The Mystery Girls

Capítulo 9- Cotilleos

CAPÍTULO 9

Lisa va ha protagonizar este capítulo, y vais ha comprender muchas cosas. Curnie va a intentar averiguar el qué, pero Lisa no está lista para contarle. En cambio Curnie va a tener un día asombroso por primera vez... bueno, un casi día asombroso.

***Narra Lisa***

Llevo en enfermería casi todo el día, y ese tal Marrys aun no me explica que pasa, me ha hecho una radiografía, y mientras leía los resultados ha entrado en la habitación.

Odio esto. Me duele todo, no me siento bien.

- Bueno, Lisa. -Sale por fín, Marrys de la habitación.

- ¿Qué pasa, Marrys? -Pregunto preocupada, intentando sentarme, ya que estoy en una camilla.

- No, no te muevas, tumbate mejor. -Me insiste.

- ¿Has descubierto algo? -Le digo, haciendole caso.

- Mira, no quiero que te alteres... ¿Sabes que estás embarazada, no?

Yo asiento con la cabeza.

- Este virus contagia al sexo femenino, aún no se puede saber si tu bebé será chico o chica, pero si es chica, el bebé al estar formado por completo, lentamente llenará la bolsa amniotica de lo que hace que no te transformes en zombie.

¿Qué? No entiendo que intenta decir.

- Tú no te transformas porque tienes algo de ti que te mantiene a salvo del virus, pero tu bebé llegará un punto que lo absorverá, solo si es niña. Y eso... -Le cuesta seguir explicandolo-. Hará que tu te transformes. Lo que acabará con seguramente tu muerte.

Ya no escucho nada. No le oigo hablar. No siento nada.

Se me nubla la vista, y lo ultimo que hago es desmayarme.

Todo es negro. Mi bebe significará mi final.

Horas más tarde:

***Narra Curnie***

- ¡¿Lisa?! -Grito buscandola por el patio.

Al despertarme no estaba, y fui al comedor en vano.

¿Dónde diantres está? Alyah no está, y Lisa tampoco.

Hoy será otro día solitario más.

- Eh, tú. -Grita una voz detras mío.

Me giro bruscamente y ahí está el chico ese... creo que se llamaba Tayler.

Yo cierro los ojos maldiciendome, tengo mucho miedo de estar a solas con alguien. Y exactamente, somos los unicos en el patio.

- Ey, hola. -Digo aguantando el tartamudeo con todas mis fuerzas.

Se me acerca a centimetros de mi cara, wow, ¿Qué diantres hace?

- T-t-tu herman-n-na... -Imita mi tartamudeo con burla-. A la que vuelva, me ocuparre de que su estancia aquí sea un infierno, y eso no quita a las de sus hermanas.

Y lo último que hace es cogerme del cuello.

- ¡Sueltame! -Grito.

Se me acerca a la cara todavía más, y...

Dios.

¿Qué acaba de pasar?

¡¿Me está besando?!

Lo único que siento es asco, y recuerdo las palabras de Alyah; El abuson siempre tiene un punto débil, el de los hombres es biológico, les cuelga entre sus piernas.