Capítulo 2

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Capítulo 2

Rosé

Tres meses, ese es el tiempo que mi matrimonio duró.
Todas las otras parejas en el mundo todavía seguían teniendo sexo tres veces al día, acurrucándose en el período luna de miel de su relación. ¿Pero yo?, estaba sentada en una sala de reuniones en el juzgado esperando finalizar mi divorcio.
Todavía no podía entender cómo llegue a esta situación.
Hace un par de años, estaba radiante, contratada por la compañía de medios más popular del mundo, ascendiendo rápidamente a supervisora del departamento de administración y enamorándome de Jisoo, la soltera más codiciada de Nueva York.
Claro después de su hermana Lisa.
Era como si mi vida se hubiera convertido en un cuento de hadas, algo definitivamente diferente de mi niñez. Nací en Australia y crecí en Nueva York, pero mis padres habían sido adictos, y no hicieron nada más que robar para drogarse y dejarnos a mí y a mi hermana a valernos por nosotras
mismas.
Mi hermana me motivó a ser mejor que eso, me mostró todas las cosas negativas sobre un mal estilo de vida y me aseguré de obtener buenas
calificaciones en la escuela secundaria. Cuando me gradué en segundo lugar
de mi clase, me ofrecieron una beca completa en la NYU, y aunque quería
alejarme de la ciudad y todos sus malos recuerdos, no podía permitirme no ir
a esa universidad.
Entonces, me quedé, trabajé en la universidad así no tenía que vivir con mis padres.
Mi hermana se unió al Ejercitó de USA y se fue de inmediato, luego de asegurarse que yo estaba a salvo y segura.
Después de eso, fue cómo una cosa increíble después de otra.
Era excelente en la universidad, tenía amigos inigualables, me ofrecieron una
pasantía en Banks que eventualmente se convertiría en un trabajo, y en mi
último año conocí a Jisoo.
Ella era tan dulce y amorosa, y además era absolutamente hermosa. Me había dicho que estaba enamorado de mí desde mi primer año, y no podía creer que la hija y heredera de Banks Media Corp. quería que yo fuese su novia. Por supuesto, aproveché la oportunidad, ¿Qué chica no lo haría? Después de unos meses, me di cuenta que me había
enamorado de ella.
Su ambición y encanto eran embriagadores, y su familia era increíble. Sus padres, Elizabeth y John, me dieron la bienvenida a la familia de
inmediato, y por primera vez en mi vida, pude experimentar cómo era una
verdadera familia.
Teníamos cenas de Acción de Gracias, fines de semanas en su finca, regalos de Navidad y todo lo demás.
En cierto modo, no me enamoré de Jisoo, me enamoré de su vida entera. Eso hizo de todo esto algo mucho más difícil.
No solo estaba de luto por el final de mi matrimonio, sino que también estaba de luto por la pérdida de toda una familia, todo por algo que no podía evitar.
Creó que debí haber notado las señales, cuando un mes después de nuestro matrimonio, Jisoo me estaba presionando para que quedara
embarazada, pero en mi neblina amorosa, pensé que era sólo que quería una familia conmigo.
Entonces, acepté e hice una cita para realizarme un examen completo con los médicos y asegurarme que estaba físicamente apta para quedar embarazada.
Recuerdo que no me sentía nerviosa cuando el médico regresó a la habitación con una expresión sombría en el rostro.
Ella me mostró fotos, un montón de números, y me indicó posibles tratamientos, pero al final todo lo que pude escuchar era como mi sueño de una familia se iba por el drenaje. Aparentemente, tenía una rara condición que hacía que el quedar embarazada fuera casi imposible.
Todo se detuvo en seco, y volví a
nuestra casa en silencio deseando que Jisoo me abrazara.
Poco sabía que esa no sería su reacción. En cambio, explotó, gritando que yo lo había engañado en un matrimonio sin hijos, que no podía darle lo que ella quería, que era un fracaso como mujer.
