Capítulo 1

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Capítulo 1


Lisa.


El último lugar donde quería estar era aquí, sentada en este bar, esperando a que mi hermana llegara, pero era nuestra rutina, y no quería que
hubiera un problema entre nosotras — bueno al menos no más problemas de
los que ya existían.
Estaba empezando a sentir que trabajar en el negocio familiar había tomado un curso completamente diferente de lo que había anticipado.
Mi padre había creado esta compañía de medios de comunicación con sólo unos pocos centavos en los bolsillos de él y de mi madre.
A través de los años y con gran trabajo duro, Banks Media se había convertido en una fuerza en los negocios.
Nos expandimos a siete países y prácticamente nos hicimos cargo del sector periodístico de las relaciones de los medios de comunicación.
Por supuesto, mi hermana Jisoo y yo estábamos destinados a trabajar en la compañía y eventualmente dirigirla juntas.
En el plano comercial, Jisoo y yo estábamos de acuerdo, así que dirigir una compañía con ella no era lo que más me preocupaba.
Era su vida privada la que
diariamente entraba en cuestión.
La veía todos los días, incluso los fines de semana cuando íbamos a casa de nuestros padres para los eventos y comidas al aire libre.
Pasar tanto tiempo con mi hermano era un poco abrumador, especialmente porque se había convertido en la mayor mujer que jamás había conocido.
Yo no era ningúna santa, y nunca había tenido una relación estable con alguna mujer, pero siempre era directo y honesto al respecto.
Ella limpiaba el suelo con su
esposa.
Jisoo se había enamorado de Roseanne antes de haber pronunciado una sola palabra, no podía culparlo, esa hermosa cabellera rubia, ojos hermosos, cara única, y un cuerpo que parecía de modelo de calendario, pero no fue hasta que nuestro padre la contrató que ella pudiera acercarse a ella.
Todos estaban muy emocionados cuando anunciaron su compromiso, ella era una de las chicas más dulces que había conocido en toda mi vida, y Jisoo realmente parecía que estaba asentando cabeza y se estaba convirtiendo en una persona más
paciente y afectuosa.
Bueno, eso duró tres meses, y ahora teníamos que lidiar con este divorcio que literalmente surgió de la nada.
La puerta se abrió detrás de mí, y la risa petulante de Jisoo sonó mientras
saludaba al barman antes de darme una fuerte palmada en el hombro. Acerco un banco a mi lado y ordeno una cerveza, una sonrisa maníaca se esbozaba en su rostro.
Era tarde, estaba cansanda, y lo último que quería hacer era escucharla regodearse sobre su inminente divorcio.
Esperaba que estuviera agotada por el día, pero eso era mucho pedir.
“Ya casi está listo,” se rio entre dientes. “El lunes oficialmente ya no
estaremos más casadas. Gracias a Dios, tengo algunos buenos abogados.”
“Querrás decir que papá tiene unos buenos abogados,” Me quejé,
apartando su mano de mi hombro. Parecía que no iba a ser muy buena en
ocultar mi opinión.
“¿Qué sucede contigo? Pareces un poco más tensa de lo normal,” dijo
mirándome. “Y eso ya es decir mucho.”
“Sólo dime,” le dije volviéndome rápidamente hacia ella. “¿Por qué
demonios vas a dejar a esta chica después de haberla perseguido por tanto tiempo?”
“Ella no puede tener hijos,” dijo engreída. “Yo no me anoté para esa
mierda.”
“Eres una maldita idiota,” le dije, asintiendo con la cabeza hacia el barman para pagar mí cuenta.
“¿Cómo?” Se volvió hacía mi furiosa. “Cuando quería tener un hijo para
continuar con este legado, porque Dios sabe que no tienes ningún prospecto,
ella no podía darme eso. No era lo que yo pensé que sería, entonces ¿cómo se
supone que nuestro matrimonio si quiera funcione? ¿Cuál sería el punto?”
“¿Entonces? ¿Sólo dijiste tus votos y no pensaste sobre lo que realmente
significan? Sabes que hay más de una forma para tener un hijo idiota. Podrías adoptar. Hay miles de niños que necesitan un buen hogar.” Lancé el dinero en el mostrador y me puse de pie, bebiendo el último trago de mi cerveza.
