Noviembre 08, 1770, Londres

165 37 9
                                    

Amor omnia vincit, que maldita mentira.

Cinco días estuviste cuidando de mí y cuatro pasaste enfermo, lamento no haber podido hacer más, aunque la daga ya no esta en mi pecho la desecación continúa, duele cada momento, siento mis venas encogerse y siento como todo deja de funcionar en mí, aun con ello nada es más doloroso que recordar todo lo que él te ha hecho en estos días delante de mí.

Se que odias lo que soy y con ello a mí, pero no tienes idea de cuanto intente arrastrarme por el suelo hasta llegar a tu lado, quería quitarte de encima a esa maldito híbrido, prometo que lo pagará, se ha atrevido a beber de tu sangre y a lastimar tu lechosa piel.

Estos días en los que tu latir han sido un gran tranquilizante, he ideado un plan, pronto se acabará todo esto, lo prometo con ello y tal como lo he dicho, lo pagará.

Quiero que esto terminé para ti, que vuelvas a tu vida, ha sido un gran shock abrir mis ojos y verte recargado sobre la pared sin respiración, con la poca fuerza que me quedaba grité para que, ya fuera la ramera de Camille o el maldito de Felix, vinieran a socorrerte, eso hicieron, te han llevado a algun lugar para intentar revivirte.

Me gustaría ser yo quien te vuelva a revivir, mis venas ya no tienen sangre que dar, sé que estos días me has alimentado con tu carne y sangre, al principio no me he opuesto a ello solo por el hecho de que no puedo ni articular correctamente palabra alguna, estas repleto de sangre de cazador, fue una tortura que deslizaras sangre por mi boca, a la vez fue la gloria, detrás del mal que me hace la sangre de cazador ahí estaba tu sangre, tu sabor, tu aroma, tú, por ello no he querido que pares, en parte que me alimentaras me ha mantenido vivo y ha alentado la desecación.

Creo que a este punto debo disculparme por escribir entre tus páginas, descuida, no he leído nada, a excepción de el inicio de tu diario, escribiste que "La soledad es algo para lo que no está preparado el ser humano, quizá los monstruos de cuentos lo estén", yo soy un monstruo de cuento Jungkook y déjame decirte que no, al menos yo nunca estuve preparado para vivir siglos en soledad, aunque mis hermanos y algunos de los vampiros que se nos unieron eran amables y hablaban conmigo, jamás me sentí parte de algo y viví en soledad cada monótono día, hasta que apareciste en mi vida por primera vez y luego, cuando reapareciste.

Así es Jungkook, tu y yo ya nos conocíamos, nos vimos incontables veces, es obvio que ya no me recuerdes, me dedique a borrar cada recuerdo mío en ti, tú me lo pediste, decías que era por tu propio bien y el de tu familia. Debí negarte el puesto, debí darte un par de monedas y hacer que te marcharas, pero aunque borre mil veces mi recuerdo, tú seguirás sabiendo a la perfección como llegar a mi casa, aquella vez que entraste de la nada me tomaste por sorpresa, juraba que pasarían más años antes de volver a verte y que de hacerlo no me recordarías y seguirías tu camino.

Tonto de mí.

Jungkook, pronto mi cuerpo acabará por secarse y lamentaré no habértelo dicho en persona una ultima vez, te amo, jamás lo dejé de hacer, una vez yo muera mi recuerdo volverá a ti, no me odies, no lo hagas y jamás te odies a ti.

Malum quidem nullum esse sine aliquo bono.

Amantes funestos (Taekook)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora