capitulo 6

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El desayuno fue horrible. Hinata veía una provocación en cada pequeño momento, en Himawari porque comía muy lento, en Boruto por comer cereal con poca leche, ella lleno demasiado la cafetera por lo que el café estaba demasiado amargo. Al final, se enfadó con sigo misma por reaccionar contra todo, frustrada por no saber lidiar con su propia desgracia. Terminó por enfadarse con Boruto y regañarlo por haber dejado encendido el computador toda la noche con los juegos además de sus juguetes esparcidos por toda su habitación; cuando terminó de regañarlo, el pobre niño había palidecido se encontraba totalmente rígido, Himawari lucia realmente confundida, sorprendida y nerviosa, Kawaki callado y Naruto... él simplemente la veía mal. El resto del desayuno transcurrió en un silencio abrumador que ahogaba a los mayores e incomodaba a los más jóvenes. Los niños se mostraron visiblemente aliviados cuando su padre los mandó por sus cosas para ir a la escuela.

-no tenías por qué tratar así a Boruto-exclamó casi en un susurro en cuanto Boruto y Hima estaban demasiado lejos como para escuchar los- ¡sabes que normalmente es muy ordenado! Lo vas a volver un manojo de nervios. Son unos chicos estupendos y se comportan muy bien la mayor parte del tiempo ¡no voy a dejar que tomes algo contra ellos cuando estas enfadada conmigo!

Hinata se dio la vuelta con total furia

- ¿desde cuándo estas aquí el tiempo suficiente como para saber cómo se comportan? -dijo viendo con total satisfacción que se ponía tieso-los vas durante el desayuno pero sólo cuando te das la libertad de dejar de leer tú preciada revista financiera ¡la mayor parte del tiempo no recuerdas que tienes...tres...hijos! Los quieres... los quieres menos de lo que aprecias tu querido whisky o tus trajes a la medida, eso cuando recuerdas que tienes hijos ¡así que no me digas como tengo que cuidar a mis hijos cuando como padre eres un total inútil!

¿Qué le ocurría? Se pregunto a sí misma dando un paso atrás cuando Naruto se ponía de pie y se acercaba a ella

-me puedes acusar de muchas cosas-dijo Naruto entre dientes con clara molestia-y, probablemente, la mayoría de estas las merezco ¡pero no puedes acusarme de no querer a nuestros hijos!

- ¿de verdad? -le pregunto Hinata con sarcasmo - ¡en primer lugar te diré que solo te casaste conmigo porque estaba embarazada de los mellizos! ¡incluso Kawaki fue un error al que te costó acostumbrarte!

Naruto dio un golpe a la mesa, Hinata lo vio confundida al levantar la mesa y apartarla para acercarse más a ella. La ira era palpable. A la peli azul se le seco la garganta al ver como Naruto se acercaba a ella con la intención, creía ella, de estrangularla.

En el último momento cambio de opinión y la tomó por los hombros. Hinata se dio cuenta de que estaba temblando.

-es demasiado pequeño para comprender lo que estás diciendo-dijo con voz ronca, claramente cansada, mientras señala a Kawaki con la cabeza-pero si los mellizos te oyen, si las das alguna razón para que crean que no los quiero...

No terminó la frase, no hacía falta, la menor sabía exactamente como continuaba y no es nada que te gustaría escuchar. Naruto siguió mirándola por unos instantes, luego la soltó y salió de la cocina.

Hinata trago con fuerza y soltó un suspiro sólo hasta ese momento pudo percatarse de que había estado conteniendo la respiración. Sólo por pura necesidad de consuelo, tomó a Kawaki y lo meció entre sus brazos como si quisiera hacerlo dormir, canto una canción de cuna para intentar reprimir sus lágrimas.

Se avergonzaba de sí misma; al mismo tiempo se encuentra totalmente furiosa ya que al haberle gritado de aquella manera le había dado el derecho de meterse con ella cuando en ese momento era ella quien tenía todo el derecho de meterse con él.

Consecuencias de la infidelidadDonde viven las historias. Descúbrelo ahora