Llamadas

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Seoyun 

Jungkook había estado algo extraño esta semana, muy serio, algo deprimido, dormía sin soltarme, le pregunte en varias ocasiones si estaba bien, y solo respondía algo serio que sí, siento que no me quiere decir algo, pero no puedo descifrar que es, tal vez solo está cansado.

—Este fin de semana tenemos que ir a una fiesta por el lanzamiento de la campaña.

—No iré

Me senté en la cama con el

—¿Cómo que no iras?

—Ya le dije a mi agente, que me disculpe con los demás, pero la verdad no tengo ánimos de ir, a una fiesta de ese tipo.

—Entiendo que no te agrade el señor Min, pero es trabajo Kookie, no es por socializar

—Ve tu entonces, yo no iré.

—¿Entonces quieres que vaya yo sola?

—Has lo que mejor te parezca Seoyun, no me molestare si vas, además tengo que ir a Seúl, tengo algunas cosas que ver allá, así que tampoco es como que estaré aquí esos días.

—No me habías dicho nada

—Es algo que debo de resolver solo.

Se levanto poniéndose la chaqueta, se me acerco y me dio un beso.

—Estos días me quedare en mi apartamento, necesito pensar algunas cosas, y no puedo hacerlo de manera correcta contigo a mi lado Noona.

Sentí como si me estuviera abandonando, lo tomé de la chaqueta antes de que se fuera.

—Jungkook dime que te sucede.

—Lo hare en su momento, tranquila.

—¿Ya no estas cómodo conmigo?

Me abrazo fuerte contra su pecho

—Nunca pienses eso, estoy perfecto a tu lado, prometo verte pronto, te llamare.

Beso mi frente y se marchó, no pude evitar llorar, ¿Por qué no me lo cuenta ahora? Tal vez pueda ayudarlo, tal vez pueda entender que sucede.

Así me fui al trabajo, con los ojos rojos y algo hinchados, admito que mi aspecto no era el mejor, pero teníamos una junta con los editores, cosa que empeoro mi rostro, ya que ver las imágenes de Jungkook en la pantalla me estaban haciendo mal.

—¿Entonces los ajustes del contraste están bien?

La voz del editor me saco de mis pensamientos deprimentes.

—Si, creo que sí, el señor Min le dirá si necesita algo más, si me permiten debo de salir un par de minutos

Sali de la sala de proyección, fui al baño a lavarme el rostro, no quería sentirme así, no de nuevo, tomé aire un par de veces y Sali del baño recomponiéndome un poco, junto a la puerta de mi oficina estaba parado el señor Min hablando por teléfono, cuando me vio corto la llamada.

—Necesito hablar con usted

—Claro pase —abrí la oficina para que entrara junto conmigo se sentó con la mandíbula algo tensa —¿Dígame?

—Se que fui el primero en decirle, que lo personal no se debe mezclar con el trabajo, pero su mirada me molesta, me molesta demasiado, no puedo verla así, siento que debo disculparme por algo, y ni siquiera se que es lo que tiene, así que dime que es lo que tienes.

—No es nada

—No me entendiste Seoyun, no hice una pregunta, quiero que me digas que es lo que tienes,

DualidadDonde viven las historias. Descúbrelo ahora