La Guardia Negra ©

Capítulo 6.

Recomendación: cuando vean 🔸 pongan una canción que les guste de acción, yo les dejo radioactive ya que con esa canción escribí esa escena ❤️. Disfruten!!!

Tokio

0400 horas

19 de enero del 2020.

Valentina.

Me despierto gracias a los suaves movimientos de Hiro, observo el exterior del avión y veo que ya llegamos a la central principal en Tokio, me coloco una chaqueta con cuidado de no rozar mucho mis heridas y camino hacia las escaleras junto a Hiro y los demás, un grupo de la guardia nos está esperando para escoltarnos.

-Necesitas tomarte unos medicamentos para el dolor de cuerpo y la infección cuando lleguemos.- me informa Alessandro y solo asiento.

Cuando ya estamos frente a las camionetas todos los soldados de la organización hacen una formación frente a mi y me hacen una reverencia en señal de respeto, les hago una seña de agradecimiento y con un movimiento de mano les hago saber que ya pueden seguir con lo que hacían.

En la camioneta principal estamos, Hiro, Alek, Marcus, Audrey y yo, y en la segunda, Alessandro, Nicholas y las gemelas.

Cuando llegamos me bajo de la camioneta y me conduzco hacia mi habitación, camino por los pasillos y todo aquel que me ve se inclina hacia mi, además de que lo hacen por respeto se que algunos me tienen un poco de miedo miedo ya que ni siquiera me pueden ver a los ojos o siquiera sostenerme la mirada, llego a mi habitación y lo primero que hago es acostarme con cuidado de no dañarme, pasan unos minutos y escucho la puerta abrirse, levantó un poco mi cabeza y veo que es Alessandro.

-Ya que eres tan terca y testaruda y como se que no vas a querer ir a la enfermería, la  estaré revisando en la comodidad de sus aposentos majestad, -me dice burlándose, lo que pasa es que odio la enfermería, no me gusta estar ahí y no me siento cómoda.

-Gracias, es muy considerado de tu parte.- le murmuró medio dormida, a pesar de que dormí la mayor parte del vuelo estoy muy cansada y me duele todo, además de toda la droga que me metieron al cuerpo; Alessandro me indica que me siente y me tiende un vaso con agua y unas pastillas, las trago y me indica que me acueste y me duerma y yo con lo obediente que soy le hago caso, poco a poco me voy perdiendo entre el cansancio y mi adorada almohada hasta que por fin me duermo.

*****

Despierto a medio día gracias a los rugidos de mi estomago, no he comido nada desde el rescate ya que me la pase dormida, me dirijo hacia el baño y hago mis necesidades y me aseo un poco, cuando salgo me dirijo hacia el comedor, me encuentro con unos chicos de entre 16 y 18 años dirigiéndose a lo que supongo es su entrenamiento con Takashi, -él es el sensei  de los más jóvenes en la organización- me hacen una reverencia y yo les dirijo una media sonrisa, me debo de ver espantosa, pero lo mejor es que gracias a toda la medicina de Alessandro me siento mucho mejor, solo es cuestión de días para estar perfecta.

Me dirijo hacia la barra y me encuentro con Sally, la cocinera estrella, una señora de unos 46 años, ella alimenta a todos los que se quedan a dormir en las instalaciones y a los que llegan muy temprano queriendo algo de buena comida.

-Valentina, nena, ¿Qué te pasó?, -me pregunta al ver mi rostro magullado- quieres algo de mi sopa especial, es la que tanto te gusta con pollo, la hice por que el bello Nick me aviso que todos habían llegado y que tu estabas un poco mal, no te pude ir a ver porque aquí comen como muertos de hambre pero me alegra verte viva, dentro de lo que cabe.- me dice con una mueca de preocupación pero a la vez con alivio mientras suelta unas leves risas.