Mello y Matt

Capítulo 4: Decisiones difíciles

Ya había pasado algún tiempo desde que Matt y yo empezamos a "salir"

Llevábamos bien lo de ocultárselo a los demás, pero a decir verdad, fastidiaba un poco tener que hacerlo... Es como cuando de pequeño le ocultabas a tus compañeros una tableta de chocolate escondida debajo del colchón. ¿Hacíais algo parecido? Yo es con lo único con lo que lo puedo comparar.

Lo que me parecía raro era la manera en la que el resto no se daban cuenta... Sé que ellos no son tan idiotas. Pero entonces, mil preguntas asaltaban mi cabeza. ¿Lo saben? Si lo saben ¿por qué no me lo han dicho?, ¿les parecerá bien? ¿o todo esto es una paranoia mía? De lo que estaba seguro es que no intentaría de averiguarlo, me lo tendrían que decir ellos, en todo caso.

Un día le conté a Matt todas mis preocupaciones sin remordimiento alguno, porque el siempre me ayudaba.

Sin embargo, no me dio ni de lejos esa respuesta reconfortante que yo estaba buscando:

-Déjame.

- ¿QUÉ? ¡JAMÁS!

-Mello, no te pongas nervioso, déjame que te lo explique.

-No Matt, tú no lo entiendes... ¡Eres mi mejor amigo desde siempre y ahora que te he encontrado! Y... bueno... ya sabes el resto.

-Pero tienes razón, soy un problema en tu vida. Sin mi estarías mas centrado en el caso Kira.

-Pero sin ti no habría llegado hasta aquí...

-No estoy diciendo de irme, simplemente cortar. Seguir trabajando juntos.

-Pero sabes que va a ser aún más difícil si hacemos eso.

-¿Y qué quieres que te diga?

-¡NO LO SE! Matt, siempre he buscado tu apoyo y tus ideas y ahora es cuando más te necesito porque no se que hacer. Claro que quiero estar contigo, pero no puedo permitir que muera más gente por Kira.

Ambos dos nos quedamos sumidos en un silencio un tanto incómodo, que no nos atrevíamos a romper. Pasado un rato, Matt salió de la habitación sin decir ni una palabra, y yo me quedé allí, pensando.

No sabía que hacer. Era un tema bastante delicado como para tomárselo a la ligera.

Después de un rato me di cuenta de que no le veía salida al asunto.

Simplemente no quería pensar en la posibilidad de dejar a Matt.

Me fui a la cama. No tenía hambre, ni ganas de hacer nada.

Pensé en lo típico de "lo consultaré con la almohada", pero todo este meollo en el que he involucrado a Matt no tenía tan fácil solución.

¿Por qué todo es tan complicado? ¿No podría salir con Matt ta tranquilo?

No, es que no es sólo el equipo. Él es mi punto débil, mi talón de Aquiles, si le pasara algo, no me lo perdonaría jamás.

Al final, después de mucho rato pensando conseguí conciliar el sueño.

(...)

Me levanté hambriento. Supongo que porque esa noche no cené...

Como suponía, Matt ya estaba levantado y jugaba al tetris mientras se hacían unas tostadas.

Dios, me encantaba ese pelo, esos ojos, esa vida en ellos. Parecía no haber cambiado desde que éramos pequeños.

Definitivamente él es único que me comprende. Además de haber sido siempre mi mejor amigo.

Ya sabía lo que tenía que hacer. Una vez pensado, estaba bastante claro, pero las dudas seguían asaltando mi mente:

-Hey Mello.

-¿Eh?

-¿En que piensas? En... (se acercó a mi y susurrando dijo)¿En nosotros?

-Si.

-¿Y bien?

-Ya sé lo que tengo que hacer.

-Ah...

Matt se veía triste, se levantó y me dio con una tímida sonrisa una de las tostadas.

Acto seguido cogió la suya y se fue a su cuarto.

Lo había entendido mal. Sé que lo había entendido mal, pero por ahora es mejor así, prefería que no viera la escena.

Me comí la tostada en un suspiro, y con mucho miedo (incluso me temblaban las piernas) grité:

-¡ARRIBA TODOS!¡TENGO UN COMUNICADO QUE HACEROS!

No sé si estaría haciendo bien, es más, desde que volvió Matt, me da que se menos cosas de las que sabía.

Sin embargo lo hecho, hecho está. Tarde para echarse atrás.

Oía como se estaban desperezando, los gruñidos y quejidos eran audibles.

Mientras los veía bajar, iba decidiendo como decírselo, sin que sonará como un completo gilipollas:

-¿Qué es tan importante para levantarnos a estas horas jefe?

-¿Acaso ya sabe quién es Kira?

-No, es otra cosa...

-¿El qué?

-Bueno, he estado investigando con Matt, mi novio... (dije entre suspiros)

-¿Y?

Ahora había dos posibilidades, o que no se sorprendan porque lo sabían, o que son más tontos de lo que yo me pensaba.

Bueno espera, había una tercera. Aunque me parecía la menos probable, podría ser que no lo supieran pero que no les importe...:

-Pues que... Matt es mi novio.

-Espere, ¿Matt? ¿Cómo?

-No nos lo esperábamos jefe.

-Pues sí. (Vale, eran más tontos de lo que pensaba)

-Yo no puedo trabajar para alguien "gay"

-Ni yo.

-Yo tampoco.

Se empezaron a escuchar desaprobaciones.

Saltandome insultos y frases bastante ofensivas, básicamente lo que pasó fue que no estaban de acuerdo y... Me quedé sin mafia.

Todo pasó muy deprisa, pero creí hacer lo correcto.

Fui a decírselo a Matt lo más alegre que pude.

Pero cuando entré a su habitación, sólo vi unas sábanas cubiertas de lágrimas.

Ni rastro de Matt...