Lo siento, me enamoré de tu hermana. // Chaelisa G!P

Capítulo 24

Capítulo 24

Rosé

Abrí los ojos, sin saber por un segundo dónde estaba. Cuando mis ojos se
ajustaron, recordé que estaba en la cama de Lisa, abrigada y cómoda bajo
las sábanas. Saqué mi teléfono silenciosamente del escritorio y miré la hora.
Me había despertado aproximadamente una hora antes de que mi alarma fuera programada para sonar. Abrí la configuración para comprobar y vi que Lisa había puesto la alarma para mí. Debo haberme quedado dormida cuando fue a buscar agua en medio de la noche. No tenía la intención de oasar la noche en su casa, pero estábamos teniendo una conversación fantástica, y creo que la emoción del día y las noticias acabaron con mi energía. Su cama era muy cómoda, literalmente podía estirarme por el resto de la semana y no levantarme. Volví a poner el teléfono en la mesita de noche y me deslicé hacia abajo, tirando de las sábanas sobre mis hombros y acurrucándome en la almohada.
Mi cuerpo estaba cansado, pero mi mente estaba completamente despierta, algo a lo que no estaba acostumbrada. Por lo general, era al revés, donde mi cuerpo estaba listo para ir, pero mi mente estaba tan cansada que apenas podía pensar con claridad.
Mientras me relajaba en la cama, mi mente volvió a repasar los eventos el
día anterior, especialmente la noticia que el doctor me había dado. Presioné
una mano ligeramente en mi vientre. Todavía era tan increíble para mí que
hubiera un bebé creciendo dentro de mí. Había soñado con eso desde
siempre, pero después de las últimas noticias, nunca pensé que realmente
sucedería. Tanto el miedo como la emoción recorrieron mi cuerpo, y estaba bastante segura de que no volvería a dormir pronto.
Lisa rodó sobre su costado, se deslizó cerca de mí y envolvió sus brazos a mí alrededor. El olor de su perfume golpeó mi nariz, y mi memoria me empujó a la noche del hotel después de la fiesta.
El sexo fue tan ardiente esa noche que casi podía sentirlo dentro de mí en ese momento. Inmediatamente, el calor se acumuló entre mis piernas, y estaba tan excitada que apenas podía controlar mis pensamientos.
Mis horTesss ya deben estar volviéndose locas, y no ayudó el poder sentir la piel caliente de Lisa contra mi espalda y su erección matutina rosando mi trasero. Moví mi cuerpo contra ella, y ella me acercó más, empujando sus
caderas hacia mí.
Sabía que estaba dormida, pero incluso en sus sueños, reaccionó ante mi cuerpo. Traté de alejar esa sensación y ponerla en el fondo de mi mente,
cambiando mis pensamientos al día que venía, pero no sirvió de nada, ya
estaba listo para la acción. Sabía que si me daba la vuelta, sería un desafío
despertarla porque tenía el sueño profundo. Pero si pudiera esconderme bajo las sábanas y envolver mi boca alrededor de su miembro, ella podría
despertarse un poco más rápido. La contemplé durante varios minutos antes de decidir que tenía que suceder. No había forma de que pudiera pasar un día mirándola por el pasillo brincarle en la sala de descanso si no hacía algo por la lujuria que burbujeaba en mi pecho. Lentamente, levanté sus brazos y los puse de costado, su cuerpo rodando sobre su espalda por reflejo. Me di la
vuelta y me metí debajo de las sábanas, moviéndome entre sus piernas. Corrí
mis dedos por sus costados, sacando un leve gruñido de su garganta antes de
meterme dentro de su bóxer y sacar su pene.
Solo con el toque de mis manos, ella se puso inmediatamente dura como una roca, y sonreí mientras bajaba mi
cabeza y tomaba su pene en mi garganta.
Se movió un poco debajo de mí, gruñendo mientras sus manos se
sumergían bajo las sábanas y corrían por mi cabeza. Sabía que estaba