“¿Y a ti que demonios te importa? ¿Por qué estás tan molesta? Hazme un
favor Lalisa,” dijo mirando con enojo, “cállate y mantente alejada de mis
asuntos.”
“Nunca te mereciste a esa chica de todos modos,” le dije tomando mi
chaqueta y caminando hacia el baño.
Mi hermana era un idiota, y aquí estaba yo dándole el beneficio de la duda, pensando que ella lo había engañado o algo así.
Pero no, ella destruyó un hogar, terminó un matrimonio, y le rompió el corazón a una chica por algo sobre lo que ella no tenía ningún tipo de control.
Realmente lo sentía por Rosé.
Ella no se merecía nada de esto.
Jisoo era tan estúpida por tirar un futuro con esta chica.
Ella habría hecho cualquier cosa por Jisoo, y la habría guiado por buen camino.
Quizás esa era la verdadera razón.
No le gustaba que alguien más tuviera el control, no es que ella pudiera tener el control de esa situación tampoco.
No podía tener hijos.
Probablemente fue devastador para ella enterarse de esa noticia, y luego busca a su esposa quien se supone que la debe cuidar y apoyar, y ella le da la espalda.
De repente me sentí avergonzado
de que esa desgraciada fuera mi hermana.
Me lavé las manos y salí del baño, deteniéndome en seco al ver a Irene, la chica con la que había estado saliendo durante meses.
Ella era ardiente e instantáneamente todas mis preocupaciones salieron volando directamente por la ventana. No había nada mejor que sacar algunas frustraciones a través de un trasero firme y un poco de jugueteo.
Ella no tenía una idea equivocada,
y en realidad, estaba seguro que no quería formar parte de nuestra jodida
familia.
“Hola,” dijo, agarrándome por la camisa y tirando de mi hacia adelante.
“Te estaba buscando.”
“¿Oh, sí? ¿Para qué?”
Se mordió el labio y me miró con sus oscuros ojos marrones.
Me reí de su falta de sutileza y miré a mí alrededor rápidamente cuando ella se inclinó y me agarro la entrepierna. Presioné mi mano contra la pared detrás de su cabeza y me incliné, sumergiendo mi lengua entre sus labios suaves y serenos.
“¿A dónde vamos a ir esta vez?”
Ella soltó una risita y me sujetó por el cuello de la camisa, llevándome
adentro de un viejo almacén en la parte trasera.
Era obvio que nadie entraba a
este lugar, era el escenario perfecto para nuestro desenfreno habitual.
Ella bloqueó la cerradura y se volvió hacia mí con la picardía reflejada en todo su rostro.
Ella sonrió, mordiéndose el labio inferior y quitándose la blusa por
encima de la cabeza. Levanté las manos riéndome de lo directa que siempre era.
Ella se estiro para desabrochar su brasier, dejando que sus senos grandes
y redondos brotaran de todos lados. Ella sacó mi camisa de mis pantalones y se dejó caer sobre sus rodillas, desabrochándolos y tirando de ellos hacia mis tobillos.
Me incliné hacia atrás apoyándome contra la columna polvorienta y puse mis brazos sobre mi cabeza, esperando sus labios.
Ella bajó mi bóxer y sujetó mi miembro que rebotaba libre de la tela.
Esta chica me había.emocionado antes de que se quitara la blusa, pero sabía todo lo que podía hacer con esos labios y esas caderas.
No perdió tiempo yendo directo al grano, deslizando su boca sobre la
punta de mi pene hasta la base del mismo. Gruñí ante la sensación de su
lengua girando salvajemente alrededor de mi erección y bajé la mirada hacia
su cabello negro mientras se balanceaba hacia adelante y hacia atrás.
Ella lentamente se acercó y masajeó mis testículos mientras deslizaba su
cabeza hacia abajo, tomando la totalidad de mi miembro en su garganta.
Presionó con fuerza, sus labios tocaron la base, y pude sentir su succión en la
parte posterior de su garganta.
Ella era tan ardiente, y para hacerlo aún mejor,.tenía un piercing en la lengua, el vestigio de una moda de hace diez años.
La suave pelota de gel rodó a lo largo de mi miembro y presionó justo debajo de la cabeza de mi pene, enviando oleadas de placer a través de mi cuerpo.
Gruñí mientras mis caderas se movían hacia adelante encontrándose con su
