Capítulo Piloto

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Al escuchar la historia frase a frase de la boca de su hermano pensó en primera insancia que tal vez de alguna forma Sarawat habia podido convencer al menor para que hablara a favor de el. Le era difícil de creer todo lo que habia pasado en su ausencia y la imagen del chico delante de el, con el rostro golpeado y con sus manos llenos de magulladuras, le hacían mas difícil el labor de creer en su hermano menor. Le contó una versión de su propia historia como si en realidad nunca hubiera pasado como lo recordaba, al final todo tenía un porqué.

De pronto, la celda en la que habia estado por casi un mes, en la que se sentia frío y sucio, de pronto cobraba una calidez y un brillo como nada posible. Mientras su hermano pronunciaba sus ultimas palabras los recuerdos de Sarawatt y el vinieron a su mente junto a sentimientos de arrepentimiento y tristeza. Sentia que ya no podia mentir sobre su corazón, la verdad habia salido a la luz y sus sentimientos por Sarawatt también. No iba a mentir más, el sentia algo por la persona que lo habia hecho su prisionero, sentia mucho mas de lo que podia soportar aunque aún no podia identificarlo. Es más, ahora en este golpe que se dio contra la realidad, no iba a mentirse más con que no sentia nada desde antes de estar en esta situación, recuerda aunque se sienta avergonzado de hacerlo, las noches en vela por miedo a tener de nuevo esos extraños sueños humedos y exitantes donde su entonces mejor amigo lo sometia debajo de el. Recordaba cada parte de sus sueños como si fueran recuerdos; el castaño sonriendo mientras se acercaba a su rostro, los besos húmedos donde no podia evitar salivar sus labios, su lengua dentro de el boca, su piel siendo mordida por esos dientes perfectos a la vista y pellizcado por sus largos dedos.

Detuvo sus pensamiento de pronto al escuchar a su hermano al otro lado. Se sintió avergonzado por un momento, ¿Que le pasaba al excitarse enfrente de su hermanito?

Aunque la realidad le cayó de nuevo como agua fría. Todos esos sentimientos de lujuria habían desaparecido en el momento en que habia despertado en esa jaula, se había sentido tan traicionado y herido por la persona que mas queria en el mundo que desde ese entonces y hasta hace unos días lo único que le habia expresado a Sarawat sólo eran insultos y palabras cargados de odio puro. Su corazón comenzó a doler y el pánico a crecer, Sarawatt seguro pensaba que lo odiaba y así era hasta hace poco pero ya no, el ya sabía los motivos, las razones y todos los malentendidos. Sus ojos cosquilleaban y ardían ante la imagen baja y llena de sombras que habia podido observar del menor cada vez que de sus labios salia alguna palabra de desprecio.

- ¿Estás bien? - el niño delante de el cambió su mirada a una preocupada, estiró su delgada mano hacia su frente, pasando por las rejas hasta llegar a su piel. Hace mas de tres semanas que no tenia ningún contacto con otra persona, así que el tacto de su hermano le dio un escalofrío y una sensación de extrañez. Se sentía extrañamente incómodo con su tacto así que delicadamente quitó la mano del niño y negó con un ligero movimiento de cabeza.

- Estoy bien, es mejor que vuelvas.

El niño se quedó viéndolo un momento mas antes de asentir lentamente para irse por donde llegó. La habitación volvió a su oscuridad habitual y su mente ahora tenía la libertad suficiente para reflexionar sobre lo sucedido.

En realidad, el.. ¿El había sido el injusto?

Aunque las medidas que Sarawat tomó eran extrañas a su parecer, aun asi, se sentía hasta agradecido con el. Cuando llegara tenían que hablar, tenían que aclarar todo porque ya no queria ver su expresión triste nunca más, porque su corazón no soportaria saber que sin saberlo, le habia echo daño. La ansiedad comenzó a correr por su cuerpo, ansioso porque la puerta se abriera y poder verlo, sentia que no podia esperar más y así pasaron los segundos sólo deseando que esa persona llegara pronto.

Se tiró al colchón y se abrazó nuevamente con el peluche de oso enorme que Watt* puso la primera vez que despertó, la celda estaba llena de ese tipo de peluches y cada dia aumentaban más. Enternecido pensó en lo mucho que habia hecho el castaño para hacerlo sentir cómodo ahí. Desde traerle sus comidas favoritas, ponerle las películas que amaba y hasta comprarle obsequios caros que aunque no necesitaba, sabia que eran comprados pensando en el. Entonces su mente divago unos minutos sobre todo lo que habia pasado en esa habitación este mes y de pronto un sentimiento de verguenza hizo que sintiera su rostro caliente. En secreto habia estado observando a Sarawatt cuando se cambiaba o salía recién del baño, en ese entonces con la esperanza de ver de nuevo la llave de la jaula, buscando una forma de escapar pero ahora que recordaba esas escenas, su cuerpo se ponia caliente y la sangre de su cuerpo parecia centrarse en ese lugar. Nunca pensó que Sarawat tendria un cuerpo tan bueno.

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