Última mirada a las estrellas

Capitulo 9: ¡Malik!

 El chico de la bonita sonrisa torcida busca dos copas y las llenas con líquido color azul cielo, me pasa una y nos sentamos en frente de las parejas en un mueble de color rosa. El chico del cabello rebelde y rulos sigue donde está ajustando su guitarra. Huelo un poco la bebida es fuerte y arrugo un poco la nariz.

 – Solo es Vodka azul nena –  Dice, su típica sonrisa torcida no deja de encantar.

Niego con la cabeza y le paso de nuevo la bebida.

 –  Oh vamos –  exclama –  no te hará daño beber un poco.

 –  Si no quiere no la deberías obligar a tomar –  Dice el chico de rulos, nunca me he sentido nervioso o con el corazón latiendo fuerte, eso es aun mucho más extraño

 –  Métete en tus asuntos Styles

Las parejas quedan en silencios, pero sus ojos vuelan del chico con media sonrisa y cabello de lado, al chico de rulos. Este último se encoge de hombros y vuelve a sus acciones con la guitarra.

 –  No sé tu nombre –  Digo después de un rato cuando me devuelve la bebida azul.

 –  Ah claro, mi nombre es Louis –  se relaja de nuevo y se recuesta sobre el sofá, su brazo me rodea y descansa en mi hombro –  yo tampoco se el tuyo –  añade.

 –  S…Sidney… mi nombre es Sidney.

 –  Es una bonita ciudad igual que tú – lo miro a los ojos, los tiene de un color más o menos celeste son muy lindos y lo hace más atractivos, el los entrecierra cuando me quedó en silencio siento que mis mejillas arden y miró a otro lugar. Y claro no hay mucho a donde mirar con dos parejas al frente y tener de lado al chico que una vez te vio llorar.

 –  Gracias –  Musito.

 –  Agradécele a tu madre –  Ouch, acordarme de ella es como el recordatorio de una traición –  No te tomarás eso ¿cierto? –  apunta mi bebida y hace un adorable mohín.  Niego con la cabeza

 –  Venga solo un trago nena- me anima

 –  No me llamo nena- juego con la bebida moviendola de una lado a otro.

 –  Bien, venga Sid. No serás una cobarde por una bebida, solo es un trago.

 –  Ya, no sé por qué tanta insistencia –  Aprieto la pequeña copa en mis dedos y lo huelo de nuevo, lo llevo a mis labios dando un pequeño sorbo, no sabe tan mal, la bebida pasa por mi garganta calida y un fresca –  ¿feliz?

 –  Eso es un progreso…

En la puerta interrumpe un chico alto de cabello dorado con rizos cortos lleva una chaqueta de cuero marrón una camisa negra y vaqueros negros tiene una enorme sonrisa falsa y los ojos más rojos con iris marrones que he visto. Está acompañado por otros dos chicos que están a su espalda.

 –  ¿Dónde está mi Boo bear? – Grita y agita los brazos en el aire, se acerca a pasos cortos a donde estoy sentada con Louis, las parejas ya se han separado y están paradas, algunas de las chicas tienen el ceño fruncido al ver a esté chico.

 –  ¿Qué deseas Ben? – Se pará Louis delante de él. Yo repito su acción quedando a sus espaldas.

 –  ¿No puedo venir  a saludar a mis viejos amigos?- sonríe 

 –  ¿Alguien alguna vez te ha dicho que la marihuana hace daño? – Dice el chico de rulos que se encuentra al lado de Louis.

 –  Miren quien a quien me encuentro aquí a otra mariquita. –  pasa de un pie a otro con una expresión aburrida.