Octubre 15, 1770, Londres

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"Estas desvariando"

Fue la respuesta que recibí de parte de Taehyung al preguntarle, mejor dicho, al exigirle, que me dijera lo que había ocurrido en el bosque. Ante tal respuesta quedé en blanco, la rabia me invadió, nada de lo que alcanzaba a recordar parecía un desvarío, por otra parte, algo me decía que él tenía toda la razón y no pude objetar nada, ni siquiera pude abrir la boca, me di media vuelta y salí de aquella habitación.

Desde ese día he estado repasando cada momento en mi cabeza, aquel sabor que aún siento en mi garganta, sus...sus labios besándome, su rostro preocupado, mi respirar pausado y el dolor, aquel dolor de la bala que se abría paso en mi piel perforándola.

Los días siguientes me la pasé buscando una explicación, aquella ropa ensangrentada me jura que todo ha sido verdad, no hay cicatriz alguna, no hay más dolor y sigo vivo, no tenía pruebas lógicas.

He ido en busca de respuestas a un médico y me ha dicho que quizá debía consultar con un psicólogo, he ido con uno, creo que estaban a punto de ponerme la camisa de fuerza, escapé diciendo que tenía que ir al baño, salí por la ventana que había ahí mismo, no me quedaría averiguar mis sospechas.

"No sé qué ha ocurrido, me han disparado y sentí la muerte, pero estoy aquí, sin una sola cicatriz, pero con mi cabeza llena de aquel recuerdo" claro, ya poniéndolo así, si parecía que me había vuelto loco, sumémosle mi apariencia cansada y mi cabello desaliñado por el insomnio que me ha mantenido a luz de vela hasta el comienzo de mis deberes.

¿Me he vuelto loco en verdad?

Le he contado de esto a Camille y me dijo que solo era mi imaginación, que había sido un mal sueño o que golpeé mi cabeza con algo, a pesar de que le conté todo, a excepción claro del beso y los actos de afectos que son impropios de mí, aun así, solo acaricio mi cabeza y me besó, extrañamente sus labios ya no eran como antes, no me emanaban tranquilidad, ni deseo, achaco esto a la ansiedad de los recientes días.

A pesar de todo, sigo firme ante mi amor por ella, le plantee mis planes para nuestro escape en ese momento, ella los ha aceptado gustosa, solo debemos esperar el momento oportuno que para nuestra mala suerte si no llega pronto nos separaran para siempre.

Hasta hace dos días estaba pensando en enfrentar a Taehyung, no ganaría nada con ello, es un demente, no me extrañaría que me hiciera terminar como a su hermano, tal parecía que debía aceptarlo y enloquecer, jamás pensé que me diera felicidad lo siguiente, pero antes de dejar que mi cordura me llevara al demonio, el apareció.

Felix se apreció delante de mí mientras caminaba en dirección al correo de la avenida Baker, aquel hombre lucía como de costumbre, muy pulcro y a la vez con una cara que te decía que todo iría mal.

«—Mírate, ¿qué te ha pasado? Pareces un muerto.

—¿Hasta cuándo me seguirá acosando?

—No lo hago, solo espero el momento en que veas el horrible ser que es el tal Kim, dime que ya lo has hecho, si respondes que no, no me lo creería, sé que algo te ha pasado, no tiene mucho que fue nuestro último encuentro y ahora pareces veinte años mayor, aunque él sigue viéndose tan joven, tan lleno de vida, ¿acaso te roba tu vitalidad?

—No entiendo a qué se refiere.

—Te lo diré cuando quieras admitir que algo anda mal en ese lugar...o...tal vez me equivoque contigo, no estas listo para ver más allá, bueno, es hora entonces de rendirme.»

Vi como el hombre subió su mano hasta mi hombro y me dio unas palmaditas con cierta decepción, despues me soltó y dio la media vuelta.

«—¡Espere!

Amantes funestos (Taekook)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora