La primera casa de mi niñez fue un apartamento arriba del bar “Yankee Rebelde” en Jamestown, N.Y. Ese bar pertenecía a mis padres y a mi abuela, se trataba del bar y discoteca más popular de la zona, a veces también había strippers. Mi padre era Dj, bartender y anfitrión. Nosotros vivíamos arriba, así que nuestra casa era el centro de la fiesta luego de que el bar cerraba. Mis padres y sus amigos eran grandes tomadores. No los estoy juzgando, es sólo la forma en la que crecimos.
Ir al colegio y tener una buena educación no eran prioridades en mi alborotada familia. Discutir sobre cosas como la construcción del carácter y cuidar tu mente, cuerpo y espíritu ocurría rara vez a la hora de la cena. Parecía que siempre había fiesta, o alguna pelea.
La leyenda familiar cuenta que cuando yo tenía 2 años, me arrastré hasta uno de los almacenes de bebidas del Yankee Rebelde y me atraparon bebiendo por primera vez. Mis padres siempre se rieron de eso. Yo me reía también, por un tiempo, y luego no me reí más.
Ahora sé que se puede beber responsablemente. Si tu puedes hacerlo, más poder tienes. Pero yo no vi mucho de ese comportamiento mesurado mientras crecía. Tampoco lo practiqué mucho. Hoy en día trato de pensar en el alcohol como una droga, y una de las más abusadas en mi opinión. Ciertamente, ese fue el caso de mi familia.
Nos mudamos a Tampa, en el área de Florida en 1986, cuando yo tenía 6 años de edad y mi hermana BJ (bobbie Jean) tenía 2. Mis padres compraron el hogar de enfermería Garden Villa, y allí ellos hacían todo, desde cuidar a los pacientes hasta tenderles las camas, cuidar el paisaje y cocinar la comida. Vivíamos en un pequeño lugar en el terreno del hogar. Leslie nació en el hogar de enfermería el primer año que estuvimos allí y los gemelos, Aaron y Angel, llegaron un año y medio más tarde.
Ya para entonces nos habíamos mudado a una casa cruzando la calle. Había mucha presión sobre mi porque yo cuidaba de mis hermanos pequeños, ya que mis padres trabajaban por muchas horas. Recuerdo enloquecer cuando nacieron los pequeños Aaron y Angel. Me metí en el cuarto el día que llegaron a casa y comencé a sentir un aumento repentino de pánico cuando vi las pequeñas cunas, una junto a la otra. Mi primer pensamiento fue, “ahora me voy a tener que hacer cargo de ellos también!”
Yo estaba asustado por estar solo con los pequeños mientras mis padres no estaban. Tenía miedo de no saber qué hacer, especialmente si había un problema. Cuando le describí esta escena a uno de mis terapeutas, él me hizo parar y me dijo “sabes que es ilegal que tus padres te hayan dejado solo en casa cuando tenías esa edad, no?”
No lo sabía en aquel entonces, e incluso si lo hubiera sabido, qué bien hubiera hecho? Sólo pensaba que era normal cuidar a mis hermanos pequeños mientras mis padres trabajaban. Mi mayor objetivo era, en aquel entonces, que mis padres estuvieran felices, así no nos gritaban, ni nos pegaban, o se peleaban por nosotros. Cada vez que mi padre volvía de trabajar, me preocupaba que él estuviera enojado o feliz. Usualmente, cuando estaba feliz era porque había bebido.
Es triste de decir, algunos de los mejores momentos de nuestra infancia fueron cuando mis padres estaban borrachos y estaban de fiesta, porque al menos así, no peleaban. Claro que tarde o temprano, alguna discusión comenzaba y las cosas se tornaban bastante feas.
INFANCIA ESTRESADA
Siendo el mayor, me sentía responsable de mantener a todos felices. Supongo que por eso soy un “entretenedor” ahora. En aquel entonces, todo se trataba sobre mantener la paz y no meterme en problemas. Realmente, cuando pienso en esos días, teníamos la mayor de las diversiones cuando mamá y papá estaban trabajando y éramos sólo los niños en casa. Mi hermana Bobbie y yo estábamos a cargo y siempre aparecíamos con grandes juegos. Los lazos que forjamos en aquel entonces, eran fuertes, estoy seguro que son lo que nos dan esperanzas hasta el día de hoy de podernos llevar mejor que en la actualidad.
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Facing The Music And Living To Talk About it
RandomEste libro está dedicado a todas las personas y familias en el mundo, a quienes han sufrido desde abandono hasta abusos, a aquellos que se han causado dolor a sí mismos y a otros, a quienes han estado comprometidos con drogas y/o alcohol, a los que...