Ella se mudó esa noche, empacando para quedarse en su departamento en la ciudad.
Me senté silenciosamente en estado de shock en mi propia sala, mirando las llamas de fuego gotear a la nada, al igual que nuestra relación había hecho en un abrir y cerrar de ojos.
La semana siguiente fue como un
sueño, dónde estaba flotando dentro y fuera de estados emocionales, tratando
de manejar mi vida.
Solo dos días después de eso, recibí los documentos de divorcio, que fueron enviados embarazosamente a mi oficina en lugar de a nuestra casa. Firmé los papeles, levantando la vista para ver a Jisoofrunciéndome el ceño desde la esquina.
Desde entonces, no ha sido más que
un infierno, y aunque estaba completamente destrozada porque la mujer que amaba me abandonó por algo sobre lo que no podía tener control, realmente quería que todo terminara.
Miré hacia el reloj y suspiré.
Jisoo llegó tarde, como de costumbre.
El silencio en la habitación era ensordecedor, y su abogado me miró con una media sonrisa.
Me concentré en mantenerme
centrada, sin quebrarme, y no permitirle que viese más lágrimas de mí.
No merecía disfrutar de mi dolor, y me di cuenta de que ni si quiera reconocía a la mujer que quería poner fin a nuestro matrimonio.
Quería ir a casa y estar sola, donde podría comenzar a armar nuevamente mi vida y volver a la normalidad, fuera lo que fuese que eso significaba.
El sonido del reloj que hacía tictac en la pared estaba haciendo eco a
través de mi cerebro.
¿Dónde demonios estaba? Ella era quien quería este divorcio en primer lugar.
Por qué no podía estar aquí a tiempo era algo que no podía comprender. Técnicamente, quería una anulación, y no estaba segura de cuál era la diferencia.
No me importaba cual era el título. Todo se reducía a que yo no era la chica que ella quería porque no podía darle hijos.
Me sentí como la esposa del Rey, habiendo sido encontrada estéril, fue desterrada a las torres para vivir su vida en vergüenza.
“Hemos esperado lo suficiente,” dijo mi abogado.
“Creo que deberíamos comenzar y seguir adelante.”
“De acuerdo,” respondió el otro abogado.
Justo en ese momento la puerta se abrió la puerta y Jisoo entró, sin prisas
ni preocupaciones en lo absoluto. Negué con la cabeza por su arrogancia y coloqué mis manos en mi regazo.
No quería ni si quiera mirarla, y me di
cuenta rápidamente cómo la ira que sentía hacia ella había vuelto
completamente indeseable para mí. Además, sabía que no estaba allí de luto
por la pérdida de su matrimonio.
Ella era una mujeriega de principio a fin, y probablemente había empezado a acostarse con otras mujeres antes de que yo tuviera los documentos.
Hice una mueca ante la idea de estar casada con una mujer así.
“Lamento llegar tarde,” dijo con arrogancia. “Tuve una reunión.”
“Una reunión a la que no necesitabas ir,” respondí.
Ella había olvidado que yo era la supervisora de su piso.
Mantuve mis ojos fijos a la mesa frente a mí, sin querer mirarla si quiera
por un segundo.
Podía sentir sus ojos moviéndose de un lado al otro de la habitación mientras ella también intentaba evitar todo contacto visual conmigo.
Fue terriblemente incómodo y doloroso estar sentada para todo el proceso,
especialmente cuando tres meses antes, nos estábamos mirando a los ojos y
comprometiéndonos a pasar la vida entera juntas.
Negué con la cabeza pensando en nuestra boda, preguntándome qué había pasado para que la dulce y amable mujer con la que me había casado se convirtiera en una desagradable mujer de lata sin corazón. Por otra parte, tal vez fue todo un espectáculo.
Tal vez ella nunca fue ese tipo de mujer cariñosa que yo creía conocer, y después de casarse, se dio cuenta que no era todo lo que ella aparentaba. Había escuchado historias sobre Jisoo antes de comenzar a salir con ella, pero su personalidad y esas historias nunca parecían coincidir.
