Play with Fire

794 121 56
                                    

A esto le tenemos que poner ambiete disfruten....

Seoyun

Me cubrí el rostro con la gorra de la chaqueta deportiva, Jungkook no planeaba bajarme, y ya me había cansado de patalear, reconocí las calles por las que nos fuimos, había ido muchas veces a la casa de Hobi cuando recogía a Lois, no me bajo ni llegando a la puerta, escuche como tecleo la clave de la puerta y con un Bip se abrió bajándome en la entrada.

-Seoyun, no se cuantas veces debo repetirte que la única que me atrae eres tu -se quito la playera sin previo aviso -pero creo que debo de hacértelo entender una vez más.

Descaradamente mis ojos recorrieron todo su torso, ¿A que hora hace ejercicio? ¿Cómo puede estar así de bien?

-Es que la verdad no lo entiendo -actuaba siempre de manera muy inmadura con el - es algo un poco irreal, yo estaba obsesionada con tus fotos y me creaba escenarios en mi mente muchas veces, para mi eras como una fantasía que no pasaría, pues tienes demasiadas seguidoras mucho mas jóvenes, más bonitas, ¿Qué posibilidad había de que te fijaras en mí?

Se me acerco y quito mi chaqueta arrojándola a un lado, sus ojos analizaron mi rostro mientras sus manos acariciaban mi cintura que ahora solo traía el crop top del conjunto deportivo.

-No tienes nada que envidiarle a nadie, Seoyun no solo me atrae tu físico -me dio un beso corto - eres muy lista, eres diciplinada, eres muy noble, tienes un lindo sentido del humor, parece que eres estricta pero en realidad solo quieres que todos mejoren junto contigo, tienes carácter y no dejas que nadie pasa encima de ti y de nadie más, puedes añadir a todo eso -bajo sus manos hacia mi trasero apretándolo -tu trasero es divino -me rodeo hasta quedar tras de mi sus manos iban pasando por cada parte del cuerpo que describía -tu abdomen es suave, las pequeñas marcas en el son excitantes, tus caderas están en sintonía con tu cuerpo delgado, tus pechos -me hablo al oído colocando sus manos en ambos senos -caben de manera perfecta en cada una de mis manos, es aquí donde te das cuenta que estas hecha para mi Noona.

Cada roce de sus manos me quemaba, todo lo que me estaba diciendo me hacia enloquecer, mis inseguridades se fueron a la mierda, que un hombre como el te halague de esta manera, sube la autoestima de cualquier mujer, me giro de nuevo y me alzo hasta llevarme a una habitación. Reconocí ese lugar por las fotos, la cama había salido en algunas sesiones, a esto llamo cumplir mis fantasías.

-Ahora déjame apreciarte Seoyun, desnúdate para mi Noona.

El se quitó los pantalones recostándose en bóxer sobre la cama recargado en la cabecera, se toco el bulto entre las piernas, si deseaba motivación para desnudarme ahí la tenía, me pare enfrente de la cama, quite mi moño de la cabeza agitando mi cabello para que cayera de manera libre sobre mis hombros, Jungkook sonrió de lado y remojo sus labios. No tenia mucha ropa encima así que no me seria difícil quitar el exceso de ropa, primero fue el crop top, debajo no había nada no lo necesitaba mis pechos eran de un tamaño promedio así que podía andar sin sostén sin ningún problema, Jungkook trago saliva al verme, me parecía divino no ser la única nerviosa.

Me gire para quitarme el pantalón, que tire con todo y pantys, la verdad no deseaba hacerlo esperar más, porque la humedad de mis piernas ya estaba empapando mi ropa interior de manera exagerada.

Jungkook carraspeo antes de hablar

-Noona ven aquí.

Subí a la cama gateando lento hasta el, el me jalo con algo de brusquedad por la cintura hasta sentarme a ahorcajadas sobre él, tomándome por el cuello para besarme, su aliento estaba caliente, su lengua no dejaba ningún rincón en mi boca sin explorar, se estaba llevando mi aire de manera descarada, se separo para que ambos tomáramos aire pero de nuevo siguió devorándome la boca, sin evitarlo le mordí el labio, el se separo sonriendo con una mirada brillante, me soltó del cuello para delinear de manera lenta mis senos con su lengua, su mano derecha estaba dando atención a mi clítoris palpitante, gemí sin pudor, esta vez no tenía que contenerme.

DualidadDonde viven las historias. Descúbrelo ahora