Lisa, Curnie y Alyah son tres hermanas que tendrán que convivir con chicos, porque un gran misterio ronda, ¡¡Todas las chicas son zombies, menos ellas!! Para estar a salvo, los chicos les dan un lugar dónde hospedarse y tendrán que acostumbrarse a s...
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El capítulo de hoy, es de mis favoritos, en este capítulo hay respuestas a algunas preguntas, reconciliaciones, aceptaciones y muchas cosas mas.
No hace falta que os dé explicaciones, vosotros mismos podéis leerlo.
***
***Narra Alyah***
Me ha enfadado mucho lo que Curnie me ha dicho, primero nos necesitan y después nos tratan mal, no pienso dejar que menosprecien a nadie por ser mujer, incluso aunque no sea por machismo.
Y parece que lo que les he gritado, no les ha puesto de muy buen humor.
- ¿Nos acabas de llamar idiotas y capullos? —Pregunta un chico paliducho, de pelo rubio, a lo lejos, con cierto enfado en su voz.
- Además de idiota y capullo ¿Eres sordo o qué? —Le pregunto burlona.
Los cientos de "hombres" que hay en el comedor, se ríen con mi comentario, lo cuál no parece gustarle al paliducho.
- ¿Pero tu que te crees? —Pregunta el paliducho, con ira en su mirada, que puedo notar incluso teniéndolo lejos.
- Eso mismo os he preguntado yo primero, y no me habéis contestado, así que ahora mismo no pienso contestarte a ti, paliducho. —Le respondo, ya indignada.
- ¡No pienso aguantarte! —Dice acercándose a mí— Solo necesitamos a una mujer para el experimento, tu no nos sirves. —Vaya, eso ha dolido y me ha enfadado.
Yo imito su acción y me acerco a él, alejando mi silla con la pierna y caminando con paso seguro hacia él.
- ¿Y qué harás? ¿Contagiarme tu idiotez? ¿O mejor tu palidez? Pareces un copito de nieve ¿Acaso estas deshidratado? —Le pregunto con voz de "preocupación".
Al estar uno al frente del otro, noto como está a punto de coger su arma.
- Espera, espera, espera. —Le paro con la mano— ¿Acaso no puedes luchar con las manos? ¿O prefieres no manchar el blanco con rojo? Además de paliducho, eres debilucho por lo que veo. —Digo con autosuficiencia.
- Me estás empezando a hartar, guapita. —Dice entre dientes, soltando el arma, y empujándolo con los pies, por el piso, haciéndola rodar.
Yo le giño un ojo, y eso parece colmar el baso, ya que levanta la mano para darme una bofetada, yo sin pensarlo dos veces, con rapidez me agacho esquivándolo y él parece desorientarse con mi movimiento, ya que al subir le pego un puñetazo, haciendo que retroceda.
Todos cogen aire sorprendidos, y algunos empiezan a gritar: Pelea, pelea, pelea...
Lisa aparece corriendo, por detrás, acompañada de Ander a sus espaldas, el cuál tiene los ojos bien abiertos.
