Lo siento, me enamoré de tu hermana. // Chaelisa G!P

Capítulo 23

Capítulo 23

Lisa

Terminé todo en el trabajo y salí corriendo de la oficina. Rosé estaba
clavada en mi mente, y realmente esperaba que el médico no le hubiera dado malas noticias. Ella no necesitaba más estrés o tristeza en su vida. Ella había soportado lo suficiente en los últimos meses. Me subí en uno de los autos de la compañía y lo hice detener en el camino para comprar flores. Fuera lo que fuera lo que tenía que decirme, quería estar preparada para ser su apoyo, estar allí para ella y hacerla sentir bien de la mejor manera que sabía.
Cuando llegué a casa, ella todavía no estaba allí, así que entré y me cambié de ropa.
Me puse un par de jeans y un suéter, deteniéndome en el termostato para
encender el fuego. Se hacía mucho frío afuera últimamente, y quería que todo
estuviera cómodo para cuando Rosé llegara. No tenía idea de lo que estaba
en camino a decirme, y mis nervios burbujearon en mi estómago. ¿Y si había descubierto que no había nada que pudieran hacer? ¿Qué pasaría si ella descubriera que no era SOP sino algo más? Fuera lo que fuese, yo estaría allí para ella, y daríamos el siguiente paso juntas, cualquiera que fuese.
Caminé por la casa, paseando mientras miraba por la ventana cada cinco
segundos en busca de un taxi. Se suponía que venía de la oficina del médico, que estaba al otro lado de la ciudad, por lo que probablemente se quedó atrapada en el tráfico.
Entré en la cocina y encendí la cafetera, deseando que algo caliente calentara mis manos mientras el calor en la casa alcanzaba la temperatura suficiente como para eliminar el frío del aire. Al mismo tiempo, no sabía si era la casa o mis nervios lo que me causaba frío y temblores. Todo había ido tan bien entre nosotras, y estaba decidida a ayudarla a llegar al punto en la que se sentía cómoda con esta afección, satisfecha con los resultados y lista para seguir adelante.
Lo último que quería era que ella
estuviera sola, recibiera malas noticias de un médico y luego tuviera que
repetirlas una vez más cuando llegara a mí. No era mi lugar ir con ella a las
visitas, pero en ese momento, deseé haber forzado el asunto.
Me serví una taza de café y puse la crema y el azúcar, exactamente como
me gustaba. Envolví mis manos alrededor de la taza y la llevé a la ventana, apoyándome contra la pared mientras veía pasar diferentes autos por mi camino. Finalmente, un taxi amarillo se detuvo en el frente, y rápidamente me dirigí a la puerta de entrada donde saludé a Rosé con los brazos abiertos.
Me envolví alrededor de ella y la apreté con fuerza, tratando de medir la
expresión de su rostro. No parecía que hubiera nada realmente malo, pero era
más como si su mente estuviera en otro planeta. Tomé su mano y la conduje
adentro, cerrando la puerta detrás de nosotros y siguiéndola a la sala de estar.
Se quitó la chaqueta y se sentó en el sofá, apoyando la cabeza contra el
respaldo del asiento.
“¿Puedo traerte algo? Acabo de hacer café,” dije señalando la cocina.
“No.” Ella me envió una sonrisa temblorosa. “Sólo ven y siéntate.”
“Está bien,” le dije, sentándome frente a ella.
“Estoy realmente nerviosa.”
“Todavía no está completamente confirmado,” dijo, apretando las manos. “Pero parece que estoy embarazada.”
“¿Qué?” Parpadeé al tratar de envolver mi cabeza alrededor de esas palabras. Era como si estuviera hablando en un idioma diferente.
“¿Estás embarazada?”
“Eso es lo que dijeron los análisis de sangre,” respondió. “Hoy recibí una
llamada de mi médico que me dijo que mi análisis de sangre, que hicieron