despierta por la forma en que sus caderas empujaban hacia mi cara. Moví mi lengua y lamí desde la base de su miembro, todo el camino hasta la punta de su cabeza, mientras mi otra mano acariciaba sus testículos. Sus dedos se
movieron por mi pelo y se aferraron, mientras gemía ruidosamente al otro
lado de las mantas.
“Mmm, Buenos días.” Se rio.
Sonreí antes empujar mi cabeza hacia abajo por su pene, tomándolo
profundo y rápido. Empujó su pelvis hacia adelante cuando mis labios
tocaron la base de su miembro, rebotando hacia arriba. Giré mi lengua
alrededor de su pene y moví mi cabeza hacia arriba y hacia abajo, las cobijas
aún sobre mi cabeza. Extendí la mano para pasar mi mano por su pecho,
aruñando su estómago con mis uñas mientras yo tomaba la totalidad de su
pene en mi boca. Gruñó y gimió por encima de mí, moviendo su mano hacia
arriba y hacia abajo con mi cabeza mientras yo chupaba su grande y duro
pene. Se volvió más y más duro dentro de mi garganta cuando su mente se
tornó más despierta. Volteó las sábanas, revelando mi cabeza, y sonrió
mientras lo miraba, mi boca llena de virilidad. Mis ojos se humedecieron
cuando me moví más rápido, deseándolo dentro de mí. Extendí la mano y pasé los dedos sobre mi montículo húmedo, dejando escapar un leve gemido mientras lamía la cabeza de su pene.
“Si.” Inclinó su cabeza hacia atrás y cerró los ojos.
Abrí la boca más ampliamente mientras bajaba, chupando con fuerza en el camino de regreso. Empujó su mano contra mi cabeza queriendo más
mientras yo levantaba mi mano por su miembro y volvía a bajar antes de
volver a poner mis labios sobre ella. Mi corazón latía rápido mientras chupaba más fuerte, esperando que ella pronto me daría la vuelta y me follaría con todas sus fuerzas. Finalmente, se inclinó y agarró mi rostro, jalándome
por su cuerpo. Besó mis labios y se inclinó en mi oído.
“Móntame,” susurró.
Saqué mis piernas de entre las suyas y me senté a horcajadas sobre ella,
tirando de mis bragas hacia un lado y sujetando su pene. Lentamente me
empujé hacia abajo, sintiendo cada centímetro de su miembro deslizándose a través de mis jugos. Levantó la mano, me quitó la camisa y se agarró a mis
pechos que rebotaban. Podía sentir sus dedos moviéndose sobre mis pezones,
que parecían incluso más sensibles de lo normal. Gemí ruidosamente
mientras sacudía las puntas de mis pechos, generando ondas eléctricas a
través de mi cuerpo.
Si ella continuaba, eso solo podría hacerme acabar. Me senté con fuerza sobre su pene, sintiéndolo presionando contra mis límites antes de mover mis caderas y presionar contra ella.
Ella se inclinó y me abrió, deslizando su pulgar sobre mi clítoris mientras movía con más fuerza. Puse mis manos sobre su pecho y levanté mis caderas, sintiendo que se deslizaba
lentamente fuera de mí antes de empujar hacia abajo y dejar que me llenara de nuevo.
En ese punto, mis caderas se movían tan rápido que apenas podía
controlarlo y ella tomó mi cintura, manteniéndome quieta mientras empujaba sus caderas hacia arriba y hacia abajo, golpeando su cuerpo contra mi sexo.
Grité, llevándome las manos a la cabeza y anhelando la liberación. Cuando su cuerpo golpeó mi clítoris, pude sentir que perdía todo autocontrol. El orgasmo hirviendo en mi vientre se liberó, enviando oleadas de placer a través de mí. Arqueé mi espalda y apreté mis dientes, tomando una respiración profunda y sintiendo cada onza de energía corriendo por mis
venas.
Lisa se sentó y me empujó sobre mi espalda, trepándome y sin perder
tiempo en poner mis piernas sobre sus hombros. Su miembro penetró