Me encogí de hombros pensando que nada más eran chismes o celos.
Ahora, sin embargo, mirando hacia atrás y comparando las historias con esta extraña sentada frente a mí, todo tenía perfecto sentido.
Ella era una cobarde y no podía
creer que me había enamorado tanto de sus ridículas mentiras.
No había forma de que una persona pudiera amar a alguien de la forma en la que ella me dijo que me amaba y luego arrojar todo sentimiento a la basura al día siguiente como si nunca hubieran significado nada.
Era cruel y duro, y estaba cansada de ser tratada sin ningún respeto.
“Está bien,” comenzó su abogado. “Ambas partes han acordado que este
matrimonio ha llegado a su fin. Con respecto a sus pertenencias personales,
dado que la pareja se casó tres meses antes, han aceptados los siguientes
términos: La casa en el Distrito Griego, comprada por la Srita. Park antes de
su matrimonio permanecerá en su posesión incluyendo todos los artículos
menos los efectos personales de la Srita. Kim.
El apartamento en Manhattan, comprado por el Srita. Kim antes del matrimonio, permanecerá en su poder,
incluidos todos los artículos menos los efectos personales de la Srita. Park.
Cada una continuará teniendo sus vehículos personales comprados antes del matrimonio.
Con respecto a la cuenta bancaria conjunta que comenzó hace dos meses y medio, la. Srita. Kim ha renunciado a todos los derechos, y el dinero se ha firmado a través de un cheque de caja a la Srita. Park”.
El abogado deslizó un sobre por encima de la mesa, coloqué mi mano sobre él, cerré los ojos e intenté recordar que no debía quebrarme.
Apuesto a que darme esa cuenta bancaria la hizo sentir bien, como si hubiera hecho lo correcto.
Eran veintidós mil dólares, un precio que consideró justo por haberme causado tanto dolor y agonía.
No quería el maldito dinero que se
había depositado ahí para comenzar un fondo para la educación de nuestro
hijo, el hijo que nunca tendríamos.
Era casi como si estuviera recibiendo un golpe por no poder tener hijos. Agarré con mi mano el sobre y los deslicé en mi bolso.
“Si todas las partes están de acuerdo,” continuo el abogado. “Srita. Park,
debe colocar sus iniciales en estas tres secciones y firmar en la parte inferior.
Srita. Kim, usted hará lo mismo.”
Apreté el bolígrafo con fuerzas mientras garabateaba mi nombre en el
documento legal.
Mientras arrastraba los papeles hacia ella, podía oír la punta de la pluma arañar el documento.
Con cada curva de su nombre, mi corazón se hundía cada vez más, hasta que las lágrimas ardían en los bordes de mis ojos.
“Bueno, si eso es todo” dijo mí abogado.
“Eso fue fácil,” dijo Jisoo en un tono jovial.
Golpeé mis manos contra el escritorio y empujé la silla detrás de mí, con mi mirada clavada profundamente en sus ojos.
Por un momento lamentó haber dicho eso, incluso parecía asustada, pero no valía la pena explicarle todo el daño que me había hecho.
Me volví y salí de la habitación antes de
que ella pudiera si quiera ponerse de pie.
Apresuré mi paso por el juzgado, las
lágrimas comenzaron a cegarme mientras salía a la acera y corría hacia el garaje dónde estaba estacionado mi auto.
Tropezando con mis llaves, las solté
dos veces antes de finalmente poder abrir el auto.
Tan pronto como la puerta se cerró de golpe, sujeté el volante y dejé salir todo lo que tenía atorado en mi interior.
Las lágrimas humedecieron mi rosto mientras el dolor en mi pecho cayó en picada sobre mi vientre.
Eso fue todo, el amor que pensé que tenía para toda la vida se había ido con el trazo de una pluma.





◼️💚◼️💚◼️💚◼️💚◼️💚◼️💚◼️💚◼️



Escucharon eso? Fue mi corazón. 🥺

He aquí el segundo capítulo.
Espero y les este gustando. 😉

Si ven algún error avisenme.
Nos estamos leyendo pronto. 💚

~JM~

Lo siento, me enamoré de tu hermana. // Chaelisa G!PDonde viven las historias. Descúbrelo ahora