010

167 14 0
                                    

———☆———

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

———☆———

Última señal

Resulta que ir de compras junto a Yuta seguía siendo una pésima, horrible, y estúpida idea. Este chico de cabello ahora color negro, buen estilo para vestir, y una maldita mirada capaz de hacerte desmayar llamaba la atención de cada ser viviente en cada pasillo. Y odio eso.

Yo, odio eso... pero tampoco puedo culpar a nadie.

— ¿Chocolate o Helado? —pregunta tomando los objetos mencionados en sus manos, pienso y estoy a punto de responder pero me interrumpe. — Y no, no podemos llevar ambos. Tu dinero debe ir a tu cuenta de ahorros. —me hace recordar, y es que este mes se había ofrecido para hacerme un préstamo económico que después no me dejaría devolverle.

Me quedo en silencio al notar un grupo de mujeres, que parecían ser de nuestra edad, detenerse en mitad del pasillo, murmurando cosas y observando múltiples veces al japonés frente a mi. Y no se iban, incluso una de ellas me lanzó una mirada que no supe descifrar.

¿Es enserio?

— No puedo soportarlo más. —me acerco en un movimiento rápido hacia Yuta y lo beso, por consecuencia el chocolate y el helado cayeron en el carrito a nuestro lado mientras acorralaba al chico contra las repisas. 

No hace ademán de alejarme asi que comienzo a perderme entre sus brazos, que ahora me rodean con fuerza, acercándome aún mas, seguramente perturbando a las cámaras. Pero a quien le importa, nunca me iba a cansar de besarlo.

Me alejo lentamente. — De saber que los celos te ponen así, lo haría mas seguido. —murmura en mi cuello, rozando la zona con sus suaves y ahora mojados labios. 

— Estoy pensando seriamente en acabar con lo que sea que tengamos. —tomo distancia y avanzo sin mirar atrás.

— Era broma. —dice con burla al llegar a mi lado, le doy un codazo que lo hace quejarse en voz baja mientras llego a la caja registradora.

Después de todo, gané un chocolate y un bote de helado.

***

Limpiar la casa a fondo también fue una mala idea, sobre todo por el dolor de espalda que conlleva. Luego de guardar la escoba y colocar los paños en la lavadora junto a mi acompañante. 

— No es posible que te sea un desafío mantener tus manos alejadas de mi. —digo mientras lavamos nuestras manos en la cocina. 

— No es mi culpa. —trata de mentir. — Se me escapan solas. —sonríe sintiendose orgulloso.

Terminamos al fin y sin siquiera secar sus manos me toma en brazos para colocarme en su hombro.

— ¡Sueltame Nakamoto! —grito, pero sigue llevandome en dirección a mi cuarto. — ¿Qué haces maldito pervertido? —pregunto pero mi pregunta no es respondida, me deja caer en el colchón antes de acorralarme entre este y su cuerpo, que por cierto, llevaba puesto una de esas camisetas sin mangas. Dejando a la vista sus músculos.

Sus manos se apoyan a cada lado de mi cabeza para aguantar su peso, sin que lo note me muerdo el labio y me pierdo en sus ojos.

¿Desde cuándo se ha vuelto tan sensual?

Ah, se me olvidaba. Siempre lo ha sido.

Y me es imposible no recordar cuando experimentamos la pubertad juntos, fui testigo de sus cambios, se transformó de un chico, a un joven atractivo e imposible de ignorar.

Todos esos sentimientos me atacan ahora, lo que me hace tomar su rostro y acercarlo al mío con una lentitud tortuosa.

Le hago saber sin palabras lo que siento.

— ¿Estas segura? —pregunta en un susurro y asiento. — ¿Super hiper mega duper segura? —vuelve a preguntar.

— Idiota. —río, beso su mejilla y su sonrisa se ensancha cuando esta vez respondo en voz alta. — Estoy segura.

Esa es la luz verde que lo hace volver a besarme, quitandome la respiración, y dejándome saber lo estúpidamente enamorada que estoy de él.

🇫​🇮​🇳​

———☆———

sweetieshotaro–

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

sweetieshotaro–

𝐎𝐍𝐄 𝐓𝐈𝐌𝐄 | 𝐍𝐀𝐊𝐀𝐌𝐎𝐓𝐎 𝐘𝐔𝐓𝐀Donde viven las historias. Descúbrelo ahora