boca y luego retrocediendo.
Sujeté su cabellera, y me introduje lo más que pude, viendo una sonrisa curvarse en el borde de sus labios. Sus ojos me miraron, humedecidos y salvajes mientras yo continuaba empujando mis caderas hacia su rostro penetrando con fuerza su boca.
Tomó sus pechos y.comenzó a manosearlos, haciéndolos saltar hacia arriba y abajo mientras me complacía con su boca. Separó las piernas y se introdujo debajo de su falta,frotando su clítoris, rodando los ojos y gimiendo con mi miembro en su boca.
Podía sentir las vibraciones de su voz en mi pene, e inmediatamente todo lo
que quería hacer era follarla sin contemplación.
Mis ojos se movieron alrededor de la vieja habitación polvorienta
buscando un buen lugar para inclinarla.
Finalmente, mis ojos se posaron en
un viejo escritorio de roble en la esquina. Sonreí lascivamente mientras
retiraba su cabeza de mi miembro. Hice un gesto hacia el escritorio y ella se
rio, sin verme bajar mi mano ysujetarla por la cintura. La puse de pie, la
volteé mirando hacia el escritorio.
La incliné sobre la mesa y levanté su falda feliz de descubrir que no tenía bragas. Ella miró hacia atrás y soltó una risita mientras introducía tres dedos dentro de su sexo y me inclinaba sobre ella.
Los moví dentro y fuera rápidamente mientras ella gemía ruidosamente.
“Te voy a follar sin contemplaciones”, le susurré al oído.
“¿Qué diablos estas esperando?” gimió ella.
Sonreí sacando mis dedos de ella y tomando un preservativo del bolsillo
trasero de mis pantalones.
Lo abrí y arrojé el envoltorio hacia un lado, tirando del preservativo sobre mi miembro.
Tembló y palpitó, esperando su suave y húmedo sexo. La sujete por las caderas y lentamente me deslice a través de
sus fluidos. Estiró su mano y tomó el borde del escritorio, separando sus pies y preparándose.
Al principio la provoque, penetrándola lentamente, sintiendo cada ondulación de su sexo húmedo y empapado.
Ella gimió y empujo sus caderas hacia atrás buscando más.
“Más duro,” suplicó.
Amplié mi postura y la agarré por las caderas, la ira que me hizo sentir mi
hermana antes aún estaba surgiendo a través de mi pecho. Instantáneamente,
me impulsé hacia delante tan fuerte como pude conduciendo mi miembro
profundamente dentro de ella.
Ella gritó, llevándose la mano a la boca para sofocar los ruidos y no se escucharan en el bar que estaba afuera de la puerta.
Cerré los ojos y comencé a balancearme profunda y rápidamente, sintiendo su trasero firme en mis manos.
Le di una palmada en la nalga y la escuché mientras ella gemía una y otra vez al ritmo de mis embestidas.
Su sexo se volvió más y más húmedo y sabía que ella no estaba lejos de alcanzar el clímax.
Me incliné hacia delante y empujé mis caderas rápidamente dentro de ella, envolviendo mi brazo alrededor de su cintura haciéndole sentir un placer
máximo.
A medida que mis embestidas eran más cortas e intensas, puden sentir su cuerpo sacudirse, y ella gritó, echando la cabeza hacia atrás, alcanzando su placer máximo.
Sus cálidos jugos fluyeron constantemente sobre mi miembro, me levanté, la sujeté y la follé tan fuerte y rápido como pude hasta que sentí que mi furioso pene crecía aún más.
Me incliné y agarré el otro lado del escritorio y me puse de puntillas, arremetiendo dentro de ella.
Respiré profundamente y dejé que mi pene explotara, ondas de placer
surgieron por todo mi cuerpo.
Cuando mi orgasmo empezó a desvanecerse y mis caderas se calmaron por el movimiento, pude oírla reír.
Me salí y le di una palmada en el trasero, sonriendo mientras se volteaba.
Ella se apoyó en el escritorio y cruzó las piernas.
“¿Qué te pasó?”
“Solo una pequeña disputa familiar”, dije, abrochándome los pantalones.










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Aquí el primero de varios... 😉

Espero y les guste.

Nos andamos leyendo pronto. 💚

~JM~

Lo siento, me enamoré de tu hermana. // Chaelisa G!PDonde viven las historias. Descúbrelo ahora