profundamente dentro de mí, deslizándose dentro y fuera. Podía sentir mis jugos gotear de mí y cubriendo su sexo duro como una roca. Cerró los ojos y se mordió el labio, la sensación de sexo matutino vigorizante y excitante.
Los gemidos escaparon de mis labios, y me incliné para frotar mi clítoris
mientras su cuerpo golpeaba contra el mío.
Lisa movió mis piernas de sus
hombros y se inclinó sobre mí, mirándome profundamente a los ojos. Sus caderas se movieron hacia adentro y afuera rápidamente, apretando los
dientes y tensando los músculos, señales que estaba cerca. Empujó varias veces más antes de empujar profundo y fuerte y detenerse, su pene palpitaba dentro de mí. Ella explotó, su cuerpo temblando sobre mí mientras el placer sacudía su cuerpo. Sus caderas empujan hacia adelante intentando de ir más profundo mientras su cuerpo liberaba su semilla dentro de mí. Vi su rostro comenzar a relajarse, pasando los dedos por sus hombros y por sus brazos.
Cuando sus ojos se abrieron, la alarma sonó, y los dos comenzamos a reír.
“Oportuno como siempre,” dije.
Se inclinó y besó mis labios antes de alejar su cuerpo del mío y sacarlo de
la cama. Se puso de pie estirándose, su pene aún duro y apuntando
directamente frente a ella.
Sonreí cuando levanté la mano y apagué la alarma, agarrando el par de pantalones cortos que me había dejado usar y poniéndome una sudadera por encima de la cabeza. Tenía que ir a casa a cambiarme de ropa, pero ella iba conmigo, así que esperé mientras ella se vestía apresuradamente. Se veía tan guapa en sus trajes, pero prefería tenerlo desnuda cualquier día. Esa fue probablemente una de las razones por las que estaba embarazada. Sonreí para mis adentros mientras pensaba sobre el
cambio en nuestra vida, y cómo Lisa ahora era una parte permanente de mí.
Cuando estuvo lista para partir, bajamos a la calle y nos metimos en uno de los autos de la compañía. Me estremecí considerablemente, después de haber salido de la casa con un par de pantalones cortos. Había escarcha sobre todo, y se estaba acercando mucho el invierno. Nos detuvimos frente a mi casa y me vestí mientras Lisa nos preparaba un par de tazas de café para el camino. Saqué algo cómodo para usar, sin ganas de pelear contra la rigidez de la mayoría de mis atuendos de negocios. Cuando terminé de apartar mi cabello y cepillarme los dientes, me dio una taza de café y me besó en los
labios mientras regresábamos al auto. Esta vez, recordé mi abrigo y me sentí
mucho más despierta con el café corriendo por mis venas.
Llegamos a la oficina en un tiempo récord, y me incliné hacia Lisa mientras subíamos al elevador hasta nuestro piso. Mis mejillas se sonrojaron
levemente cuando varios trabajadores bajaron del mismo en el séptimo piso y
tan pronto como las puertas se cerraron, Lisa y yo estallamos en carcajadas.
Todavía estábamos riendo cuando las puertas del elevador se abrieron, y ni
siquiera noté las miradas y los susurros hasta que estuve casi al final el
pasillo y luego hasta mi oficina.
Nunca me había detenido a pensar en el hecho de que nuestra relación iba a parecer extraña para cualquiera que no
nos conociera o nuestra situación. Sin embargo, trabajando en un ambiente
profesional, no pensé que iba a tener que lidiar con el tipo de comportamiento infantil que los otros empleados estaban exhibiendo.
Al principio, me enojó, a tal punto que pensé en salir y defenderme. Pero, después de tomar una respiración profunda y reírme de una imagen que Lisa me envió a través del
texto, decidí que el mejor curso de acción sería ignorarlos. Bueno, al menos tanto como me sea posible.
Mi bebé no iba a hacer que la situación fuera más fácil en absoluto.

💚🖤💚🖤💚🖤💚🖤💚🖤💚🖤💚🖤💚

4/5 por que lo necesitamos.... 🤠

Nos estamos leyendo. 💚

~JM~