientras esperaba a que diera los resultados. 

I I

Positivo, Momo embarazada. 




—Necesito hablar contigo. 

—¿Que pasa? —preguntó rodeando a su esposa con los brazos. 

—Emm... hace días no me baja y... al parecer estoy... em... em... embarazada.

De nuevo, Shōto la beso. 

Serían padres, ¡Padres! ¿Cómo sería su hijo, o hija? ¿Se pondrá rojo por todo como Momo? ¿O será frío como Shōto? 

Aún no había respuesta para eso. 

—Te amo. 





[Escena extra]

—Ya no me sonrojo tan fácilmente —juro Yaoyorozu, ignorando por completo a su esposo, quien quería verla roja de nuevo. 

El río. 

'¿Podemos fingir que no hice lo que haré?' —entonces cumplió con su cometido, y Momo se sonrojó. 

ÁngelDonde viven las historias. Descúbrelo ahora