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Dos meses habían pasado desde que la Alfa y la Omega se entregaron a la otra, Jennie dos veces anudo a Lisa, y Lisa dos veces fue feliz tomando la escencia de la Alfa.


Ahora, Lisa y Jennie estaban realmente felices, iban a tener a su primer cachorro.


Lisa efectivamente había quedado embarazada de Jennie, esto puso contentas a ambas. Incluso lloraron de la felicidad.


Sus familiares y amigos también se alegraron por ambas, a pesar de ya ser felices las dos solas, ya era hora de tener otra pequeña felicidad en aquella familia.


Jennie había dejado su empresa a cargo de Jisoo, su mano derecha por así decirlo, y de reemplazo de Lisa llamaron a Rosé, una muy buena bailarina.


Ambas se habían tomado un descanso para poder cuidar y recibir bien a su futuro cachorro. Jennie no dejaba a Lisa hacer muchas cosas por su cuenta.


Jennie no quería que su Omega y su cachorro creciente en el vientre de Lisa les pasará algo malo. Cómo caerse o golpearse por accidente.


Jennie estaba nerviosa por eso, incluso no dejaba levantar a Lisa de la cama salvó para ir al baño.


Jennie era una Alfa muy protectora con su Omega y su pequeño cachorro aún no naciente.


Aunque había algo raro, el vientre de Lisa estaba más hinchadito de lo normal, incluso solo para ser un cachorro de dos meses.


Lisa y Jennie creían que era un cachorro grande como su madre Alfa y un poco gordito. La realidad era otra.

Jennie daba pequeños y tiernos besos en el vientre hinchado de Lisa

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Jennie daba pequeños y tiernos besos en el vientre hinchado de Lisa.


—Creo que nuestro cachorro va a ser muy mimado si lo sigues mimando sin que aún haya nacido.—Dijo la Omega haciendo un puchero


—Eso voy a hacer, voy a ser una Alfa que mime a su hermoso cachorro y a su Omega.—Dijo Jennie viendo enamorada el vientre de la Omega

Lisa solo soltó una risita tierna y Jennie volvió a besar su vientre hinchadito, ambas esperaban con ansias a su primer hijo.   

Jennie estaba cada vez más apegado a Lisa, la razón era muy lógica, su aroma estaba cambiando.

Si de por sí, Jennie amaba el aroma a fresas con chocolate de Lili, ahora le encantaba más.

Era el mejor aroma que Jennie podía oler en todo el mundo, leche de banana y fresa, aroma que la Omega ha estado adquiriendo durante el embarazo.

Jennie estaba totalmente enamorada de su esposa y amaba a ese pequeño cachorro creciente dentro de la Omega. Lo amaba sin poder verlo aún.

Jennie dejaba que su Omega la acariciara mientras aún seguía repartiendo mimos en el vientre de la Omega.

Ambas eran la mejor pareja de todas, tanto la Alfa como la Omega recibían amor de la otra y entre ambas había respeto y más valores que hacían que su relación floreciera más y más en amor.

Jennie era lejana a ser una Alfa normal, ella era especial, así como decía Lili, su Alfa de rosa.

Durante todo el día, Jennie estuvo mimando a la Omega, todo lo que quería Lisa lo conseguía

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Durante todo el día, Jennie estuvo mimando a la Omega, todo lo que quería Lisa lo conseguía. Incluso si solo era un beso o un masaje en los pies.

Jennie también ha estado aprendiendo muchas cosas por su cuenta, a cocinar era una de ellas, cocinar para su Omega y su cachorro lo haría demasiado feliz.

Pero ya era hora de una larga siesta, Lisa a pesar de no hacer mucho en el día estaba agotada, sentir la pequeña vida creciendo dentro de ella la ponía un tanto cansada y agotada.

Y Jennie, pues Jennie se la pasó casi todo el día de un lado a otro, cocinando y corriendo de esquina a esquina, de tienda en tienda.

Ambas estaban cansadas y se merecían esa siesta, así que a pesar de ser las tan cortas ocho de la noche, ambas ya estaban acostadas en su cama matrimonial.

Una cama muy amplia incluso para solamente ellas dos, pero la razón de porque la habían comprado así era porque querían que un futuro, sus cachorros cuando sintieran miedo por alguna pesadilla, durmieran junto a ellas sin estar tan incómodos.

La espalda de Lisa estaba chocando con el pecho de Jennie, mientras esta rodeaba con sus brazos el cuerpo de la Omega.

Jennie subió la camisa de Lisa, dejando expuesto su vientre de piel lechosa, Jennie no dudo en acariciar con sus grandes manos aquella pequeña casita donde estaba creciendo su cachorro.

—Nini, durmamos, también tienes que dejar al cachorro descansar.—Dijo Lisa sintiéndose cómodo por las caricias de la Alfa

—No, yo se que mi bebé está acá adentro y necesita de los mimos de su mami.—Dijo Jen con los ojos cerrados acariciando el vientre de la Omega

Lisa solo suspiro y se acomodo más entre los brazos de Jennie, mientras esta ya no solamente acariciaba el vientre de la Omega. Ahora repartía besos en su cabellera.

Una hermosa pareja disfrutando del embarazo de la Omega.

⌗ Sweet Alpha | JenlisaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora