11 Beso robado

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[Dos semanas después...]

Mariana estaba en la habitación totalmente sola, pues sus amigas habían ido a pasar el rato con sus enamorados así que ella estaba solita.

Decidió sacar un disco de vinilo que consiguió gracias a Joselo y lo puso en el tocadiscos que había del lado de su cama.

Tras pasar un par de canciones, sonó una dónde cantaba Rubén, y ella obviamente sabía cuál era.

No existe la razón~
No te desesperes~

Mariana escuchaba la canción con los ojos cerrados, pues, claro que podía escuchar cantar a Rubén en los ensayos pero no podía resistirse a escucharlo en aquel vinilo.

Veo que aún te gusta ese vinilo apesar de que lleva un par de meses que salió *dijo alguien entrando a la habitación*

Mariana abrió los ojos y lo miró, era Rubén.

Rubén *susurro Mariana para luego hablar normal* si, si me encantas tú, digo el álbum y las canciones, todo

Jeje, ya lo he notado y me alegra que aún lo disfrutes *dijo Rubén con una sonrisa tierna, digna de él*

Mariana también sonrió, y se sentó en su cama, a lo que Rubén sólo se acercó lentamente a ella.

Las mejillas de Mariana se pusieron más rojas de lo normal por la cercanía de Rubén.

Me gustan tus mejillas que siempre están sonrojadas, son tan... tuyas, nunca había visto a una chica cómo tú, eres realmente única *dijo Rubén para tocar suavemente la mejilla de Mariana*

Narra Mariana:

Sentía mis mejillas arder por la cercanía de Rubén, pero mis nervios aumentaron al sentir su suave mano sobre mi mejilla.

Agradecí por su halagó con un hilo de voz mientras me perdía en sus ojos, de cerca son más lindos que de lejos.

Pronto fuí bajando mi vista hacía sus labios, y ahí me perdí.

Él dijo algo, pero no logré escucharlo, sin embargo lo supe por el movimiento de sus labios al hablar.

Entonces no lo pude resistir más.

Lo tomé por las mejillas y le robé un beso, su primer beso.

Y debo decir que también fue mi primer beso, pero me alegra que fuera con él, porque yo lo amó locamente.

Narra Rubén:

Estaba mirando a Mariana, sus mejillas realmente eran algo único que sólo ella podía poseer.

Siempre estaban sonrojadas, exeptuando cuándo está enferma pues se pone pálida, y ahí extrañó sus mejillas sonrojadas.

Decidí acariciar su mejilla, ella tiene una piel tan suave y cálida que juro podría quedarme acariciando su piel todo un largo rato.

Noté su mirada perdida, así que decidí hablar sin dejar de acariciar su mejilla.

¿Estás bien? *pregunté sin recibir respuesta*

Entonces cuando iba a decirle algo más, ella me tomó por las mejillas robándome un inesperado beso.

Quedé estático, y sólo deje caer mi mano con la que antes acariciaba su mejilla.

Mis mejillas se calentaron, este era mi primer beso y yo no tenía idea de que hacer, así que sólo cerré los ojos y me dejé llevar.

Comenzamos con movimientos torpes, pues al parecer también era su primer beso, pronto ella se separó y me soltó.

Yo solté un suspiro y la miré.

Ella comenzó a disculparse pero yo la interrumpí dándole un fuerte abrazo.

Pude sentir que los nervios la invadian, y no era la única, yo también estaba nervioso... demasiado.

Pero sin embargo decidí preguntar...

¿Ese beso porque fue?

Ella no dijo nada, pero yo tampoco la presioné.

Solo la abrazaba mientras esperaba que ella respondiera.

Tú me gustas Rubén... y por eso te besé, lo siento *dijo con la voz quebrada*

Yo me sonroje, pero una pequeña sonrisa se dibujo en mi rostro.

Entonces me separé y la miré.

Tú también me gustas Mariana, pero tenía miedo de decirte lo que siento *dije algo nervioso*

¿Miedo de que? *pregunto ella mirándome*

La verdad, yo creí que te gustaba Sergio *confesé avergonzado*

¡A mi no me gusta Blass! *dijo ella ligeramente molesta*

Yo solo solté una pequeña risa.

Lo se tranquila *dije para calmarla*

Me arrodillé ante ella y tomé su mano.

Entonces... Mariana, ¿Quieres casarte conmigo? *dije mirándola*

Ella sólo río suavemente.

Pero aún no somos nada *dijo entre risas*

Cierto *me levanté* Mariana... ¿Quieres ser mi novia?

¡Si, si quiero Rubén! *dijo para abrazarme, a lo que yo le correspondí*

Me volví a separar y me arrodillé sacando un collar dorado en forma de corazón.

Mariana... ¿Quieres casarte conmigo?, ahora no tengo anillo pero para que veas que voy encerio *le extendi el collar* ésto es para ti, ¿aceptas?

Sus ojos se cristalizaron, pero sonrió y me abrazó.

Aceptó Rubén *dijo para besar mi mejilla*

Yo sonreí, y le puse el collar.

Desde ahora eres la señora Gómez *dije sonriendo*

Con mucho gusto señor Gómez *dijo ella guiñándome un ojo*

Ambos reímos, y nos levantamos del suelo.

La abracé nuevamente, y hundí mi nariz en su cabello, adoraba su aroma a cereza, simplemente adoraba todo de ella.

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Esté capitulo me lo quiero dedicar a mi misma.

Talvez suene extraño, pero encerio me lo dedicó.

Es un capítulo que me ha hecho sentir todas las emociones que traté de transmitir en la narración de cada personaje, y fue más largo que los otros pero no pude evitarlo, me emocioné con cada palabra escrita en éste capítulo que simplemente termino siendo más largó que los otros.

Aún así, esperó les haya gustado, yo escribo está y otras historias con todo el amor de mi corazón.

L@s quiero mucho mis lector@s, abrazos para tod@s <3
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𝑀𝑒𝑛𝑢𝑑𝑜 𝐴𝑚𝑜𝑟 •Completa•Donde viven las historias. Descúbrelo ahora