desde que tuve relaciones sexuales entre períodos, regresó positivo durante la prueba de embarazo. Dijeron que tengo SOP, pero parece que mi cuerpo estaba dispuesto a darme una oportunidad sin tener que hacer malabares para lograrlo. La prueba de sangre va a confirmar que mis niveles de HCG estén aumentando como se supone que deben. Una vez que tengan eso confirmado, entonces vuelvo a mi médico habitual y atravieso este embarazo como cualquier persona normal, con solo un poco más de atención debido al SOP.”
“Guao,” le dije poniéndome de pie y caminando por la habitación.
Empecé a reír.
“Guao, eso es absolutamente increíble. Esto está más allá de todo lo que podría haber imaginado. Estoy más que emocionada”
“¿Es en serio?” Ella actuó como si esperara una reacción diferente.
“Apenas comenzamos a salir.”
“Lo sé.” Me senté junto a ella y tomé sus manos en las mías. “No me
importa cuánto tiempo hemos estado saliendo. Estoy muy emocionada de
tener un hijo contigo. Quiero que seas feliz, no importa lo que eso signifique.
Siempre quise tener hijos, y tengo sentimientos muy serios por ti. Quiero decir que nada sucede realmente cuando lo queremos, ¿verdad? Este bebé es un milagro y un regalo, y no podría imaginar compartir eso con nadie más.”
Ella sonrió ampliamente, y extendí la mano, tirando de su cabeza hacia la
mía, y presioné mis labios contra los de ella. Ella me besó apasionadamente
antes de alejarse para apoyar su frente contra la mía y mirarme profundamente a los ojos.
Las lágrimas se juntaron en los bordes de sus hermosos ojos, extendí mi brazo y pasé mi mano por su mejilla. Era tan
hermosa y estaba llena de vida, y con solo esas palabras de apoyo, pude verla
soltando los temores y comenzando a dejarse emocionar por las noticias.
“Entonces,” dije, echándome hacia atrás y girando hacia ella. “La vida va
a cambiar mucho. Esto es realmente emocionante.”
“Dios,” se burló. “Más cambios, justo lo que necesito.”
“Sí, pero este es un buen cambio,” dije con entusiasmo.
“Quiero decir, realmente vamos a tener un bebé. Me pregunto si será un niño o una niña. Si se reirá como yo o si sonreirá como tú. Espero que sea cual sea el género, tenga tu maravilloso y hermoso corazón.”
Ella rio, echando la cabeza hacia atrás y sollozando. Apoyé la cabeza en
mi mano y le sonreí, amando la forma en que estaba empezando a abrirse
sobre todo. Se relajó un poco y tomo la manta del borde del sofá y la colocó
sobre sus hombros. Ella miró profundamente a los ojos, sus pensamientos bailaban en su rostro
“Cuando era una niña pequeña,” comenzó diciendo, “y mis padres
estaban drogados en la sala de estar, me encerraba en mi habitación y soñaba con ser esposa y madre. Me imaginaba a mí misma como la mejor madre de todos los tiempos. Sabía que tenía que darle a mi hijo muchos abrazos, muchos besos y mucho amor, más amor de lo que mis padres me habían dado alguna vez. Imaginé que mi esposa era amable y dulce, pero fuerte y protectora. Nos cuidaría, nos sostendría y sería el tipo de madre que siempre deseé haber tenido. Cuando el médico me dijo que nunca tendría hijos, fue casi como si viera que ese recuerdo se partía en un millón de piezas justo en frente de mí. Pero ahora, ahora todo ha cambiado de nuevo.”
“Cuando yo era una niña” le dije, frotando sus brazos, “siempre supe que
un día quería ser madre. Sabía que quería ser una madre para mi hijo, como son mis padres para mí. Son amables y tiernos, pero al mismo tiempo, me empujaron a ser la mujer que podría ser. Nos hizo recordar tener orgullo en nosotras mismos, ser siempre veraces y valientes, y que ser capaces de amar nos abriría tantas puertas en nuestra vida, no solo románticamente. Siempre me pregunté cómo hubiera sido si una de nosotras hubiera sido un niño. Habría visto su lado suave a diario de la misma forma que trataba a mi madre.
