En raras ocasiones me levantaba en la madrugada por la falta de sueño me gustaba ver la luna para calmar mis temores.
Así que como de costumbre me levanté de mi gran cama y abrí las cortinas dejando entrar la brisa nocturna y el cielo sin falta estaba ella.
"Mi luna"
Caminé hacia mi escritorio pequeño y rebusque en mis gavetas unos fósforos los tome y de igual forma agarre la vela y en el proceso la encendí.
Me aleje de ahí y caminé hacia la ventana dejando la vela en el gran marco de mi ventana, caminé al lado de mi habitación y vi el banquillo y lo lleve conmigo hacia la ventana.
Mire con silencio a la luna que con su brillo único y misterioso calmaba mi ansioso corazón.
Sentía que si la veía toda la soledad que me inundaba se iba con ella cuando la miraba desde el cielo.
Y así como una de las anteriores noches me desvelo observó a la que roba mis fantasías y mis deseos.
Tanto era mi amor por ella que sin darme cuenta ya estaba amaneciendo y con eso otro nuevo día.
"Hasta luego mi luna"
Fin
