One shots - Tokyo Revengers +18

Seishu Inui part. 2

Luego de besarte durante unos minutos, Inui sintió que aún llorabas, así que incorporó apoyando sus antebrazos a cada lado de tu cabeza.

— ¿Hice algo mal? Dijo Inui acariciando tu rostro con una de sus manos.

— No, para nada. Respondiste mirándolo a los ojos.

— Entonces ¿Qué pasa? Dijo besando tus lágrimas.

— Nada, tranquilo. Dijiste susurrando.

Inui hizo una mueca de disgusto y antes de que pudiese seguir hablando lo agarraste por la nuca con fuerza y lo besaste.

Comenzaste a frotarte contra su cuerpo y de vez en cuando se separaban en busca de aire.

Inui comenzó a bajar por tu cuello, besando tu cuerpo, de vez en cuando dejaba mordidas y chupetones, besó tus senos y siguió bajando hasta quedar entre tus piernas.

Bajó tus bragas dejándote completamente desnuda y te abrió más las piernas para exponerte completamente antes de comenzar a devorar tu intimidad.

Fue delicado al principio, lamió y besó cada pliegue, haciendo que te mojaras cada vez más, su saliva se mezclaba con tus fluidos que bañaban a Inui.

Luego dejó de ser tan delicado y comenzó a succionar tu clítoris con fuerza mientras introducía dos de sus dedos dentro de ti.

Gemías su nombre ante cada estocada de sus dedos, lo hacía tan bien que olvidaste por completo que Koko los estaba viendo.

Incluso olvidaste porqué te gustaba tanto Koko cuando claramente él jamás mostró un interés real en ti, ya ni siquiera te importaba, Inui te hacía sentir en el cielo.

Comenzaste a mover tus caderas mientras enterrabas tus dedos en el cabello de Inui atrayéndolo hacía ti, cada vez sentías más y más placer.

Gritabas su nombre mientras te resistías a correrte tan rápido, pero era inevitable, ese hombre sabía muy bien lo que hacía, levantó la vista un segundo para ver como te retorcías mientras decías su nombre.

Agarraste su cabello y lo volviste a guiar hacia tu feminidad, soltó una risita y continuó su trabajo, sus dedos ingresaban con fuerza y cuando sintió tu interior contraerse se incorporó para volver a penetrarte.

Te corriste gritando su nombre y suspirando, tu cuerpo temblaba pero Inui no tenía intención se detenerse.

Se introdujo dentro de ti con fuerza y comenzó a darte contra el sofá, abrazaste sus caderas con tus piernas y lo apretabas cada vez más mientras rasguñabas su espalda.

— ¿Te gusta? Dijo Inupi agarrándote del cuello.

— Si, me gusta. Dijiste entre jadeos.

— Dime ¿Esto era lo que querías? Dijo con una sonrisa mientras se acercaba a tu boca.

— Si. Dijiste cerrando tus ojos y dejándote llevar por el placer. — Mierda, lo haces muy bien Inupi.

-Tras el espejo-

Rindou y Sanzu entraron a la habitación y vieron a Koko sentado en el piso con la cabeza entre las piernas, mientras que Ran seguía observando hacia la habitación sin ninguna expresión en el rostro.

— ¿Siguen? Dijo Rin con un poco de susto en su voz.

— ¿Por qué tardaron tanto? Dijo Koko levantando la cabeza.

— A qué te refieres con que "siguen". Dijo Sanzu mirando hacía la habitación. — ¿Se lo está cogiendo? Gritó.

— Por segunda vez. Dijo Koko algo frustrado.