Ellos siempre han sido tan gentil y amable con todos, asegurándose que nunca le faltara nada nada, y que estuviera completamente cuidada. Su familia siempre estuvo antes que el negocio, y una parte de mí cree que fue por eso que lo hizo tan bien.”
“Tu padre es un padre maravilloso, y va a ser un abuelo asombroso.” Ella
negó con la cabeza. “Una parte de mí realmente deseaba que mi padre fuera
lo suficientemente responsable como para ser abuelo, pero como sé que eso
nunca sucederá, no podría estar más feliz de tener a tu padre allí como único
abuelo.”
“Mi mama y mi papá van a enloquecer.” Me reí de la idea de contarles.
“En el buen sentido, claro. Han estado esperando por siempre para
convertirse en abuelos.”
“Jisoo podría ser otra historia.” Ella se encogió y negó con la cabeza.
“Todavía piensa que no puedo tener hijos en absoluto. Va a ser interesante
darle la noticia a ella.”
“Solo demuestra que se dio por vencida demasiado pronto, pero estoy
seguro de que estará bien.” le respondí, poniéndome de pie y estirándome
para ayudar a alzar a Rosé sobre sus pies. “Vamos a ponernos cómodas y
miremos una película en mi cama. Esta noche podemos relajarnos y disfrutar
esta noticia solo nosotras dos.”
“Eso suena perfecto.” Ella me siguió a la habitación con una sonrisa
satisfecha que reemplazaba la expresión perdida con la que había llegado.
Fue casi impactante lo fácil que resultó todo y aún más sorprendente que
no había ni un gramo de miedo dentro de mí cuando me dijo que iba a ser mamá. Muchos personas se habrían tomado eso muy mal, especialmente
habiendo salido solo con alguien ni siquiera un mes completo. Pero con Rosé, era diferente, éramos diferentes, y nunca me había sentido tan unida a
ella como entonces.
Ella era tan hermosa y tan completa que no podía imaginar tener un hijo con nadie más.
Nos pusimos ropa cómoda y nos cubrimos con las mantas. Al principio,
apoyó su cabeza en mi pecho, mirando las películas viejas en blanco y negro
que se estaban reproduciendo, pero rápidamente se sentó y continuó hablando sobre su infancia. Bajé el volumen de mi televisor y la escuché atentamente, queriendo oír cada una de las historias que tenía. Sabía que su infancia no había sido fácil, pero estaba tan contenta de que ella y yo pudiéramos brindarle a nuestro hijo una vida cómoda, amorosa y protegida. Mi mente daba vueltas como loca ante la idea de que un bebé creciera dentro del vientre de Rosé.
Nos sentamos y hablamos casi toda la noche, apagando las películas
después de aproximadamente una hora, reconociendo que estábamos más
interesados en discutir todo esto y en conocernos más de lo que ya lo
hacíamos. Afortunadamente, ella conocía a mis padres y qué tipo de
educación había tenido, así que se sintió cómoda hablando de la suya. Poco después de las dos de la madrugada, me levanté para tomar un vaso de agua, pero cuando volví, Rosé estaba profundamente dormida en la cama. Encendí su alarma para que ella tuviera tiempo de ir a casa y cambiar, y luego me acurruque bajo las sábanas al lado de ella. Ella era tan cálida y tranquila, y no pude dejar de mirarla dormir. Con cada respiración, sabía que estaba haciendo crecer a un niño dentro de su cuerpo, y no solo a cualquier niño sino a mi hijo. Amaba a esta mujer más que a nada, y no podía esperar para convertirme en una madre con ella a mi lado.

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3/5 por que si. 💚

Nos andamos leyendo pronto. 🤞

~JM~